Sobre el "Mot de Maçon" (Mason Word): El origen Calvinista del Rito

El Mot de Maçon (Mason Word) es indudablemente de origen calvinista.
Si los masones calvinistas de Kilwinning, probablemente aconsejados en esto por su erudito pastor Robert Baille, elaboraron hacia 1628 - 1637 este rito específicamente calvinista de recepción en logia, fue debido a que en esta época rehusaron practicar el antiguo rito anglicano de recepción en logia prescrito por los Antiguos Deberes (en su rechazo del rito anglicano de recepción en logia desplazaron incluso a otra fecha el día de la recepción ritual en logia fijado por los católicos Statuts Schaw en el san Juan de Invierno, o sea al 27 de diciembre).

Por otro lado hay que recalcar el hecho que la logia calvinista de Kilwinning había solicitado y obtenido del católico William Schaw una forma de primacía reconocida por los Statuts Schaw de 1599, primacía relativa que, a la luz del rol de la logia de Kilwinning en la elaboración del rito calvinista del Mot de Maçon, supone ser simplemente la primacía de la logia calvinista de Kilwinnig ante el conjunto de las otras logias calvinistas de Escocia. Es un hecho que la logia de Kilwinning había rechazado co-firmar las cartas masónicas de los católicos Sinclair de 1601 y de 1628. El origen calvinista del Mason Word explica a fin de cuentas porqué en su Thrénodie des muses (1628-1637), Henry Adamson, el poeta de Perth, estableciendo una relación entre el Mot de Maçon detentado por los denominados luteranos de la Rosa-cruz y la previsión de los acontecimientos históricos relativos al rey de Inglaterra Charles I. En efecto, en la época en la que escribió su poema (1628-1637) H. Adamson, Charles I obligaba a los presbiterianos de Escocia a obsevar los cinco artículos de Perth por los cuales desde 1618-1621 el rey Jacques VI (I de Inglaterra) y el Parlamento intentaron anglicanizar por fuerza la via religiosa de los presbiterianos de Escocia.

En 1638 los presbiterianos de escocia se revelaron violentamente contra las tentativas de Charles I para imponer a los escoceses el Libro de plegaria común, reafirmando su autonomía religiosa durante el Convento de la Iglesia presbiteriana de escocia.

Estas logias presbiterianas que hasta entonces habían recibido a sus nuevos miembros por el rito anglicano heredado de los Antiguos Deberes ingleses se plantearon sustituirlo por otro rito específicamente calvinista: el Mason Word que elaboraron a tal efecto para lograr este objetivo.


Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º

Sobre el "Mot de Maçon" (Mason Word): Concepto

Para comprender la esencia y origen del Mason Word nos apoyaremos principalmente para hacer este trabajo en las investigaciones del Hermano Patrick Négrier, uno de los mayores especialistas en la materia.

La expresión "Mot de Maçon" (Mason Word) designa, en una pequeña veintena de textos escoceses e ingleses del Siglo XVII y al menos en una docena de textos británicos del siglo XVIII, un rito masónico de recepción que consistía en recibir en logia a un nuevo masón dándole un agarre de mano durante el cual se le comunicaba oralmente el nombre de las dos columnas J y B del Templo de Salomón (I Reyes 7,21). Según la integra obra de Pierre Mereaux sobre las Constituciones de Anderson, es aparentemente con este Rito Escocés del Mot de Maçon que en diciembre de 1714 el Pastor Escocés y Presbiteriano James Anderson recibió como masones aceptados a los futuros creadores de la Gran Logia de Londres.

Este rito escocés del Mot de Maçon estaba destinado a tener a una gran posteridad puesto que terminó con bastante rapidez, en razón a la desaparición progresiva a las antiguas Logias operativas de Inglaterra, por suplantar al antiguo rito operativo y anglicano de recepción en Logia prescrito por los Antiguos deberes medievales (Rito que consistía en recibir un nuevo masón leyéndole los Antiguos deberes, libro sobre el cual el recipiendiario debía jurar que respetaría dichos deberes).

Un examen metódico de las fuentes históricas del Mason Word nos muestra que este rito tuvo sus orígenes calvinistas. Los indicios de los orígenes calvinistas del Rito del Mot de Maçon son de diversos órdenes: geográfico y social, bíblico y ritual.

En próximas entrada analizaremos con mayor profundidad este origen calvinista del Rito así como sus repercusiones.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º

Sobre el "Mot de Maçon" (Mason Word): Introducción

Con gran tristeza fuimos testigos de la desaparición, ya hace unos años, del Magazine Prismes Hebdo, dirigido por Johan Dreue.
Este interesantísimo espacio nos ofrecía una amplia variedad de trabajos muy serios dedicados a diversos Campos vinculados a la Tradición: Hermetismo, Arquitectura Sagrada, Ciencias Humanas y Filosofía y, como no, un elevado volumen de excelentes trabajos y dossiers firmados por plumas de gran talla como Négrier o Keystone, dedicados muy especialmente a unas investigaciones que desembocaron en obras culminantes masonológicas aquí expuestas en distintas ocasiones.

Esta apasionante site poseía un espacio que bajo el título “Initiations” nos abría un fascinante mundo de informaciones sobre diferentes vías iniciáticas manifestadas en Europa a través de la presentación de diferentes grupos representativos: desde asociaciones de conocimiento o académicas, diferentes ramas francmasónicas, redes de interés ecológico o agrupaciones de iniciativas locales, en definitiva, pretendiendo estar a la altura de todo aquello capaz de “iniciar” hacia la esperanza de que “otro mundo es todavía posible”. Recuerdo una sección biográfica consagrada a Désaguliers abordada con una amplitud, rigor y análisis exquisito. Esta inmensa base de datos, estudios, reflexiones y consideraciones, gozaba de un elevado rigor en su desarrollo expositivo y en sus fuentes analíticas, sobretodo a nivel historicista, tal vez sin duda, debido al rigor y calidad de los autores implicados.
Este espacio (o algunos de sus miembros) galvanizó la iniciativa de un proyecto serio y sobrio sobre la reactivación o renacimiento del “Rito del Mot de Maçon” (Mason Word) con una Asociación que le daba soporte desde diversos ámbitos (histórico, estructural, masonológico, simbólico, etc.) con sede en la occitana y mítica Lunel (localidad cercana a Montpellier con unos bellísimos Templos masónicos, por cierto).

Este Rito de máxima pureza e incontestablemente Rito de los Modernos presenta sus formas rituales primeras oscilando desde el Edimburgo 1696, hasta el Th. Wolson 1751, antes de la transformación de este último en forma de los rituales que sirvieron como estribos lanzadera para los sistemas de altos grados.
El Mot de Maçon, compuesto exclusivamente de tres únicos Grados, donde no ha lugar prolongación ni extensión alguna más allá del tercer Grado, siendo éste el alfa y omega y la realización máxima de la meta masónica, tiene a día de hoy su forma más parecida en el Rito Francés al Régulateur du Maçon (obviamente despojado de toda proyección ulterior en Órdenes de Sabiduría) y con elementos mutados o transgredidos históricamente como los 9 por los 15 de sus orígenes en la leyenda Hirámica.

Tal vez esa sencillez y belleza por lo sobrio, ese amor por conservar su contenido original, esencial y fundamental que devino ecuménico y latitudinario con la formación de la Gran Logia de Londres ha sido su hándicap (ver en este mismo Blog las opiniones de Bésuchet de Saunois sobre el afán y el ansia humana por la proliferación de los Altos Grados). Útil ritual de una asociación perteneciente a un entorno ilustrado, aunque prestado del operativismo, y coexistente con parte de él en principio por necesidad de fundirse y confundirse con este, buscando quizás una legitimidad histórica ficticia y/o camuflada, deseoso de encontrar el envoltorio formal que contuviera la visión universal del deseo humano abierto al espíritu sin renunciar a la ciencia, abriendo puertas, dimensiones y visiones hasta entonces desconocidas, procuró dar luz en la obscuridad de la intolerancia religiosa, tendiendo puentes sin fin hacia horizontes insospechados para el ser humano, más próximo a desentrañar los secretos del Universo y, tal vez, entender el lenguaje de ese Gran Arquitecto para algunos, o para otros, hacerlos cómplices y codescubridores de las causas primeras fenoménicas.


En la actualidad, tenemos referencia que trabaja en Mot de Maçon (Mason Word) la Logia escocesa de Haughfoot, que intenta aplicar formas rituales que datan de la época de su creación en 1702.
La Logia de Investigación "Marqués de Gages" de la Gran Logia Mixta de los Andes Ecuatoriales, lo hace en España con el Wolson 1751.

Próximamente, desde la Academia Internacional de la Vª Orden de la Unión Masónica Universal del Rito Moderno, llevaremos a cabo unas entradas especialmente dedicadas a aspectos específicos del Mason Word.


Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º

Reunir los Grados Escoceses en el Rito Francés o Moderno

En diversas entradas de este espacio hemos explicado, desarrollado y analizado la creación y estructura de los Órdenes de Sabiduría conforme a lo estipulado en los Estatutos y Reglamentos Generales redactados por Roëttiers de Montaleau y Salivet en 1784 a propósito de la creación del Gran Capítulo General de Francia.

Así pues, lo que sería conocido posteriormente como Rito Moderno o Francés, proponía desde dicho Gran Capítulo General una estructura inteligente y racional de ese diverso caos existente en la proliferación de los denominados Altos Grados. Recordemos que en su Artículo 29, estos Estatutos y Reglamentos expresaban claramente que la 5ª Orden de Sabiduría "comprenderá todos los grados físicos y metafísicos de todos los sistemas (ritos), particularmente aquellos adoptados por las asociaciones en vigor".

No debe extrañarnos, pues, que a pesar de la matización semántica que debe hacerse en cuanto al concepto de "Grados Escoceses" y ya abundantemente argumentado tiempo atrás, esta disposición ubica muy bien la Quinta Orden en el espíritu de los codificadores de la época, como Conservatorio de los Rituales de los Altos Grados, así como unificador de lo que está disperso en el más alto nivel de la Iniciación.
Es el espacio cumbre y último de la masonería, siendo así su coronación.
Resume y trasciende todas sus enseñanzas reuniendo el conjunto de las corrientes históricas del Escocismo.

En sus diferentes Arcas constituye una Asamblea de estudio, conservatorio de Tradición masónica así como un laboratorio para el Ser Humano Libre.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9
Miembro del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador, 33°

Bristol: un estudio masónico único

Cuando se me propuso hacer el epílogo sobre este magno estudio ritual, no lo dudé dos veces: se trataba de un trabajo único y llevado a cabo por dos Hermanos de absoluta solvencia masónica e historiográfica: Víctor Guerra y Saúl Apolinaire (ya en el Oriente Eterno).

Me unía además de la amistad, un vínculo de admiración académica y ejemplar actitud,  plasmado concretamente desde el “Círculo de Estudios del Rito Moderno y Francés Roëttiers de Montaleau” del que me siento honrado formar parte, y con quienes llevamos a cabo diversos trabajos pioneros en el ámbito de la masonería iberoamericana.
Este libro, no es uno más de los muchos que, respetuosamente, abundan. Es un Trabajo único hasta el día de hoy, y que aborda estratos que siempre quedan en el limbo bien sea por impotencia o complejidad.
Querría poder expresar en palabras aquello que nace del corazón y del alma, pero estoy convencido que tal labor sería imposible. Es por ello que además de recomendar su lectura imprescindible a todo amante de la Orden, Historiador o Masonólogo, tengo la seguridad de que el lector obtendrá algo que siempre busca: conocimiento (y más Luz para el Francmasón).

Estos 300 años conmemorativos de la fundación de la Francmasonería especulativa vienen repletos de actos, homenajes, agasajos. Providencialmente, estas fechas han querido que dé a luz esta obra única, no sólo en un continente en concreto, sino a nivel mundial, legado para todo masón, académico o simple buscador de la verdad.

Dicho esto, les dejo con un pequeño extracto de mi modesto epílogo:

Aquellos que hemos tenido acceso a este estudio, somos ciertamente afortunados.
Nos encontramos ante una obra para sibaritas, estudiosos, o sencillamente buscadores de esa verdad histórica que por desgracia aparece manipulada y mal mitificada en una y otra orilla de la absurda divergencia conceptual denominada “Regularidad”. En todo caso, “esta joya” quedará como inicial referente ante unas cuestiones no menores.

Saúl Apolinaire, ya en el Oriente Eterno, brillante académico investigador, y amante de una humilde discreción ejemplar, se une al potencial de conocimientos del Hermano Víctor Guerra, referente en el estudio del Rito Moderno, para plantear algo, hasta ahora, inédito.
Francamente ejercer un desarrollo personal de sus análisis y estudios comparativos estaría absolutamente fuera de lugar, máxime compartiendo sus conclusiones finales, y teniendo el honor de compartir membresía con ambos en el Círculo de Estudios del Rito Moderno y Francés “Roëttiers de Montaleau”.

Entrando en materia, sin más dilación, este análisis ritual nos indica a todas luces que es de naturaleza “Antigua”. La pregunta sería: ¿es esta cuestión absolutamente transcendental?
A modo analítico sí, obviamente. No obstante me voy a permitir exponer unas humildes consideraciones que creo, en el fondo, pueden ser vitales, al menos bajo mi prisma.

Debiéramos remontarnos “ab origo” al tremendo desacuerdo “Antiguos versus Modernos”. Hay mil y un estudios al respecto, pero sea como fuere, la actual historiografía nos plasma una misma fuente procedimental: el abandono del Rito de los Antiguos Deberes y la imposición, aunque transmutada, del denominado Rito del Mason Word.
Formalmente eso es así sin discusión. Este libro nos indica sabiamente cómo algunos de los puntos de desacuerdo entre ambos realmente no eran tales. A modo de ejemplo, la Instalación del Maestro de la Logia ya era realizada en sus inicios Modernos (otra cuestión es que no fuera seguida por el resto de su jurisdicción, para lo cual se puso solución). Apuntemos a modo de ilustración, que La Logia de Antigüedad no era otra que la Logia muy antigua (los ingleses dicen en ese caso: «a time immemorial Lodge») que se reunía, en 1717, en la taberna que tenía como letrero «el Ganso y la Parrilla» en el cementerio Saint-Paul. Esta Logia fue una de las cuatro fundadoras, el 21 de junio de 1717, de la Primera Gran Logia de Londres.

En 1761 tomó el nombre de "West India and American Lodge" y en 1770 adoptó el de "Lodge of Antiquity".
Es importante anotar que esta Logia nunca pasó bajo la jurisdicción de los Antiguos y permaneció fiel a la G. L. de 1717, excepto de 1777 al 1787 cuando, teniendo a su cabeza el celebre escritor masónico William Preston, conformó, a consecuencia de una disputa con la Gran Logia, la «Grand Lodge of England South of River Trent», trabajando bajo la autoridad de la Logia «of All England» en York.
En lo que concierne a la ceremonia de Instalación del Maestro de la Logia, "Lodge of Antiquity" afirma comunicar unos secretos particulares en el momento de la instalación del Maestro por lo menos desde el 1726 (B.E. Jones o.c. p. 248) y conceder desde el 1739 un rango privilegiado al Pasado Maestro Inmediato.
Pienso también (y no de forma gratuita) que tanto en la disensión basal de Antiguos y Modernos, como en la Gran Logia de Wigam, donde el Ritual Bristol se llevaba a cabo por algunos, esos disensos eran fruto de ambiciones de poder fruto de una excipiente burguesía y de otros aspectos sociológicos que aquí no desarrollaré por meritar un trabajo externo, más que de aspecto iniciático-formales.

Entendamos que el cambio de usos rituales era frecuente, ya no sólo en Gran Bretaña, sino también a nivel europeo continental. A modo de apunte, la existencia en Francia de los Stuarts dentro de un procedimiento acorde al Rito Moderno es indiscutible. Así el ritual Berté de 1788 nos indica claramente: “los dos Stuarts (Stewards de las logias inglesas), uno colocado al medio de la columna del mediodía, y el otro a la mitad la columna del Norte; llevan en la mano, el primero, un bastón de 6 pies con un sol de oro en la parte superior, el segundo, un bastón similar con una Luna. Estos Hermanos acompañan cuando se rinden honores y ayudan a los vigilantes cuando las columnas son demasiado largas. Podríamos citar múltiples ejemplos puntuales, pero extensos, donde se ejecutaba la multiplicación de Expertos como Oficio, o asimismo, el cambio “formal” en las recepciones, era propio e incluso bien considerado en Orientes como los Países Bajos y aún de uso y buen ver en los orientes belgas. Así, el masón viajero, se enriquecía con esa pluralidad de quehaceres que no vulneraban, en definitiva, los puntos esenciales de la Orden.Yendo más allá, hoy en día apreciamos formas diversas de su Rito Moderno (auque analíticamente sea cuestionable por algunos injertos o deformaciones).

En la ctualidad, ¿qué nos queda?: Una metodología ritual diferencial.

Sin ninguna duda el “Bristol” sigue el concepto de los Antiguos (posteriores en el tiempo a los Modernos calificados despectivamente así por estos últimos).
Sea como fuere, la finalidad ritual debe conducir a una misma meta, objeto último de la práctica masónica.
A nivel formal, el masón y estudioso (redundando, porque no se puede ser masón y no estudioso) simplemente debe observar la estructura simbólica fundamental (sin más aditamentos ni articulaciones argumentales de segunda fila, complicaciones más políticas que iniciáticas):

Tres Grandes Luces:
Sol, Luna y Maestro de la Logia, en Rito Moderno
Escuadra, compás y Libro en los Antiguos

¿Cuál fue la resolución ante esta diferencia? ¿Dónde quedó el espíritu fundacional ecuménico de Désaguliers?
Simplemente, en mi muy humilde opinión fue bufa. Ante la “victoria” de las posiciones “Antiguas”, se denominaron a las primeras Tres Grandes Luces Secundarias. Este “juego de manos” cual trileros, incluso fue utilizado en el Rito Francés por Groussier en sus rituales siendo Gran Maestre, y presionado por muchos miembros de su obediencia que pretendían una cierta recuperación simbólica que fue prácticamente vaciada en el último cuarto del Siglo XIX dejando unos rituales huecos y víctimas de “l’air du temps” político-social imperante. ¡De qué modo más lastimoso se diluyó la regulación del 1786 con el paso del tiempo!  
Es más: las obediencias afines, por aquello del histórico Reconocimiento, ingirieron semejante sumisión y deformación ritual para todo rito Moderno, incluso después de su repudio, y algunas recuperaron plegarias para más “explanación” en aras de conservar su acta de Regulariadad.

Me queda una incógnita irresoluble: ¿Cómo aquellos defensores y portaestandartes del Rito Moderno, desde su estatus de actual Regularidad, aceptan dicho “chantaje”?

Tal vez no sea tan difícil la respuesta: política obediencial.

Finalizo reiterando mi visión de este excelente estudio y agradeciendo que, hoy en día, continúe habiendo masonólogos como Saúl Apollinaire (ya en el Oriente Eterno) y Víctor Guerra, que nos abran puertas de reflexión, análisis y meditación.
Ejemplos a seguir con todo mi reconocimiento y afecto.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9 del Rito Moderno o Francés

Miembro del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro del Supremo Conselho do Rito Moderno – Brasil
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden de la Unión Masónica Universal del Rito Moderno
Vicepresidente del Círculo de estudios del Rito Francés Roëttiers de Montaleau

The Illustrious Role of Haiti in the Freemasonry of the Western Hemispher


Les propongo maravilloso trabajo aparecido en the Hedge Mason Blog cuya autoría es del Hermano académico Eoghan Ballard. Seguro que será de su pleno agrado.

In many ways, the geographical cradle of our history of initiation, the foundations of some of the most important aspects of Freemasonry in the New World is Haiti.


Without question, some of the most important moments in the development of American Freemasonry, (US citizens please note: America is a continent and not a nation) began in Haiti. With that in mind, it is shameful that there has not been a greater response among US Freemasons to the recent natural disasters that have befallen our island neighbors. Masons should be more active in forming a chain of union for Haiti and its people.

Haiti, the Caribbean country so recently devastated by a terrible earthquake has a long history of unattained possibilities and all too material misfortune. It was the scene of important historical events and developments decisive in the evolution of Masonic initiation including being the original site for the introduction of Ecossaisme, the Elus Cohen and Primitive Martinism to the Western Hemisphere.

On December 5, 1492, Christopher Columbus landed on a Caribbean island which he named Hispaniola. The western portion of this island was in 1697, ceded to the French who named the island with the name of Saint Domingue.


In the eighteenth century, Saint Domingue was the most successful French colony due to the export of sugar, cocoa and coffee. The region seemed to evolve with the impetus of new ideas and swiftly took the intellectual and Freemasonic movements further than did those of France.

The desire for freedom flourished in the hearts of the enslaved, and in 1794, Haiti was declared a nation and became the first country to abolish slavery. The Haitians had to struggle until 1804 to assure independence. The Haitian Declaration of Independence was a far more radical and true attempt at freedom than was that of the United States, as it guaranteed freedom to all men and women regardless of color or ethnicity and it totally abolished slavery. The US granted voting rights regardless of race, color or previous condition of servitude to its citizens 66 years after Haiti did and suffrage to women 116 years after Haiti. Without exception, all people on Haitian soil were free. For that, Haiti was a made a pariah state and has suffered until today, to all of our shame.


The Masonic Personalities of the 18th Century in Saint Domingue

Estienne Morin

A French trader, by the name of Estienne Morin, had been involved in high degree Masonry in Bordeaux since 1744 and, in 1747, founded an "Ecossais" lodge (Scots Masters Lodge) in the city of Le Cap Francais, on the north coast of the French colony of Saint-Domingue (now Haiti). Over the next decade, high degree Freemasonry continued to spread to the Western hemisphere as the high degree lodge at Bordeaux warranted or recognized seven Ecossais lodges there. In Paris in the year 1761, a Patent was issued to Estienne Morin, dated 27 August, creating him "Grand Inspector for all parts of the New World." This Patent was signed by officials of the Grand Lodge at Paris and appears to have originally granted him power over the craft lodges only, and not over the high, or "Ecossais", degree lodges. Later attempts to disparage the validity of this Patent calimed, without material evidence that it appeared to have been embellished by Morin, to improve his position over the high degree lodges in the West Indies. The political equivocations of the Bordeaux Lodge provide little to support such claims.


Early writers long believed that a "Rite of Perfection" consisting of 25 degrees, the highest being the "Sublime Prince of the Royal Secret", and being the predecessor of the Scottish Rite, had been formed in Paris by a high degree council calling itself "The Council of Emperors of the East and West". The title "Rite of Perfection" first appeared in the Preface to the "Grand Constitutions of 1786. It is often argued that this Rite of twenty-five degrees was compiled by Estienne Morin and is therefore more properly titled "The Rite of the Royal Secret", or "Morin's Rite". Whether that is to bolster the claims of legitimacy for Charlston is unclear. Regardless, in the person of Morin, Haiti's central role in the advancement of Higher Degree Masonry in the Americas is unquestionable.

Morin again returned to the West Indies in 1762 or 1763, to Saint-Domingue, where, armed with a new Patent, he assumed powers to constitute lodges of all degrees, spreading the high degrees throughout the West Indies and North America. Morin stayed in Saint-Domingue until 1766 when he moved to Jamaica. At Kingston, Jamaica, in 1770, Morin created a "Grand Chapter" of his new Rite (the Grand Council of Jamaica). Morin died in 1771 and was buried in Kingston. On July 21, 1802 the Supreme Council of the French West Indies in Haiti was formed out of the older 1836 Supreme Council of Saint Domingue.

The Caribbean History of Martinez Pasqually

More or less the same time, Jacques de Livron Joachim de la Tour de la Casa Martinez de Pasqually also a Mason from the French city of Grenoble, inherited a property in Saint Domingue and traveled to the place which was within the modern territory of Haiti. He had plans to establish the Chevaliers de l'Ordre de Masons Elus Coens (Order of the Knights Elect Priests of the Universe) which he had previously founded in France. There are still echoes of this Order in the Americas, but despite romantic claims to the contrary, they all appear to derive from the late 19th and early 20th Century based upon the romantic reinventions of Gérard Encausse (Papus) and Robert Ambelain.

Martinez's father Pasqually, was said to have been issued a patent by King Charles Stuart granting him the title of Grand Master and authorizing him to transmit his powers to his firstborn son. This rank and power was transferred to Martinez when he was 28 years old. Martinez subsequently wrote a treatise on the Reintegration of Beings and a commentary on the Pentateuch from the point of view of the philosophy of the High Masonic Degrees.

On September 20, 1774, a little less than two years after his arrival Martinez died in Port-au-Prince. It is said that he named Armand Cagnet Lestère as his successor. However, Armand had little time to devote to the Order and Martinism was silenced. Current claimants to the Martinist banner all derive their origins from the aforementioned 19th and early 20th Century French reinventions.



Martinez Pasqually left students and followers in Europe including the Masons Willermoz and Jean-Baptiste Louis Claude de Saint-Martin. At first they intended to adopt the principles of the Lodge of Saint-Germian-en-Laye and practice the Seven High Degrees. However, internal disputes led Saint-Martin and Willermoz to create independent institutions. Abandoning Enlightenment ideals they sought inspiration from the controversial "speech of the Knight Templar of Ramsay," creating a Senior Corps in Europe. Jean-Baptiste Willermoz founded his own Masonic Lodge, "La Parfait Amitie", which began to conduct studies of alchemy. While the Elus Cohen and Martinism may have ultimately been silenced, Willermoz' efforts, which more truly may be said to have retained the seed of Martinist thought survived through its evolution into what is today called the Rectified Scottish Rite and Swedish Freemasonry.

Out of these origins, according to some authors, the structure of the Scottish Rite has established itself in seven traditional categories:

1) Symbolic Degrees of Apprentice, Fellow and Master;

2) Degree of development of the Universal Symbolic Degrees

3) Degrees based on Enlightenment

4) Jewish and biblical Degrees

5) Templar Degrees

6) Alchemical and Rosicrucian Degrees

7) Administrative and Higher Degrees.

Joseph Cerneau

One more significant player in the History of Freemasonry in the Western Hemisphere emerged from the cradle of Haiti. Although much controversy and a great deal of unjustified slander was leveled at him by that autodidact and self appointed revisionist of Scottish Rite Masonry, Albert Pike, Joseph Cerneau, an unassuming, and apparently quite sincere Freemason and Jeweler from Villeblevin in Central France, became involved in Freemasonry while living in Pre Revolutionary Saint Domingue. At the time of the Haitian Revolution he, like quite a few Frenchmen living in Haiti escaped and went to Cuba. He is remembered for having founded the first Masonic Lodge in Cuba in about 1804 or 1805 before having been deported, as far as can factually be discerned, for the triple crimes of having been French, formerly living in Haiti, and being also a Freemason.

The Spanish authorities at the time lived in terror of the French contagion and Cerneau appeared dangerous to them for these reasons. It seems that their suspicion, if misplaced was not totally unwarranted, as a few years after the innocent Cerneau left for New York, an Afro-Cuban freemason, named Aponte, was caught and executed for attempting to lead a rebellion modeled upon that of Haiti.


Although Cerneau himself did nothing that the "Gentlemen" of Charleston did not themselves do, his form of Scottish Rite, although having much if not more to recommend it, fell victim to the savage attacks of Albert Pike and his southern "Gentlemen" after Cerneau himself had already returned to France, disgusted by the corruption and petty politics of North American Freemasonry in the early 19th Century.

Cerneau did not leave however, until after he has successfully spread his vision of the Higher Degrees to much of the Caribbean and Latin America, having personally granted the 33rd degree to none other than Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, known to those devoted to short and unimaginative names as Simón Bolívar, the liberator of much of Latin America.

Today, Joseph Cerneau is recognized in most of the Americas as the father not only of Cuban Freemasonry, but of the Scottish Rite, and Freemasonry in general in their part of the globe.

This is but a brief introduction to the interaction of Haiti and Freemasonry, a subject to which we will return again.

Los Claros Landmarks en Masonería

Como recoordatorio al tema de los Landmarks, exponemos una vez más un extracto - resumen de un trabajo sobre derecho masónico elaborado por el Hermano colombiano Rodolfo Mantilla Jácome, Gr:. Or:. Fisc:.de la Gr:. Log:. de los Andes y Director de la revista Solidaridad, que puede encontrarse en la red. Es por su brillantez que lo exponemos en este espacio a modo de análisis y reflexión.

“Introducción previa”
1. Los Landmarks o Antiguos Límites, son los Principios Generales de Derecho Masónico, normas de derecho no escrito, que cumplen una importantísima tarea fundamentadora, interpretativa, integradora y limitadora. Constituyen reglas rectoras, punto de partida y de referencia, cuya observancia permite garantizar la conservación de la esencia masónica siempre y en todos los lugares. Nos estamos refiriendo entonces a aquellas ideas básicas sobre las que se funda la Institución Masónica, que surgen lógica y racionalmente de lo que ha sido, es y será la Orden en su propia naturaleza.
Tienen como características el ser fundamentales, preexistentes, subordinantes, universales e inmutables. Están allí, y allí permanecen sin necesidad de ser enumerados, ni contenidos en un código.

Se trata entonces de entender que al hablar de estos Landmarks, Antiguos Límites o Principios Generales de Derecho Masónico, nos estarnos refiriendo es, a esas categorías intelectuales, éticas, institucionales que nos recuerdan con certeza lo que es y lo que no es la Masonería, sin que pueda haber alguien tan osado y tan pretencioso de codificarlas, afirmando que son esos y nada mas que esos, dándole además dogmáticamente un carácter inmodificable a su enumeración.

2. Los Antiguos Usos y Costumbres, también son normas de derecho no escritas, que sin tener las características de los Landmarks, cumplen una tarea supletoria en el derecho masónico, ante los vacíos de la ley positiva. No pueden oponerse a la ley escrita. Pueden ser eliminados, sin que se afecte la esencia de la Orden. Los Antiguos Usos y Costumbres, que no tienen la connotación de principios generales, sino que deben ser estudiados como practicas reiteradas, que por lo mismo se han convertido en costumbres aceptadas, de carácter supletorio ante la ley masónica y sometidas a un régimen diferente, entre otras razones porque estas no tienen el carácter de esencialidad, e inalterabilidad o inmutabilidad.

La exigencia de la creencia en el G.A.D.U., y la exclusión de la mujer no son reglas esenciales o fundamentales para la Orden Masónica. Resaltemos que en su enunciación, la Gran Logia Unida de Inglaterra las señala en lugar diferente a los Antiguos Limites.
Los tradicionalmente presentados como Landmarks, como la lista de Mackey y otras similares, suelen ser antiguos Usos o Costumbres, pero no Landmarks o Principios Generales de Derecho Masónico, pues no reúnen las características ya anotadas para estos. En ese sentido, la creencia en el G.A.D.U. y la regla de la exclusión de las mujeres, son Antiguos Usos pero no Landmarks. Pueden ser eliminados, sin que se afecte la esencia de la Orden. De hecho, las Logias europeas que ya retiraron estas prohibiciones siguen siendo esencialmente masónicas, siendo el problema, más de relaciones internacionales en lo que respecta al reconocimiento masónico, pero eso es otra cosa sobre la cual tendremos que referirnos en otra oportunidad.

“Claros Landmarks”

La Masonería es una Institución cerrada
El Simbolismo de la Masonería
La Logia, como lugar físico y espiritual de los Masones
La Masonería es defensora de los derechos humanos
Los Masones son seres humanos de buenas costumbres
La Masonería le opone al dogmatismo, el libre examen, el libre pensamiento y la razón
La Masonería es ajena como institución a la práctica religiosa
La masonería es ajena como institución a la práctica política
La masonería es una institución democrática


Joaquim Vilalta, V° Ord.'., Gr.'. 9 y Ultimo del Rito Moderno o Francés
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro del Círculo de Estudios del Rito Moderno y Francés "Roëttiers de Montaleau"
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador, 33°
Supremo Consejo del Rito Antiguo y Aceptado para España