13 de diciembre a las 14:00 por Zoom
Conferencia de la M.·. Il.·. Hna.·. Olga Vallejo Rueda: "La Mujer y la Masonería"
Los Presidentes de las "A.·. R.·. L.·. de Le Droit Humain do Oriente de São Paulo", Ivanise Lo Turco, Priscila Martins, Mário Coutinho e Poulo Vicente, invitan a sus Hermanas y Hermanos para la conferencia que será dictada por la Hermana Olga Vallejo, Gran Maestra de la Gran Logia Mixta de los Andes Ecuatoriales, Suprema Comendadora del Sublime Consejo del Rito moderno para el Ecuador y Presidenta de la Unión Masónica Universal del Rito Moderno cuyo tema será "La Mujer y la Masonería".
Conferencia de la M.·. Il.·. Hna.·. Olga Vallejo Rueda: "¿Masonerías?"
M.·.R.·.G.·.M.·.Altas Autoridades
1) Solicitamos puntualidad y si se incorporasen más tarde, por favor hágalo con el micrófono apagado.
2) Las preguntas se harán por escrito en el Chat, al final de la exposición y los conductores la leerán, en lo posible por orden de temas, No se aceptarán preguntas o aclaraciones verbales. Solicitamos no interrumpir la exposición y mantener el micrófono apagado.
3) El acceso estará disponible desde las 11:45 horas de Argentina.
4) Los cupos son limitados.
5) El Link de la conferencia será comunicado a los inscriptos formalmente en esta dirección: https://bit.ly/35MSFNA
VV.·.MM.·.
QQ.·.HH.·. en vuestros Grados, Cargos y Calidades.
Or..·. de Buenos Aires 22 de Noviembre 2020 E.·.V.·:
La R.·.L.·. Bicentenario de Mayo Nro. 10 del Valle de Buenos Aires perteneciente al G.·.O.·.F.·.R.·.A.·. tiene el agrado de invitarlos a esta nueva Conferencia Masónica que se llevará a cabo el 5 de Diciembre.
Hora de comienzo a las 12:00 hrs. de Argentina
Hora de comienzo a las 12:00 hrs. de Argentina
1) Solicitamos puntualidad y si se incorporasen más tarde, por favor hágalo con el micrófono apagado.
2) Las preguntas se harán por escrito en el Chat, al final de la exposición y los conductores la leerán, en lo posible por orden de temas, No se aceptarán preguntas o aclaraciones verbales. Solicitamos no interrumpir la exposición y mantener el micrófono apagado.
3) El acceso estará disponible desde las 11:45 horas de Argentina.
4) Los cupos son limitados.
5) El Link de la conferencia será comunicado a los inscriptos formalmente en esta dirección: https://bit.ly/35MSFNA
Sin más y a la espera de vuestra grata presencia los saludamos Fraternalmente.
Guillermo Gietz Matrero
M.·.V.·.M.·
Guillermo Gietz Matrero
M.·.V.·.M.·
Otra mirada masónica sobre el nacimiento de la Masonería
El nacimiento de la masonería en el siglo XVIII, dejando atrás las teorías que nos remontan a extrañas épocas, es un complejo y poliédrico mundo que se sustenta en líneas generales sobre dos pivotes geográficos: Inglaterra y Francia, con presencias más tangenciales en el resto del continente europeo y americano.
Esta sociabilidad se conforma en base a dos grandes concepciones meta-religiosas diferentes: el orbe católico y el orbe protestante, con reacciones políticas no tan dispares en algunos aspectos, pero muy distantes en algunos momentos.
La vulgata histórica canónica que se ha ido construyendo a lo largo de estos decenios, digamos que es muy lineal, sin que se hayan hecho muchos distingos entre un mundo y otro, más allá de hablar de logias y masones, de jacobitas y protestantes, de estuardistas y hannoverianos sin más… y lo cierto es que nos hemos ido acostumbrando a esos relatos canónicos que por general damos por válidos.
Como estudioso del fenómeno masónico, siempre me han llamado la atención algunos paradigmas, y máxime desde el momento en que he entrado de lleno en el mundo masónico del siglo XVIII, el cual presenta tanto para estudiosos como para lectores una serie de aciertos, pero también un buen número de trampas que la mayoría de los escritores y ensayistas, por una u otra razón o bien reproducen u obvian, digamos que o bien por desconocimiento o por su complejidad…
Ya en su momento Philippe Langlet, y algún que otro ensayista más, nos advertían sobre los problemas que se daban en cuanto al tratamiento historiográfico por parte de diversos autores al hacer tabla rasa al hablar de los paradigmas masónicos fueran ingleses o franceses.
Versaba la advertencia sobre manera en lo referido a los temas de las traducciones de un idioma a otro, del inglés al francés, y viceversa, y las distintas significaciones, lo que Saussure llamó la semiótica del lenguaje.
Cuestión que está muy ausente en muchos trabajos en los que media la traducción, pero como en general solo leemos un texto no advertimos los problemas, solo si se hacen trabajos comparativos entre los textos traducidos, pues vemos que existen disyuntivas muy frecuentes e importante, siendo en ocasiones cuestiones abismales.
Y no es una cuestión digamos que léxica, sino más de concepto, y pongo dos ejemplos para que se me entienda lo que quiero decir, por ejemplo, hace pocos dias leía unas traducciones del inglés al francés, y de ahí al castellano, en las cuales se interpretado por ejemplo los pedestales ingleses por altares, o espíritu por alma.
Lo que deja entrever la gran problemática existente a la hora de explicar el mundo masónico anglosajón, ya no por su peculiar carácter, sino por las artimañas que nos depara su lenguaje y sus conceptos.
Una peculiar construcción que se observa al entrar en el mundo británico del siglo XVIII, cuando uno lleva tiempo estudiando sus textos empieza a ser consciente de los efectos que la Reforma protestante tuvo sobre tal sociedad británica.
Ahí me di cuenta de que tal cuestión, ni fue igual ni se concibió de igual forma en los territorios anglosajones que en el continente, por ejemplo, en Francia donde desde siempre ha imperado la visión cosmogónica católica, ante lo cual me preguntaba ¿Se puede hacer un correlato entre la concepción simbólica inglesa y la francesa? Tal y como se viene haciendo de una manera lineal.
Se puede seguir construyendo una historia masónica sin tener en cuenta que los temas religiosos han influido de una manera profunda en el seno mismo de la sociedad británica y por ende también masónica, sabiendo pero no analizando por ejemplo sus documentos base, por ejemplo, tenemos Old Charges los cuales han ido mutando del catolicismo al anglicanismo y posteriormente al calvinismo, lo que ha supuesto cambios importantes y mutaciones que si no se conocen los intríngulis religiosos que se dieron en esa época en el territorio británico, a veces son cuestiones difíciles de entender, y es más puedo decir que en muchas ocasiones se nos escapan muchas explicaciones.
Es verdad que solemos poner etiquetas para simplificar nuestras percepciones, y así vemos adjetivos calificativos como calvinistas, luteranos, católicos, sin entrar en más disquisiciones, sin saber, por ejemplo, sí el Templo de Salomón, por exponer una cuestión determinada ¿Es lo mismo para un masón protestante británico cuya iglesia y cuya concepción religiosa es producto de una profunda Reforma, que ha modificado su sociedad y pensamiento?
Cuyas extensiones han entrado hasta la médula misma de la masonería, ¿Es lo mismo algunas de estas consideraciones para un masón del Continente, católico, o imbuido en una cultura catolizante, cuando además se estan utilizando bases bíblicas relativamente diferentes?
Esta especie de intuición sobre dicho conflicto, lo he visto generalmente circunscrito que a los temas de las traducciones…, y ha sido todo un descubrimiento leer estos dias un sorprendente libro titulado Le Tuilage Maçonnique de Michel Balmont, profesor de Letras y de Cine, que trabajó bajo la tutoría doctoral de Jacques Brengues, y cuya tesis versó sobre la Semiótica de la Palabra de Paso Masónica. Un ejemplo: los rituales maçonniques français entre 1725 et 1830, la cual se presentó en la Universidad de Rennes-2 en 1992.
Versando el trabajo de Balmont, sobre el método de comunicación y desarrollo acerca de una teoría del cambio simbólico (espacio, tiempo y lenguaje) y que ya en 1984 había esbozado el doctorando Jean-Pierre Lassalle con el tema de La formación y evolución del vocabulario de la francmasonería en Francia el siglo XVIII.
Pero será Balmont, el que ponga el dedo sobre la llaga al indicar ante el análisis de un catecismo de Aprendiz:
· ¿Qué viene hacer usted aquí? Pregunta el Venerable
· Responde el Aprendiz: Superar mis pasiones, presentar mis voluntades y hacer nuevos progresos en la masonería.
A este respecto Balmont, nos indica que tanto «los temas centrales de la pasión y la voluntad, nos reenvían a la filosofía de la edad clásica, pero las diferencias filosóficas de un lado al otro de la Mancha, cada sistema filosófico les ha dado, significados y conceptos bien diferenciados».
De este modo nos va relatando Balmont, como por ejemplo Hobbes y Locke se enfrentan ante dos concepciones y cual diferente pueden ser la cuestión dada o tratada en uno un en otro lugar.
Y nos presenta esta reflexión «¿Si las palabras pronunciadas por los masones ingleses y los masones franceses son las mismas, no se refieren, en esencia, a las mismas realidades filosóficas, a los mismos conceptos, ideas y sistemas? La letra del ritual francés es de origen inglés, no su espíritu y su significación».
Esto nos coloca en una gran tesitura, ya que cabe preguntarse, por poner un ejemplo ¿Si la sacralización que se va perfilando en el seno de la masonería francesa del siglo XVIII es de origen inglés, o bien es una reelaboración de los traductores o de los introductores de los rituales ingleses en el Continente?
O incluso es una reelaboración estructurada en el Continente, y esto es algo que hemos entrevisto en lo relativo a la articulación del gabinete de reflexión masónico, el cual en los ámbitos masónicos ingleses se refieren a este como unas dependencias oscuras o en semi penumbra, las cuales funcionaban en base modelos de estancia para una reflexión serena sobre el paso que el profano y candidato iba a realizar.
Por el contrario, en el Continente se va observando que dichas dependencias o habitaciones se va convirtiendo en un habitáculo muy específico, en el cual se van introduciendo determinados símbolos, y se van articulando toda una para frasis léxica y gestual, con la intención de dotal al espacio, que va quedando reducido a un cubículo, a modo de un seudo-enterramiento que busca una cierta caracterización simbólica y sacral, para de este modo lograr una especie de prueba para conformar el nuevo concepto que se dará a lo largo del siglo XVII sobre todo en Francia con relación a la iniciación, dejando atrás la anglófila forma de pertenecer al fraternidad masónica de la aceptación.
Si tenemos en cuenta la gran hecatombe que supuso la llegada de la Reforma a las islas británicas, que cambió de arriba abajo toda la sociedad civil, y religiosa, que creó nuevos paradigmas de comportamiento, de explicación, y porque no de negación de algunas cuestiones en base a las Reformas puritanas, como se explican de forma lineal algunas singularidades rituales y como se transfieren de una orilla a otra del Canal de la Mancha.
Me queda claro que algunos paradigmas como el Templo de Salomón no es lo mismo o no debe ser lo mismo en significado y significancia para un masón protestante calvinista que para otro masón del continente, su relación con el mundo religioso es distinto, incluso la figura del GADU, que el mundo anglosajón no parece ser una esencial piedra de choque en el Continente, no solo lo es, sino que además es un muro de separación, porque las concepciones son distintas.
Tengo claro que esto que expongo es difícil de explicar, y que son tanteos, pero tal vez tengamos que revisar algunos planteamientos, y tengamos que analizar algunas temáticas vertidas, incluso algunas partes de la ritualidad desde esa contingencia religiosa, verlas y analizarlas sabiendo lo que es y ha significado el mundo de la Reforma, pero incluso lo que han significado de cambio ritual estar en un proceso anglicano o calvinista.
Desde luego es una línea a explorar, la cual nos puede ayudar a explicar los dos mundos rituales, tan diferentes como es el británico y el continental, con axiomas y paradigmas a veces tan desiguales.
He dicho.
Victor Guerra
Vº Orden, Gr.·. 9 y último del Rito Moderno o Francés
Miembro Honorario del Soberano Gran Capítulo de Caballeros Rosacruz de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. “Estrela do Norte – Grande Oriente Lusitano
Presidente del Círculo de estudios del Rito Moderno y Francés Roëttiers de Montaleau
Esta sociabilidad se conforma en base a dos grandes concepciones meta-religiosas diferentes: el orbe católico y el orbe protestante, con reacciones políticas no tan dispares en algunos aspectos, pero muy distantes en algunos momentos.
La vulgata histórica canónica que se ha ido construyendo a lo largo de estos decenios, digamos que es muy lineal, sin que se hayan hecho muchos distingos entre un mundo y otro, más allá de hablar de logias y masones, de jacobitas y protestantes, de estuardistas y hannoverianos sin más… y lo cierto es que nos hemos ido acostumbrando a esos relatos canónicos que por general damos por válidos.
Como estudioso del fenómeno masónico, siempre me han llamado la atención algunos paradigmas, y máxime desde el momento en que he entrado de lleno en el mundo masónico del siglo XVIII, el cual presenta tanto para estudiosos como para lectores una serie de aciertos, pero también un buen número de trampas que la mayoría de los escritores y ensayistas, por una u otra razón o bien reproducen u obvian, digamos que o bien por desconocimiento o por su complejidad…
Ya en su momento Philippe Langlet, y algún que otro ensayista más, nos advertían sobre los problemas que se daban en cuanto al tratamiento historiográfico por parte de diversos autores al hacer tabla rasa al hablar de los paradigmas masónicos fueran ingleses o franceses.
Versaba la advertencia sobre manera en lo referido a los temas de las traducciones de un idioma a otro, del inglés al francés, y viceversa, y las distintas significaciones, lo que Saussure llamó la semiótica del lenguaje.
Cuestión que está muy ausente en muchos trabajos en los que media la traducción, pero como en general solo leemos un texto no advertimos los problemas, solo si se hacen trabajos comparativos entre los textos traducidos, pues vemos que existen disyuntivas muy frecuentes e importante, siendo en ocasiones cuestiones abismales.
Y no es una cuestión digamos que léxica, sino más de concepto, y pongo dos ejemplos para que se me entienda lo que quiero decir, por ejemplo, hace pocos dias leía unas traducciones del inglés al francés, y de ahí al castellano, en las cuales se interpretado por ejemplo los pedestales ingleses por altares, o espíritu por alma.
Lo que deja entrever la gran problemática existente a la hora de explicar el mundo masónico anglosajón, ya no por su peculiar carácter, sino por las artimañas que nos depara su lenguaje y sus conceptos.
Una peculiar construcción que se observa al entrar en el mundo británico del siglo XVIII, cuando uno lleva tiempo estudiando sus textos empieza a ser consciente de los efectos que la Reforma protestante tuvo sobre tal sociedad británica.
Ahí me di cuenta de que tal cuestión, ni fue igual ni se concibió de igual forma en los territorios anglosajones que en el continente, por ejemplo, en Francia donde desde siempre ha imperado la visión cosmogónica católica, ante lo cual me preguntaba ¿Se puede hacer un correlato entre la concepción simbólica inglesa y la francesa? Tal y como se viene haciendo de una manera lineal.
Se puede seguir construyendo una historia masónica sin tener en cuenta que los temas religiosos han influido de una manera profunda en el seno mismo de la sociedad británica y por ende también masónica, sabiendo pero no analizando por ejemplo sus documentos base, por ejemplo, tenemos Old Charges los cuales han ido mutando del catolicismo al anglicanismo y posteriormente al calvinismo, lo que ha supuesto cambios importantes y mutaciones que si no se conocen los intríngulis religiosos que se dieron en esa época en el territorio británico, a veces son cuestiones difíciles de entender, y es más puedo decir que en muchas ocasiones se nos escapan muchas explicaciones.
Es verdad que solemos poner etiquetas para simplificar nuestras percepciones, y así vemos adjetivos calificativos como calvinistas, luteranos, católicos, sin entrar en más disquisiciones, sin saber, por ejemplo, sí el Templo de Salomón, por exponer una cuestión determinada ¿Es lo mismo para un masón protestante británico cuya iglesia y cuya concepción religiosa es producto de una profunda Reforma, que ha modificado su sociedad y pensamiento?
Cuyas extensiones han entrado hasta la médula misma de la masonería, ¿Es lo mismo algunas de estas consideraciones para un masón del Continente, católico, o imbuido en una cultura catolizante, cuando además se estan utilizando bases bíblicas relativamente diferentes?
Esta especie de intuición sobre dicho conflicto, lo he visto generalmente circunscrito que a los temas de las traducciones…, y ha sido todo un descubrimiento leer estos dias un sorprendente libro titulado Le Tuilage Maçonnique de Michel Balmont, profesor de Letras y de Cine, que trabajó bajo la tutoría doctoral de Jacques Brengues, y cuya tesis versó sobre la Semiótica de la Palabra de Paso Masónica. Un ejemplo: los rituales maçonniques français entre 1725 et 1830, la cual se presentó en la Universidad de Rennes-2 en 1992.
Versando el trabajo de Balmont, sobre el método de comunicación y desarrollo acerca de una teoría del cambio simbólico (espacio, tiempo y lenguaje) y que ya en 1984 había esbozado el doctorando Jean-Pierre Lassalle con el tema de La formación y evolución del vocabulario de la francmasonería en Francia el siglo XVIII.
Pero será Balmont, el que ponga el dedo sobre la llaga al indicar ante el análisis de un catecismo de Aprendiz:
· ¿Qué viene hacer usted aquí? Pregunta el Venerable
· Responde el Aprendiz: Superar mis pasiones, presentar mis voluntades y hacer nuevos progresos en la masonería.
A este respecto Balmont, nos indica que tanto «los temas centrales de la pasión y la voluntad, nos reenvían a la filosofía de la edad clásica, pero las diferencias filosóficas de un lado al otro de la Mancha, cada sistema filosófico les ha dado, significados y conceptos bien diferenciados».
De este modo nos va relatando Balmont, como por ejemplo Hobbes y Locke se enfrentan ante dos concepciones y cual diferente pueden ser la cuestión dada o tratada en uno un en otro lugar.
Y nos presenta esta reflexión «¿Si las palabras pronunciadas por los masones ingleses y los masones franceses son las mismas, no se refieren, en esencia, a las mismas realidades filosóficas, a los mismos conceptos, ideas y sistemas? La letra del ritual francés es de origen inglés, no su espíritu y su significación».
Esto nos coloca en una gran tesitura, ya que cabe preguntarse, por poner un ejemplo ¿Si la sacralización que se va perfilando en el seno de la masonería francesa del siglo XVIII es de origen inglés, o bien es una reelaboración de los traductores o de los introductores de los rituales ingleses en el Continente?
O incluso es una reelaboración estructurada en el Continente, y esto es algo que hemos entrevisto en lo relativo a la articulación del gabinete de reflexión masónico, el cual en los ámbitos masónicos ingleses se refieren a este como unas dependencias oscuras o en semi penumbra, las cuales funcionaban en base modelos de estancia para una reflexión serena sobre el paso que el profano y candidato iba a realizar.
Por el contrario, en el Continente se va observando que dichas dependencias o habitaciones se va convirtiendo en un habitáculo muy específico, en el cual se van introduciendo determinados símbolos, y se van articulando toda una para frasis léxica y gestual, con la intención de dotal al espacio, que va quedando reducido a un cubículo, a modo de un seudo-enterramiento que busca una cierta caracterización simbólica y sacral, para de este modo lograr una especie de prueba para conformar el nuevo concepto que se dará a lo largo del siglo XVII sobre todo en Francia con relación a la iniciación, dejando atrás la anglófila forma de pertenecer al fraternidad masónica de la aceptación.
Si tenemos en cuenta la gran hecatombe que supuso la llegada de la Reforma a las islas británicas, que cambió de arriba abajo toda la sociedad civil, y religiosa, que creó nuevos paradigmas de comportamiento, de explicación, y porque no de negación de algunas cuestiones en base a las Reformas puritanas, como se explican de forma lineal algunas singularidades rituales y como se transfieren de una orilla a otra del Canal de la Mancha.
Me queda claro que algunos paradigmas como el Templo de Salomón no es lo mismo o no debe ser lo mismo en significado y significancia para un masón protestante calvinista que para otro masón del continente, su relación con el mundo religioso es distinto, incluso la figura del GADU, que el mundo anglosajón no parece ser una esencial piedra de choque en el Continente, no solo lo es, sino que además es un muro de separación, porque las concepciones son distintas.
Tengo claro que esto que expongo es difícil de explicar, y que son tanteos, pero tal vez tengamos que revisar algunos planteamientos, y tengamos que analizar algunas temáticas vertidas, incluso algunas partes de la ritualidad desde esa contingencia religiosa, verlas y analizarlas sabiendo lo que es y ha significado el mundo de la Reforma, pero incluso lo que han significado de cambio ritual estar en un proceso anglicano o calvinista.
Desde luego es una línea a explorar, la cual nos puede ayudar a explicar los dos mundos rituales, tan diferentes como es el británico y el continental, con axiomas y paradigmas a veces tan desiguales.
He dicho.
Victor Guerra
Vº Orden, Gr.·. 9 y último del Rito Moderno o Francés
Miembro Honorario del Soberano Gran Capítulo de Caballeros Rosacruz de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. “Estrela do Norte – Grande Oriente Lusitano
Presidente del Círculo de estudios del Rito Moderno y Francés Roëttiers de Montaleau
Miembro de la Academia Internacional del la Vª Orden del Rito Moderno - UMURM
V.·. M.·. Ad Vitam de la Logia de Ivestigación “Los Modernos”
V.·. M.·. Ad Vitam de la Logia de Ivestigación “Los Modernos”
Franc-Maçonnerie et religion
Retracer les relations entre Franc-Maçonnerie et religion signifie en très grande partie présenter les rapports conflictuels qui, depuis la naissance de la Franc-Maçonnerie spéculative au XVIIIe siècle, avec la fondation de la Grande Loge de Londres, ont marqué la relation de la Franc-Maçonnerie avec les Eglises chrétiennes, l’Eglise catholique en premier lieu, mais aussi l’Eglise orthodoxe, certaines Eglises protestantes et, plus récemment, même l’Eglise anglicane. On ne traitera ici que des rapports entre Franc-Maçonnerie et Eglises catholique et anglicane, qui historiquement sont les plus importants.
La Franc-Maçonnerie opérative du Moyen Age était imprégnée de catholicisme et restait sous le contrôle de l’Eglise, la fête de Saint-Jean voyait les maçons assister ensemble à la messe du patron de leur corporation et les religieux de tous ordres étaient très présents parmi eux. Jusqu’au début du XVIIIe siècle, même sur le continent, même en France, plusieurs ecclésiastiques, des évêques même, étaient membres éminents de Loges maçonniques sans que cela ne leur pose aucun problème.
Avec la fondation de la Grande Loge de Londres la donne a changé et la Franc-Maçonnerie est devenue, ou elle a été perçue comme si elle était, un agent de l’anglicanisme. Grands voyageurs, les Anglais ont ouvert des Loges partout où ils allaient, même à Rome, ville dont le pape était à l’époque le souverain temporel, en même temps qu’il était le chef spirituel de l’Eglise catholique.
Cette situation nouvelle ne pouvait pas le laisser indifférent. Ainsi le 28 avril 1738 le pape Clément XII fulmine contre la Franc-Maçonnerie la Bulle In Eminenti apostolatus specula, condamnant à l’excommunication majeure les catholiques qui adhèrent ou favorisent la Franc-Maçonnerie.
Les raisons de cette condamnation étaient les suivantes :
les Francs-Maçons sont « fortement suspects d’hérésie », en raison du secret maçonnique et du serment qu’ils prêtent sur la Bible car, je cite « si les Francs-Maçons ne faisaient pas le mal, ils n’auraient pas cette haine de la lumière ». A ce motif principal, la Bulle In Eminenti en ajoute un autre ainsi rédigé : « et pour d’autres motifs justes et raisonnables de Nous connus ». La formulation très peu explicite de ce second motif a donné lieu a plusieurs spéculations, il semblerait aujourd’hui –sur la base de recherches faites dans les archives du Vatican- qu’il s’agisse là d’un critère civil, toute association non officiellement autorisée étant considérée, selon le droit canon de l’époque, comme subversive pour l’Etat. Il y aurait donc une double raison à cette première condamnation de la Franc-Maçonnerie par l’Eglise catholique, premièrement religieuse, secondairement civile.
Cette condamnation de la Franc-Maçonnerie fut renouvelée, avec les mêmes raisons, par le pape Bénoît XIV en 1751.
L’application de ces condamnations a varié selon les Etats et leur religion. La première Bulle fut appliquée immédiatement, bien entendu, dans les Etat de l’Eglise, mais aussi à Venise, en Sardaigne, en Pologne, en Espagne et au Portugal, tous des pays catholiques. En France, pays catholique mais toujours très soucieux de préserver les droits de l’Etat face à l’Eglise, aucune des Bulles du XVIIIe siècle ne fut appliquée, car elles ne furent pas enregistrées par le Parlement de Paris, ce qui était nécessaire et indispensable pour qu’elles puissent être exécutées, en vertu du principe qu’une loi non promulguée n’est pas contraignante, or une loi non enregistrée par le Parlement de Paris était considérée comme non promulguée.
Ce n’est qu’après la révolution française, à la suite du concordat de 1801 entre l’Empire napoléonien et l’Eglise catholique que les Bulles pontificales devinrent automatiquement applicables aux catholiques en France, sans besoin d’être enregistrées au préalable par le pouvoir civil français.
Par ailleurs, la condamnation de la Franc-Maçonnerie par l’Eglise catholique fut confirmée en 1865 par le pape Pie IX et en 1884 le pape Léon XIII étoffa l’argumentaire théologique de ses prédécesseurs, en condamnant la tolérance dont la Franc-Maçonnerie faisait preuve en admettant dans ses Loges des principes et des personnes contraires aux dogmes de la foi catholique :
« Pour eux (les Francs-Maçons), en dehors de ce que peut comprendre la raison humaine, il n’y a ni dogme religieux ni vérité […] De plus, en ouvrant leurs rangs à des adeptes qui viennent à eux des religions les plus diverses, ils deviennent plus capables d’accréditer la grande erreur des temps présents, laquelle consiste à réléguer au rang des choses indifférentes le souci de la religion et à mettre sur le pied de l’égalité toutes les formes religieuses, alors que la religion catholique est la seule véritable. »
On ne pouvait pas être plus clair.
Cela étant bien entendu valable là ou le catholicisme était la religion d’Etat, ou dominante.
En Angleterre, mettant fin aux luttes qui avaient opposé les Grandes Loges dites des Anciens et des Modernes, la Grande Loge Unie d’Angleterre venait de se constituer en 1813. Le duc de Sussex en était le Grand Maître, le prince de Galles (le futur roi Edouard VII) allait le devenir à son tour en 1875. La Franc-Maçonnerie allait ainsi devenir une institution d’Etat, au même titre que l’Eglise anglicane, dont le primat, l’archevêque de Canterbury, nommé par le roi, serait un jour aussi un frère.
Cette différence importante entre les îles britanniques et le continent européen explique l’évolution très différente de la Franc-Maçonnerie des deux côtés de la Manche, vers un anticléricalisme de plus en plus marqué, un agnosticisme et même un athéisme affiché sur le Continent, en opposition aux excommunications successives de l’Eglise catholique ; vers un conservatisme politique et religieux en Angleterre, en symbiose avec les autorités civiles et religieuses de l’« establishment », dont la Franc-Maçonnerie était devenue un des piliers les plus solides.
Après la première guerre mondiale, le nouveau code de droit canon promulgué en 1917 par le pape Bénoît XV avait un peu nuancé la position de rejet de la Franc-Maçonnerie par l’Eglise catholique, son article 2335 n’interdisant plus aux fidèles sous peine d’excommunication que l’adhésion « à une secte maçonnique ou autre se livrant à des machinations contre l’Eglise ou les pouvoirs civiles légitimes. » On pouvait en déduire, et d’aucuns l’ont fait, qu’on avait le droit d’adhérer à des Loges ne cospirant pas contre l’Eglise ou l’Etat, mais cette interprétation était –me semble-t-il– tirée par les cheveux. En réalité, meme si la formulation avait quelque peu changé, le fonds restait le même et pour l’Eglise toute « secte maçonnique » (il faut souligner l’emploi du mot préjoratif « secte » pour désigner la Franc-Maçonnerie, courant en Italie dans les milieux catholiques intégristes) restait opposée à l’Eglise et donc sujette à l’excommunication.
En Angleterre, encore en 1935, appartenaient à la Grande Loge Unie d’Angleterre les trois fils du roi : le prince de Galles, qui était Grand Maître Provincial du Surrey, le duc de York, Grand Maître Provincial du Middlesex et le duc de Kent, Premier Grand Surveillant. En étaient aussi membres le gendre du roi le comte de Harwood, Grand Maître Provincial du West Yorkshire, son oncle le duc de Connaught, Grand Maître de la Grande Loge Unie d’Angleterre, et son fils le prince Arthur, Grand Maître Provincial du Berkshire. Il y avait aussi de nombreux Franc-Maçons parmi le clergé de l’Eglise anglicane. [1]
Cette différence entre l’Angleterre et les pays du continent européen allait continuer de marquer l’évolution de la Franc-Maçonnerie des deux côtés de la Manche pendant les années suivantes et jusqu’à aujourd’hui.
Avec le Concile Vatican II il a semblé se faire une ouverture de la part de l’Eglise catholique vers ces Franc-Maçons « qui croient en Dieu », ce qui paradoxalement signifie ceux qui appartiennent à la Grande Loge Unie d’Angleterre, donc des anglicans dans leur écrasante majorité, tous les autres restant toujours sujets à l’excommunication majeure.
En 1983 le pape Jean-Paul II publiait un nouveau code de droit canon, qui ne cite plus explicitement la Franc-Maçonnerie. Il semblait donc que celle-ci tombait dès lors sous le droit commun des associations, qui prévoit d’après l’article 1374 qu’« est puni d’une juste peine celui qui adhère à une association conspirant contre l’Eglise. »
Un certain nombre de Frères éminents du Continent (appartenant pour leur grande majorité à la Grande Loge Nationale Française) en ont immédiatement déduit que l’Eglise permettait à des catholiques l’appartenance à des Loges relevant de Grandes Loges dites régulières, reconnues donc par la Grande Loge Unie d’Angleterre, dont la leur.
Mais le 26 novembre 1983 la Congrégation romaine de la doctrine de la foi (ex Saint-Office) publiait une note explicative, approuvée par le pape, disant explicitement que :
« Le jugement négatif de l’Eglise vis-à-vis de la Maçonnerie reste le même, puisque les principes de celle-ci ont toujours été jugés inconciliables avec les doctrines de l’Eglise. Les fidèles qui en font partie sont en état de péché grave et ne peuvent pas recevoir l’eucharistie. […] Les autorités ecclésiastiques locales n’ont pas compétence pour se prononcer sur la nature des associations maçonniques par un jugement qui impliquerait une dérogation à cette déclaration. »
Encore une fois, on ne pouvait pas être plus clair et la dernière phrase citée coupait l’herbe sous les pieds à ces évêques allemands qui auraient voulu reconnaître comme compatible avec l’appartenance à l’Eglise catholique la fréquentation de Loges dites régulières et demandant explicitement à leurs membres la croyance en un GADL’U conçu comme un Dieu créateur et personnel.
Afin de clarifier sa position, dans une déclaration publique datant de 1985, la Grande Loge Unie d’Angleterre a publié ce qui suit au sujet des rapports entre Franc-Maçonnerie et religion :
1) La Franc-Maçonnerie n’est pas une religion, ni le substitut d’une religion. Elle demande à ses membres la croyance pleine et sincère en l’existence d’un Etre Suprême, mais ne fournit aucune doctrine de foi qui lui soit propre.
2) La Franc-Maçonnerie est ouverte aux hommes appartenant à toutes les confessions religieuses. Pendant les réunions toute discussion de caractère théologique est interdite.
3) Il n’y a pas un dieu maçonnique : le dieu d’un Franc-Maçon est celui de la religion qu’il professe.
4) Les Franc-Maçons se réunissent dans le respect commun de l’Etre Suprême, qui reste suprême dans leurs confessions religieuses respectives.
5) La Franc-Maçonnerie n’essaie en aucune façon de fondre ensemble les religions existantes. Il n’y a donc aucun dieu maçonnique composite.
6) La Franc-Maçonnerie n’a aucun des éléments fondamentaux d’une religion, et notamment :
a) elle n’a aucune doctrine théologique et, en interdisant toute discussion religieuse pendant ses réunions, elle ne permet pas la naissance d’une doctrine théologique maçonnique.
b) elle n’offre aucun sacrement ni n’exerce aucun culte.
c) elle ne prétend pas conduire au salut par des œuvres ou des connaissances secrètes, ou par n’importe quel autre moyen. Les éléments réservés de la Franc-Maçonnerie concernent les signes de reconnaissance ainsi que les règles de l’art de la construction, transférés sur un plan symbolique, métaphorique et moral, et donc n’ayant aucun rapport avec le salut et l’eschatologie.
7) La Franc-Maçonnerie soutient la religion et ne lui est pas indifférente. Elle demande à tous ses membres de suivre chacun sa propre foi et de mettre ses devoirs envers dieu (quel que soit le nom par lequel il l’appelle) au-dessus de tous les autres. Les enseignements moraux de la Franc-Maçonnerie peuvent être acceptés par toutes les religions, elle soutient donc la religion.
Il est clair d’après ces lignes que, même si les Francs-Maçons anglais prétendent que la Franc-Maçonnerie « soutient la religion », elle ne peut pas être jugée comme compatible avec le catholicisme par l’Eglise, qui par la voix de l’Osservatore Romano du 23 février 1985 publiait le commentaire suivant :
« Il n’est pas possible pour un catholique de vivre sa relation avec Dieu en la partageant en deux modalités : l’une humanitaire, qui serait supraconfessionnelle et une, personnelle et intérieure, qui serait chrétienne. […] Le climat de secret, qui règne dans les loges, comporte en outre le risque pour les inscrits de devenir les instruments d’une stratégie qu’ils ignorent. »
Les deux arguments de la Bulle In Eminenti de 1738 sont donc toujours valables : le secret et l’hérésie, présentée sous la forme plus moderne de la supraconfessionalité, inadmissible pour une Eglise qui prétend être la seule détentrice de l’unique Vérité.
Paradoxalement, au moment même où les Francs-Maçons anglais prétendent que la Franc-Maçonnerie « soutient la religion et ne lui est pas indifférente », l’Eglise anglicane a rejoint les rangs de l’Eglise catholique et l’archevêque de Canterbury, le Dr. Rowan Williams, s’est ouvertement opposé à la Franc-Maçonnerie.
Dans deux articles publiés par le journal Independent du vendredi 15 novembre 2002, le nouvel archevêque a donné son opinion sur la Franc-Maçonnerie : il a soutenu qu’elle pourrait avoir une base satanique et il s’est dit opposé à la promotion à des postes de responsabilité dans l’Eglise anglicane de tout ecclésiastique qui serait en même temps Francs-Maçons.
Dans une interview radiophonique donnée le même jour, le Grand Secrétaire de la Grande Loge Unie d’Angleterre a fait remarquer qu’il était regrettable que le nouvel archevêque ait fait ces déclarations infondées sans avoir essayé d’en discuter au préalable avec les autorités de la Grande Loge, il a rappelé ensuite que la Franc-Maçonnerie n’est pas une société secrète, ainsi qu’il a été reconnu par un jugement de la Cour européenne des Droits de l’Homme du mois de juillet 2001, il a souligné qu’il est complètement contraire à la vérité de prétendre que la Franc-Maçonnerie pourrait avoir une base satanique et que la publication dans un journal de cette affirmation infondée pourrait causer une grande détresse à plusieurs anglicans qui sont Francs-Maçons et pour leurs familles, il a pour finir fait remarquer que l’intention de l’archevêque de vouloir discriminer les ecclésiastiques qui appartiennent en même temps à la Franc-Maçonnerie est contraire aux Droits de l’Homme et à la loi, et donc illégale.
Il est intéressant de remarquer que l’Eglise anglicane vient d’admettre récemment les femmes à la prêtrise et que son archevêque a officiellement déclaré qu’il est favorable à l’ordination de personnes se déclarant ouvertement homosexuelles, il n’y a apparamment donc plus que les Francs-Maçons qui lui posent problème.
On voit que même en Angleterre, sa patrie d’origine, la compatibilité entre la Franc-Maçonnerie spéculative et la religion chrétienne est aujourd’hui remise en cause.
Fabrizio Frigerio Ve Ordre, Grade 9
Suprême Commandeur du Sublime Conseil du Grand Chapitre Général Mixte de Belgique,
Membre honoraire du Grand Chapitre des Chevaliers Rose-Croix du Portugal,
Membre de l’Académie Internationale du Ve Ordre - UMURM.
[1] L’Eglise anglicane n’a commencé à mettre en discussion l’appartenance de son clergé à la Franc-Maçonnerie qu’en 1952, cf. Neville B. Cryer, « La Franc-Maçonnerie anglaise », in : Maçonnerie, maçonneries, éd. par Jacques Marx, Bruxelles, 1990, p. 101-123.
La Franc-Maçonnerie opérative du Moyen Age était imprégnée de catholicisme et restait sous le contrôle de l’Eglise, la fête de Saint-Jean voyait les maçons assister ensemble à la messe du patron de leur corporation et les religieux de tous ordres étaient très présents parmi eux. Jusqu’au début du XVIIIe siècle, même sur le continent, même en France, plusieurs ecclésiastiques, des évêques même, étaient membres éminents de Loges maçonniques sans que cela ne leur pose aucun problème.
Avec la fondation de la Grande Loge de Londres la donne a changé et la Franc-Maçonnerie est devenue, ou elle a été perçue comme si elle était, un agent de l’anglicanisme. Grands voyageurs, les Anglais ont ouvert des Loges partout où ils allaient, même à Rome, ville dont le pape était à l’époque le souverain temporel, en même temps qu’il était le chef spirituel de l’Eglise catholique.
Cette situation nouvelle ne pouvait pas le laisser indifférent. Ainsi le 28 avril 1738 le pape Clément XII fulmine contre la Franc-Maçonnerie la Bulle In Eminenti apostolatus specula, condamnant à l’excommunication majeure les catholiques qui adhèrent ou favorisent la Franc-Maçonnerie.
Les raisons de cette condamnation étaient les suivantes :
les Francs-Maçons sont « fortement suspects d’hérésie », en raison du secret maçonnique et du serment qu’ils prêtent sur la Bible car, je cite « si les Francs-Maçons ne faisaient pas le mal, ils n’auraient pas cette haine de la lumière ». A ce motif principal, la Bulle In Eminenti en ajoute un autre ainsi rédigé : « et pour d’autres motifs justes et raisonnables de Nous connus ». La formulation très peu explicite de ce second motif a donné lieu a plusieurs spéculations, il semblerait aujourd’hui –sur la base de recherches faites dans les archives du Vatican- qu’il s’agisse là d’un critère civil, toute association non officiellement autorisée étant considérée, selon le droit canon de l’époque, comme subversive pour l’Etat. Il y aurait donc une double raison à cette première condamnation de la Franc-Maçonnerie par l’Eglise catholique, premièrement religieuse, secondairement civile.
Cette condamnation de la Franc-Maçonnerie fut renouvelée, avec les mêmes raisons, par le pape Bénoît XIV en 1751.
L’application de ces condamnations a varié selon les Etats et leur religion. La première Bulle fut appliquée immédiatement, bien entendu, dans les Etat de l’Eglise, mais aussi à Venise, en Sardaigne, en Pologne, en Espagne et au Portugal, tous des pays catholiques. En France, pays catholique mais toujours très soucieux de préserver les droits de l’Etat face à l’Eglise, aucune des Bulles du XVIIIe siècle ne fut appliquée, car elles ne furent pas enregistrées par le Parlement de Paris, ce qui était nécessaire et indispensable pour qu’elles puissent être exécutées, en vertu du principe qu’une loi non promulguée n’est pas contraignante, or une loi non enregistrée par le Parlement de Paris était considérée comme non promulguée.
Ce n’est qu’après la révolution française, à la suite du concordat de 1801 entre l’Empire napoléonien et l’Eglise catholique que les Bulles pontificales devinrent automatiquement applicables aux catholiques en France, sans besoin d’être enregistrées au préalable par le pouvoir civil français.
Par ailleurs, la condamnation de la Franc-Maçonnerie par l’Eglise catholique fut confirmée en 1865 par le pape Pie IX et en 1884 le pape Léon XIII étoffa l’argumentaire théologique de ses prédécesseurs, en condamnant la tolérance dont la Franc-Maçonnerie faisait preuve en admettant dans ses Loges des principes et des personnes contraires aux dogmes de la foi catholique :
« Pour eux (les Francs-Maçons), en dehors de ce que peut comprendre la raison humaine, il n’y a ni dogme religieux ni vérité […] De plus, en ouvrant leurs rangs à des adeptes qui viennent à eux des religions les plus diverses, ils deviennent plus capables d’accréditer la grande erreur des temps présents, laquelle consiste à réléguer au rang des choses indifférentes le souci de la religion et à mettre sur le pied de l’égalité toutes les formes religieuses, alors que la religion catholique est la seule véritable. »
On ne pouvait pas être plus clair.
Cela étant bien entendu valable là ou le catholicisme était la religion d’Etat, ou dominante.
En Angleterre, mettant fin aux luttes qui avaient opposé les Grandes Loges dites des Anciens et des Modernes, la Grande Loge Unie d’Angleterre venait de se constituer en 1813. Le duc de Sussex en était le Grand Maître, le prince de Galles (le futur roi Edouard VII) allait le devenir à son tour en 1875. La Franc-Maçonnerie allait ainsi devenir une institution d’Etat, au même titre que l’Eglise anglicane, dont le primat, l’archevêque de Canterbury, nommé par le roi, serait un jour aussi un frère.
Cette différence importante entre les îles britanniques et le continent européen explique l’évolution très différente de la Franc-Maçonnerie des deux côtés de la Manche, vers un anticléricalisme de plus en plus marqué, un agnosticisme et même un athéisme affiché sur le Continent, en opposition aux excommunications successives de l’Eglise catholique ; vers un conservatisme politique et religieux en Angleterre, en symbiose avec les autorités civiles et religieuses de l’« establishment », dont la Franc-Maçonnerie était devenue un des piliers les plus solides.
Après la première guerre mondiale, le nouveau code de droit canon promulgué en 1917 par le pape Bénoît XV avait un peu nuancé la position de rejet de la Franc-Maçonnerie par l’Eglise catholique, son article 2335 n’interdisant plus aux fidèles sous peine d’excommunication que l’adhésion « à une secte maçonnique ou autre se livrant à des machinations contre l’Eglise ou les pouvoirs civiles légitimes. » On pouvait en déduire, et d’aucuns l’ont fait, qu’on avait le droit d’adhérer à des Loges ne cospirant pas contre l’Eglise ou l’Etat, mais cette interprétation était –me semble-t-il– tirée par les cheveux. En réalité, meme si la formulation avait quelque peu changé, le fonds restait le même et pour l’Eglise toute « secte maçonnique » (il faut souligner l’emploi du mot préjoratif « secte » pour désigner la Franc-Maçonnerie, courant en Italie dans les milieux catholiques intégristes) restait opposée à l’Eglise et donc sujette à l’excommunication.
En Angleterre, encore en 1935, appartenaient à la Grande Loge Unie d’Angleterre les trois fils du roi : le prince de Galles, qui était Grand Maître Provincial du Surrey, le duc de York, Grand Maître Provincial du Middlesex et le duc de Kent, Premier Grand Surveillant. En étaient aussi membres le gendre du roi le comte de Harwood, Grand Maître Provincial du West Yorkshire, son oncle le duc de Connaught, Grand Maître de la Grande Loge Unie d’Angleterre, et son fils le prince Arthur, Grand Maître Provincial du Berkshire. Il y avait aussi de nombreux Franc-Maçons parmi le clergé de l’Eglise anglicane. [1]
Cette différence entre l’Angleterre et les pays du continent européen allait continuer de marquer l’évolution de la Franc-Maçonnerie des deux côtés de la Manche pendant les années suivantes et jusqu’à aujourd’hui.
Avec le Concile Vatican II il a semblé se faire une ouverture de la part de l’Eglise catholique vers ces Franc-Maçons « qui croient en Dieu », ce qui paradoxalement signifie ceux qui appartiennent à la Grande Loge Unie d’Angleterre, donc des anglicans dans leur écrasante majorité, tous les autres restant toujours sujets à l’excommunication majeure.
En 1983 le pape Jean-Paul II publiait un nouveau code de droit canon, qui ne cite plus explicitement la Franc-Maçonnerie. Il semblait donc que celle-ci tombait dès lors sous le droit commun des associations, qui prévoit d’après l’article 1374 qu’« est puni d’une juste peine celui qui adhère à une association conspirant contre l’Eglise. »
Un certain nombre de Frères éminents du Continent (appartenant pour leur grande majorité à la Grande Loge Nationale Française) en ont immédiatement déduit que l’Eglise permettait à des catholiques l’appartenance à des Loges relevant de Grandes Loges dites régulières, reconnues donc par la Grande Loge Unie d’Angleterre, dont la leur.
Mais le 26 novembre 1983 la Congrégation romaine de la doctrine de la foi (ex Saint-Office) publiait une note explicative, approuvée par le pape, disant explicitement que :
« Le jugement négatif de l’Eglise vis-à-vis de la Maçonnerie reste le même, puisque les principes de celle-ci ont toujours été jugés inconciliables avec les doctrines de l’Eglise. Les fidèles qui en font partie sont en état de péché grave et ne peuvent pas recevoir l’eucharistie. […] Les autorités ecclésiastiques locales n’ont pas compétence pour se prononcer sur la nature des associations maçonniques par un jugement qui impliquerait une dérogation à cette déclaration. »
Encore une fois, on ne pouvait pas être plus clair et la dernière phrase citée coupait l’herbe sous les pieds à ces évêques allemands qui auraient voulu reconnaître comme compatible avec l’appartenance à l’Eglise catholique la fréquentation de Loges dites régulières et demandant explicitement à leurs membres la croyance en un GADL’U conçu comme un Dieu créateur et personnel.
Afin de clarifier sa position, dans une déclaration publique datant de 1985, la Grande Loge Unie d’Angleterre a publié ce qui suit au sujet des rapports entre Franc-Maçonnerie et religion :
1) La Franc-Maçonnerie n’est pas une religion, ni le substitut d’une religion. Elle demande à ses membres la croyance pleine et sincère en l’existence d’un Etre Suprême, mais ne fournit aucune doctrine de foi qui lui soit propre.
2) La Franc-Maçonnerie est ouverte aux hommes appartenant à toutes les confessions religieuses. Pendant les réunions toute discussion de caractère théologique est interdite.
3) Il n’y a pas un dieu maçonnique : le dieu d’un Franc-Maçon est celui de la religion qu’il professe.
4) Les Franc-Maçons se réunissent dans le respect commun de l’Etre Suprême, qui reste suprême dans leurs confessions religieuses respectives.
5) La Franc-Maçonnerie n’essaie en aucune façon de fondre ensemble les religions existantes. Il n’y a donc aucun dieu maçonnique composite.
6) La Franc-Maçonnerie n’a aucun des éléments fondamentaux d’une religion, et notamment :
a) elle n’a aucune doctrine théologique et, en interdisant toute discussion religieuse pendant ses réunions, elle ne permet pas la naissance d’une doctrine théologique maçonnique.
b) elle n’offre aucun sacrement ni n’exerce aucun culte.
c) elle ne prétend pas conduire au salut par des œuvres ou des connaissances secrètes, ou par n’importe quel autre moyen. Les éléments réservés de la Franc-Maçonnerie concernent les signes de reconnaissance ainsi que les règles de l’art de la construction, transférés sur un plan symbolique, métaphorique et moral, et donc n’ayant aucun rapport avec le salut et l’eschatologie.
7) La Franc-Maçonnerie soutient la religion et ne lui est pas indifférente. Elle demande à tous ses membres de suivre chacun sa propre foi et de mettre ses devoirs envers dieu (quel que soit le nom par lequel il l’appelle) au-dessus de tous les autres. Les enseignements moraux de la Franc-Maçonnerie peuvent être acceptés par toutes les religions, elle soutient donc la religion.
Il est clair d’après ces lignes que, même si les Francs-Maçons anglais prétendent que la Franc-Maçonnerie « soutient la religion », elle ne peut pas être jugée comme compatible avec le catholicisme par l’Eglise, qui par la voix de l’Osservatore Romano du 23 février 1985 publiait le commentaire suivant :
« Il n’est pas possible pour un catholique de vivre sa relation avec Dieu en la partageant en deux modalités : l’une humanitaire, qui serait supraconfessionnelle et une, personnelle et intérieure, qui serait chrétienne. […] Le climat de secret, qui règne dans les loges, comporte en outre le risque pour les inscrits de devenir les instruments d’une stratégie qu’ils ignorent. »
Les deux arguments de la Bulle In Eminenti de 1738 sont donc toujours valables : le secret et l’hérésie, présentée sous la forme plus moderne de la supraconfessionalité, inadmissible pour une Eglise qui prétend être la seule détentrice de l’unique Vérité.
Paradoxalement, au moment même où les Francs-Maçons anglais prétendent que la Franc-Maçonnerie « soutient la religion et ne lui est pas indifférente », l’Eglise anglicane a rejoint les rangs de l’Eglise catholique et l’archevêque de Canterbury, le Dr. Rowan Williams, s’est ouvertement opposé à la Franc-Maçonnerie.
Dans deux articles publiés par le journal Independent du vendredi 15 novembre 2002, le nouvel archevêque a donné son opinion sur la Franc-Maçonnerie : il a soutenu qu’elle pourrait avoir une base satanique et il s’est dit opposé à la promotion à des postes de responsabilité dans l’Eglise anglicane de tout ecclésiastique qui serait en même temps Francs-Maçons.
Dans une interview radiophonique donnée le même jour, le Grand Secrétaire de la Grande Loge Unie d’Angleterre a fait remarquer qu’il était regrettable que le nouvel archevêque ait fait ces déclarations infondées sans avoir essayé d’en discuter au préalable avec les autorités de la Grande Loge, il a rappelé ensuite que la Franc-Maçonnerie n’est pas une société secrète, ainsi qu’il a été reconnu par un jugement de la Cour européenne des Droits de l’Homme du mois de juillet 2001, il a souligné qu’il est complètement contraire à la vérité de prétendre que la Franc-Maçonnerie pourrait avoir une base satanique et que la publication dans un journal de cette affirmation infondée pourrait causer une grande détresse à plusieurs anglicans qui sont Francs-Maçons et pour leurs familles, il a pour finir fait remarquer que l’intention de l’archevêque de vouloir discriminer les ecclésiastiques qui appartiennent en même temps à la Franc-Maçonnerie est contraire aux Droits de l’Homme et à la loi, et donc illégale.
Il est intéressant de remarquer que l’Eglise anglicane vient d’admettre récemment les femmes à la prêtrise et que son archevêque a officiellement déclaré qu’il est favorable à l’ordination de personnes se déclarant ouvertement homosexuelles, il n’y a apparamment donc plus que les Francs-Maçons qui lui posent problème.
On voit que même en Angleterre, sa patrie d’origine, la compatibilité entre la Franc-Maçonnerie spéculative et la religion chrétienne est aujourd’hui remise en cause.
Fabrizio Frigerio Ve Ordre, Grade 9
Suprême Commandeur du Sublime Conseil du Grand Chapitre Général Mixte de Belgique,
Membre honoraire du Grand Chapitre des Chevaliers Rose-Croix du Portugal,
Membre de l’Académie Internationale du Ve Ordre - UMURM.
[1] L’Eglise anglicane n’a commencé à mettre en discussion l’appartenance de son clergé à la Franc-Maçonnerie qu’en 1952, cf. Neville B. Cryer, « La Franc-Maçonnerie anglaise », in : Maçonnerie, maçonneries, éd. par Jacques Marx, Bruxelles, 1990, p. 101-123.
La M.·. Il.·. Hna.·. Olga Vallejo nueva Directora Académica del Gran Oriente Nacional Colombiano
La M.·. Il.·. Hna.·. Olga Vallejo , Vª Orden, 33°, actual Suprema Comendadora del Sublime Consejo del Rito Moderno para El Ecuador y Presidenta de la Unión Masónica Universal del Rito Moderno, ha sido nombrada Directora Académica del Centro de Estudios Históricos y Masónicos del Gran Oriente Nacional Colombiano.
Estamos plenamente convencidos de que ejercerá de manera justa y perfecta esta alta responsabilidad que conlleva dicho cargo, atendiendo a su amplia experiencia y dilatada labor masónica desde su bagaje en cargos directivos y labores de proyección pedagógica, académicas y de gestión, realizadas de forma brillante y ejemplar.
Con este nombramiento la Francmasonería colombiana y sudamericana refuerza su presencia institucional a nivel académico internacional donde la I.·. P.·. Hna.·. Olga Vallejo es un referente en el panorama masónico y eslabón de enlace con las masonerías de diversos orientes.
La Caverne
L’Alliance des Souverains Chapitres de Rite Français, regroupant 6
Chapitres porteur de cette Tradition, vient compléter le cheminement de
ses membres après leur cursus au sein de l’Alliance des Loges
Souveraines.
Avec la présence du Sublime Conseil du 5ème Ordre, Provence Fidélité
c’est la totalité des 9 grades du Rite qui sont mis en oeuvre dans ses
différentes structures.
Notre Alliance veut être un organe fédérateur et facilitateurd’échanges et
de relations entre ses membres ; elle est également, à travers son Chapitre
itinérant l’Arche d’Alliance, un développeur de la pratique des Ordres du
Rite Français de Tradition.
C’est tout naturellement qu’elle a désiré élargir ses échanges en se
tournant vers l’Union Maçonnique Universelle du Rite Moderne, dans une
correspondance d’objectifs et avec une volonté de fortifier ses relations
fraternelles.
Nous vous proposons la planche d’une de nos soeurs, présentée au 1er
Ordre dans son Chapitre, sur un des thèmes premiers, dont l’importance
n’aura échappé à personne.
Impossible de parler de la caverne, sans faire un détour par quelques unes
célèbres parmi d’autres, car elle figure dans les mythes d'origine, de
renaissance et d'initiation de nombreux peuples.
*A tout seigneur tout honneur, la grotte de la nativité. Citée dans certains
écrits bibliques, elle se situe dans les collines
de Bethléem où Jésus serait né, d’après un témoignage de Saint Justin le
Martyr, apologète et philosophe au 1er siècle. Jésus, par sa naissance apporte à
toute l’humanité le processus de sa régénération, la conduisant à son salut.
« Je suis le chemin, la vérité et la vie, nul ne va au père que par moi ».
(Evangile selon Saint Jean, XIV-6 ). D’où le symbolisme fort de la caverne,
dans laquelle commence toute initiation.
*La caverne des 7 dormants d’Ephèse, persécutés en tant que chrétiens
par l’empereur romain Dèce qui les fait emmurer vers l’an 250 alors qu’ils
étaient endormis de façon mystérieuse, et qui se sont réveillés vers l’an 418
au hasard de la découverte de la grotte par un maçon, sous le règne de
l’empereur Théodose II, qui voit là une preuve de la possible résurrection
des morts.
*La caverne de Hîra au nord ouest de la Mecque, où selon la tradition
musulmane, Mahomet aurait reçu les premières révélations de Dieu. Elle
symbolise alors un lieu de rencontre avec le Divin, le sacré, le surnaturel.
itinérant l’Arche d’Alliance, un développeur de la pratique des Ordres du
Rite Français de Tradition.
C’est tout naturellement qu’elle a désiré élargir ses échanges en se
tournant vers l’Union Maçonnique Universelle du Rite Moderne, dans une
correspondance d’objectifs et avec une volonté de fortifier ses relations
fraternelles.
Nous vous proposons la planche d’une de nos soeurs, présentée au 1er
Ordre dans son Chapitre, sur un des thèmes premiers, dont l’importance
n’aura échappé à personne.
Jean-Pierre Duhal
Président de l’ASCRF
Membre de l’Académie Internationale du Ve Ordre
de l’Union Maçonnique Universelle du Rite Moderne
LA CAVERNE
Impossible de parler de la caverne, sans faire un détour par quelques unes
célèbres parmi d’autres, car elle figure dans les mythes d'origine, de
renaissance et d'initiation de nombreux peuples.
*A tout seigneur tout honneur, la grotte de la nativité. Citée dans certains
écrits bibliques, elle se situe dans les collines
de Bethléem où Jésus serait né, d’après un témoignage de Saint Justin le
Martyr, apologète et philosophe au 1er siècle. Jésus, par sa naissance apporte à
toute l’humanité le processus de sa régénération, la conduisant à son salut.
« Je suis le chemin, la vérité et la vie, nul ne va au père que par moi ».
(Evangile selon Saint Jean, XIV-6 ). D’où le symbolisme fort de la caverne,
dans laquelle commence toute initiation.
*La caverne des 7 dormants d’Ephèse, persécutés en tant que chrétiens
par l’empereur romain Dèce qui les fait emmurer vers l’an 250 alors qu’ils
étaient endormis de façon mystérieuse, et qui se sont réveillés vers l’an 418
au hasard de la découverte de la grotte par un maçon, sous le règne de
l’empereur Théodose II, qui voit là une preuve de la possible résurrection
des morts.
*La caverne de Hîra au nord ouest de la Mecque, où selon la tradition
musulmane, Mahomet aurait reçu les premières révélations de Dieu. Elle
symbolise alors un lieu de rencontre avec le Divin, le sacré, le surnaturel.
*La caverne d’Ali Baba qui symbolise alors un lieu secret rempli de
richesses.
* La caverne de Trophonios en Béotie Trophonios et son frère Agamède
étaient d'habiles architectes, qui construisirent le temple d'Apollon à
Delphes. Ils construisirent aussi un bâtiment pour Hyrieus, roi d’Hyria en
Béotie, afin renfermer son trésor.
Mais les 2 frères se réservèrent un moyen secret d'y entrer et périrent tous
les deux, en voulant dérober les richesses d'Hyrieus. Cette caverne fut le
siège d'un oracle fameux que l'on consultait au milieu d'un appareil
effrayant. Ceux qui avaient consulté l'oracle de Trophonios en
remportaient un fond de tristesse que rien ne pouvait vaincre, et qu'ils
conservaient le reste de leur vie.
* Incontournable, la caverne de Platon. Pour lui, elle est l’image de notre
monde, un lieu d’ignorance, de souffrance et de punition, où les âmes
humaines sont enfermées et enchaînées par les dieux. La lumière indirecte
qui éclaire ses parois, indique la route que l’âme doit suivre pour trouver
le chemin de la sagesse et de la justice. Toujours pour Platon, la caverne,
cavité sombre aux limites invisibles, est un symbole de l’inconscient et de
ses dangers souvent inattendus. Car le passé inscrit au fond de chaque
être, ne disparaît pas. Même reniées, les réalités du passé continuent de
tourmenter l’être qui se réfugie au fond de la caverne, c'est- à-dire
l’inconscient. L’âme doit sortir de la caverne pour contempler le vrai
monde des réalités.
*Dans la mythologie grecque, la quête d’Orphée à la recherche
d’Eurydice, et sa descente aux enfers, s’apparente aux épreuves
initiatiques maçonniques liées aux 4 éléments. Il pénètre dans une caverne
au nord de Thrace, c’est l’épreuve de la terre, puis chemine dans une
galerie pleine de courants d’air, c’est l’épreuve de l’air, il arrive au bord du
Styx qu’il devra traverser, et c’est l’épreuve de l’eau, et enfin, il doit
amadouer Cerbère pour arriver jusqu’à Hadès dieu des enfers et
Perséphone son épouse, et c’est l’épreuve du feu.
Notons la présence du chien Cerbère, en analogie avec celui de
l’inconnu. Quelque soit la légende dans laquelle elle est citée, la caverne se
situe dans les entrailles de la terre, la « matéria prima », symbole universel
de la matrice maternelle.
C’est là où se trouve la « pierre cachée » des alchimistes, le fameux
V.I.T.R.I.O.L. Au grade d’élu secret, en franc maçonnerie, que représente
cette caverne? L’entrée des enfers, l’inconscient, ou le seuil de l’initiation,
comme l’a été le cabinet de réflexions lors de notre entrée dans l’Ordre? Pourquoi
richesses.
* La caverne de Trophonios en Béotie Trophonios et son frère Agamède
étaient d'habiles architectes, qui construisirent le temple d'Apollon à
Delphes. Ils construisirent aussi un bâtiment pour Hyrieus, roi d’Hyria en
Béotie, afin renfermer son trésor.
Mais les 2 frères se réservèrent un moyen secret d'y entrer et périrent tous
les deux, en voulant dérober les richesses d'Hyrieus. Cette caverne fut le
siège d'un oracle fameux que l'on consultait au milieu d'un appareil
effrayant. Ceux qui avaient consulté l'oracle de Trophonios en
remportaient un fond de tristesse que rien ne pouvait vaincre, et qu'ils
conservaient le reste de leur vie.
* Incontournable, la caverne de Platon. Pour lui, elle est l’image de notre
monde, un lieu d’ignorance, de souffrance et de punition, où les âmes
humaines sont enfermées et enchaînées par les dieux. La lumière indirecte
qui éclaire ses parois, indique la route que l’âme doit suivre pour trouver
le chemin de la sagesse et de la justice. Toujours pour Platon, la caverne,
cavité sombre aux limites invisibles, est un symbole de l’inconscient et de
ses dangers souvent inattendus. Car le passé inscrit au fond de chaque
être, ne disparaît pas. Même reniées, les réalités du passé continuent de
tourmenter l’être qui se réfugie au fond de la caverne, c'est- à-dire
l’inconscient. L’âme doit sortir de la caverne pour contempler le vrai
monde des réalités.
*Dans la mythologie grecque, la quête d’Orphée à la recherche
d’Eurydice, et sa descente aux enfers, s’apparente aux épreuves
initiatiques maçonniques liées aux 4 éléments. Il pénètre dans une caverne
au nord de Thrace, c’est l’épreuve de la terre, puis chemine dans une
galerie pleine de courants d’air, c’est l’épreuve de l’air, il arrive au bord du
Styx qu’il devra traverser, et c’est l’épreuve de l’eau, et enfin, il doit
amadouer Cerbère pour arriver jusqu’à Hadès dieu des enfers et
Perséphone son épouse, et c’est l’épreuve du feu.
Notons la présence du chien Cerbère, en analogie avec celui de
l’inconnu. Quelque soit la légende dans laquelle elle est citée, la caverne se
situe dans les entrailles de la terre, la « matéria prima », symbole universel
de la matrice maternelle.
C’est là où se trouve la « pierre cachée » des alchimistes, le fameux
V.I.T.R.I.O.L. Au grade d’élu secret, en franc maçonnerie, que représente
cette caverne? L’entrée des enfers, l’inconscient, ou le seuil de l’initiation,
comme l’a été le cabinet de réflexions lors de notre entrée dans l’Ordre? Pourquoi
et pour quelle raison suis-je dans cette caverne ?
La raison première est la suite de la mort d’Hiram, et de la recherche
d’Abibala, assassin présumé d’Hiram ! Un tirage au sort m’a désigné, moi
Joaben, pour me trouver à la tète de huit frères pour partir à la recherche
des trois scélérats, instigateurs du crime, trois compagnons dont le chef a
pour nom Abibala, qui se traduit par meurtrier du père, et qui est leur
ainé. Après concertation avec le Roi Salomon, les neuf Elus dont je fais
partie, après avoir prêté serment de venger la mort d’Hiram, et après une
longue marche en pays inconnu, nous rendons prés de Jappa, dans une
carrière au bord de mer, dénommée Ben-Acarr.
Deux hommes, pris de peur en voyant notre groupe, se jettent dans une
fondrière ou ils meurent ! Ce sont 2 des 3 Compagnons assassins
d’Hiram. Un chien rode, c’est celui de l’inconnu qui a révélé à Salomon la
cachette des assassins.
Il n’est pas là par hasard.
« Ce qui est hasard à l’égard des hommes, est dessein à l’égard de Dieu ».
Bossuet. « Hasard est le nom que Dieu prend quand il ne veut pas qu’on le
reconnaisse ». Albert Einstein
Le chien est le symbole de l’intuition, et rappelle que le moindre indice
sert souvent à déceler le coupable. Il peut représenter la volonté divine
que « le crime ne reste pas impuni », en me guidant vers la cachette
d’Abibala, sans pour autant représenter une vengeance aveugle et
personnelle.
Dans son rôle de gardien inflexible, le chien peut représenter la
conscience d’Abibala, meurtrier d’Hiram, horrifié par son crime, ne
voyant son salut que dans la mort, et faisant de lui l’outil de son
châtiment. Le chien de l’inconnu, c’est la force qui me pousse, moi,
Joaben vers la caverne, qu’elle vienne de l’au-delà ou de la conscience
d’Abibala, cette force qui me permettra de retrouver l’assassin. Ce chien,
donc, me conduit à l’entrée d’une caverne, et malgré l’étroitesse, la pente
rude, et un escalier de neuf marches taillé dans le roc, je parviens à me
glisser à l’intérieur. Une lampe s’y trouve et éclaire les lieux. Sa présence
est très importante, impossible de parler de la caverne sans parler de la
lampe. Un troisième homme s’est réfugié dans la caverne, c’est «Abibala».
Lorsqu’il me voit apparaître, moi, le bon maçon, il prend conscience de
l’horreur de son crime, et ne peut étouffer le sentiment de culpabilité, pris
de panique, il se tue par un coup de poignard dans le coeur! La caverne a
permis aux Maîtres Elus de ne pas accomplir de vengeance, car les
assassins se sont fait justice par eux-mêmes, un peu par peur, un peu par
désespoir.
La caverne représente l’inconscient, elle symbolise l’exploration du moi
intérieur, primitif, refoulé dans les profondeurs de l’inconscient. Entrer
dans la caverne, c’est faire retour à l’origine, et de là, tenter l’ascension.
Nous avons déjà étudié un symbolisme voisin lors de l’étude du cabinet de
réflexion au grade d’apprenti. La caverne est le lieu de passage de ceux qui
cherchent la vérité.
L’escalier de 9 marches qui mène à la caverne, rentre dans la terre, il
figure donc la progression vers le savoir occulte et la connaissance des
profondeurs de l’inconscient. S’il s’élevait vers le ciel, il s’agirait de la
connaissance du monde apparent.
Ainsi, tant la caverne que l’escalier, visent la connaissance de
l’inconscient, afin de permettre la naissance d’un homme nouveau. En
pénétrant à l’intérieur de la caverne l’élu accède au monde souterrain,
ténébreux de sa conscience.
La caverne, lieu mythique de l'humanité est marqué du sceau de
l’ambivalence; à la fois un lieu de refuge mais aussi d'effroi. Le symbole de
cette caverne, démontre bien que les idées sombres, néfastes,
dérangeantes, contraires aux règles et aux principes pris lors des divers
engagements maçonniques, ne peuvent apporter que tristesse, désolation,
et mort du Maçon qui faillit à ses engagements.
Mais revenons à la Lampe, elle ne fait pas qu’éclairer Abibala, elle
m’éclaire aussi, et par le biais de cette lampe, je suis le reflet de son image
déchue, c’est bien là que doit porter notre réflexion.
Moi, Joaben, mandaté par Salomon pour « venger » le crime, je ne suis pas
l’instigateur d’une vengeance qui n’aurait aucun sens ici, mais bien pour
expliquer que le coupable doit, par une introspection personnelle, un
retournement intérieur, prendre conscience de sa conduite.
La Lampe est un message donné par le G. A. D. L.U qui, loin de nous
demander une vengeance aveugle, laisse le libre arbitre à chacun d’entre
nous pour rétablir un juste équilibre, un juste retournement, mais ou
l’Elu Secret ne se salit pas les mains, et si d’aventure cela était, la source
est un symbole fort de purification !!
Il me faudra alors sortir de cette caverne, pour avoir accès à une source
d’eau fraiche qui me permettra de me rafraichir et faire mes ablutions,
c'est-à-dire, symboliquement, redevenir originel et retrouver une pureté
perdue !
Cela prouve s’il en était besoin, que chaque membre d’une société doit
être intègre, sans volonté de possession malsaine ou autoritaire, et l’image
que nous donnent les trois mauvais compagnons est un symbole fort vis-àvis
d’un Elu Secret.
Nous ne sommes plus ici au mythe de la caverne de Platon. En effet, dans
la définition de Platon, les esclaves voient leurs projections sur le mur de
la caverne, mais ignorent comment est
l’extérieur de la caverne. Ici, c’est exactement le contraire, et Abibala, qui
vient de tuer Hiram pour lui extorquer ses secrets, retourne à la caverne
comme pour expier ses méfaits indignes d’être vus au grand jour, mais
impossibles à cacher à sa conscience, à la Lampe !
Il ne peut que se donner la mort, puisque non respectueux des serments
pris, la venue et la vue de Joaben ne peuvent que réveiller un sentiment
d’horreur vis-à-vis de lui-même ! Coupé de ses Frères, sa conscience lui
dicte alors ce geste funeste. Cette allégorie marque nos esprits, et une
analyse sincère démontrera que nous pouvons faillir parfois, et que cette
lampe qui nous éclaire, qui veille et révèle parfois nos mauvais penchants,
doit être constante et rester éclairée à l’intérieur de chacun de nous.
Mais cette image est celle de tout Maçon qui, tout au long de sa vie et dans
tous lieux, doit être respectueux des règles et devoirs qu’il a juré de
respecter ! Dès lors où les règles sont respectées, il n’y a pas lieu de
vaincre Abibala, puisque, dans un monde de pureté et d’intégrité, Abibala
ne saurait exister.
Mais, si Abibala existe, le crime ne peut être impuni, la conscience est un
juge inflexible, et sans un pouvoir légitime, la vengeance est criminelle,
nous dit notre rituel !!!
En effet, la vengeance réclamée à l’origine, n’est somme toute que celle
définie par le Roi Salomon, belle allégorie et totale similitude avec les
engagements pris sur la chaire du Très Sage, qui laisse entrevoir que, si le
crime est répréhensible, il peut, par une introspection sincère, désaliéner
un vrai repenti !
Dans l’évolution de notre propre construction, notre esprit s’emprisonne
d’abord au « Centre de la Terre », là où la « lampe de la raison » éclaire la «
Vérité ». Avec ce flambeau que nous portons maintenant en nous, nous
pourrons entrevoir ce qui n’est pas visible, en regardant au-dedans de
nous, rappelant ainsi, tout comme la Loge qui n’est éclairée par aucune
fenêtre, que l’unité n’est visible que du dedans.
Nous pouvons en déduire que tout au long de notre parcours initiatique,
qui commence à notre re-naissance par notre entrée dans un monde
nouveau, nous serons guidés, éclairés, sur le chemin qui doit nous
conduire vers l’intérieur de ce monde, vers notre centre sacré. Ce chemin
est un chemin de lumière qui va vers l’intérieur, car c’est au plus profond
de notre être, que l’on découvre cette flamme qui brille, cette flamme qui
nous a été transmise à travers la « chaîne des frères et des soeurs».
Suivre ce chemin, c’est aller à la recherche de nous-mêmes, dans notre
rapport avec nos semblables et avec l’Univers, à la recherche d’un idéal. La
lampe, c’est ce qui nous permet de nous rencontrer avec nous même.
Et si cette Lampe est le G.A.D.L.U, je suis persuadé qu’elle brille en nous
depuis bien longtemps, bien avant notre initiation, depuis notre premier
jour, depuis le premier jour du premier homme. A nous d’entretenir sa
flamme.
Mars 2020
Monique DURET M.·.E.·.S.·.
Souverain Chapitre Sirius - ASCRF
Vallée de Marseille
La raison première est la suite de la mort d’Hiram, et de la recherche
d’Abibala, assassin présumé d’Hiram ! Un tirage au sort m’a désigné, moi
Joaben, pour me trouver à la tète de huit frères pour partir à la recherche
des trois scélérats, instigateurs du crime, trois compagnons dont le chef a
pour nom Abibala, qui se traduit par meurtrier du père, et qui est leur
ainé. Après concertation avec le Roi Salomon, les neuf Elus dont je fais
partie, après avoir prêté serment de venger la mort d’Hiram, et après une
longue marche en pays inconnu, nous rendons prés de Jappa, dans une
carrière au bord de mer, dénommée Ben-Acarr.
Deux hommes, pris de peur en voyant notre groupe, se jettent dans une
fondrière ou ils meurent ! Ce sont 2 des 3 Compagnons assassins
d’Hiram. Un chien rode, c’est celui de l’inconnu qui a révélé à Salomon la
cachette des assassins.
Il n’est pas là par hasard.
« Ce qui est hasard à l’égard des hommes, est dessein à l’égard de Dieu ».
Bossuet. « Hasard est le nom que Dieu prend quand il ne veut pas qu’on le
reconnaisse ». Albert Einstein
Le chien est le symbole de l’intuition, et rappelle que le moindre indice
sert souvent à déceler le coupable. Il peut représenter la volonté divine
que « le crime ne reste pas impuni », en me guidant vers la cachette
d’Abibala, sans pour autant représenter une vengeance aveugle et
personnelle.
Dans son rôle de gardien inflexible, le chien peut représenter la
conscience d’Abibala, meurtrier d’Hiram, horrifié par son crime, ne
voyant son salut que dans la mort, et faisant de lui l’outil de son
châtiment. Le chien de l’inconnu, c’est la force qui me pousse, moi,
Joaben vers la caverne, qu’elle vienne de l’au-delà ou de la conscience
d’Abibala, cette force qui me permettra de retrouver l’assassin. Ce chien,
donc, me conduit à l’entrée d’une caverne, et malgré l’étroitesse, la pente
rude, et un escalier de neuf marches taillé dans le roc, je parviens à me
glisser à l’intérieur. Une lampe s’y trouve et éclaire les lieux. Sa présence
est très importante, impossible de parler de la caverne sans parler de la
lampe. Un troisième homme s’est réfugié dans la caverne, c’est «Abibala».
Lorsqu’il me voit apparaître, moi, le bon maçon, il prend conscience de
l’horreur de son crime, et ne peut étouffer le sentiment de culpabilité, pris
de panique, il se tue par un coup de poignard dans le coeur! La caverne a
permis aux Maîtres Elus de ne pas accomplir de vengeance, car les
assassins se sont fait justice par eux-mêmes, un peu par peur, un peu par
désespoir.
La caverne représente l’inconscient, elle symbolise l’exploration du moi
intérieur, primitif, refoulé dans les profondeurs de l’inconscient. Entrer
dans la caverne, c’est faire retour à l’origine, et de là, tenter l’ascension.
Nous avons déjà étudié un symbolisme voisin lors de l’étude du cabinet de
réflexion au grade d’apprenti. La caverne est le lieu de passage de ceux qui
cherchent la vérité.
L’escalier de 9 marches qui mène à la caverne, rentre dans la terre, il
figure donc la progression vers le savoir occulte et la connaissance des
profondeurs de l’inconscient. S’il s’élevait vers le ciel, il s’agirait de la
connaissance du monde apparent.
Ainsi, tant la caverne que l’escalier, visent la connaissance de
l’inconscient, afin de permettre la naissance d’un homme nouveau. En
pénétrant à l’intérieur de la caverne l’élu accède au monde souterrain,
ténébreux de sa conscience.
La caverne, lieu mythique de l'humanité est marqué du sceau de
l’ambivalence; à la fois un lieu de refuge mais aussi d'effroi. Le symbole de
cette caverne, démontre bien que les idées sombres, néfastes,
dérangeantes, contraires aux règles et aux principes pris lors des divers
engagements maçonniques, ne peuvent apporter que tristesse, désolation,
et mort du Maçon qui faillit à ses engagements.
Mais revenons à la Lampe, elle ne fait pas qu’éclairer Abibala, elle
m’éclaire aussi, et par le biais de cette lampe, je suis le reflet de son image
déchue, c’est bien là que doit porter notre réflexion.
Moi, Joaben, mandaté par Salomon pour « venger » le crime, je ne suis pas
l’instigateur d’une vengeance qui n’aurait aucun sens ici, mais bien pour
expliquer que le coupable doit, par une introspection personnelle, un
retournement intérieur, prendre conscience de sa conduite.
La Lampe est un message donné par le G. A. D. L.U qui, loin de nous
demander une vengeance aveugle, laisse le libre arbitre à chacun d’entre
nous pour rétablir un juste équilibre, un juste retournement, mais ou
l’Elu Secret ne se salit pas les mains, et si d’aventure cela était, la source
est un symbole fort de purification !!
Il me faudra alors sortir de cette caverne, pour avoir accès à une source
d’eau fraiche qui me permettra de me rafraichir et faire mes ablutions,
c'est-à-dire, symboliquement, redevenir originel et retrouver une pureté
perdue !
Cela prouve s’il en était besoin, que chaque membre d’une société doit
être intègre, sans volonté de possession malsaine ou autoritaire, et l’image
que nous donnent les trois mauvais compagnons est un symbole fort vis-àvis
d’un Elu Secret.
Nous ne sommes plus ici au mythe de la caverne de Platon. En effet, dans
la définition de Platon, les esclaves voient leurs projections sur le mur de
la caverne, mais ignorent comment est
l’extérieur de la caverne. Ici, c’est exactement le contraire, et Abibala, qui
vient de tuer Hiram pour lui extorquer ses secrets, retourne à la caverne
comme pour expier ses méfaits indignes d’être vus au grand jour, mais
impossibles à cacher à sa conscience, à la Lampe !
Il ne peut que se donner la mort, puisque non respectueux des serments
pris, la venue et la vue de Joaben ne peuvent que réveiller un sentiment
d’horreur vis-à-vis de lui-même ! Coupé de ses Frères, sa conscience lui
dicte alors ce geste funeste. Cette allégorie marque nos esprits, et une
analyse sincère démontrera que nous pouvons faillir parfois, et que cette
lampe qui nous éclaire, qui veille et révèle parfois nos mauvais penchants,
doit être constante et rester éclairée à l’intérieur de chacun de nous.
Mais cette image est celle de tout Maçon qui, tout au long de sa vie et dans
tous lieux, doit être respectueux des règles et devoirs qu’il a juré de
respecter ! Dès lors où les règles sont respectées, il n’y a pas lieu de
vaincre Abibala, puisque, dans un monde de pureté et d’intégrité, Abibala
ne saurait exister.
Mais, si Abibala existe, le crime ne peut être impuni, la conscience est un
juge inflexible, et sans un pouvoir légitime, la vengeance est criminelle,
nous dit notre rituel !!!
En effet, la vengeance réclamée à l’origine, n’est somme toute que celle
définie par le Roi Salomon, belle allégorie et totale similitude avec les
engagements pris sur la chaire du Très Sage, qui laisse entrevoir que, si le
crime est répréhensible, il peut, par une introspection sincère, désaliéner
un vrai repenti !
Dans l’évolution de notre propre construction, notre esprit s’emprisonne
d’abord au « Centre de la Terre », là où la « lampe de la raison » éclaire la «
Vérité ». Avec ce flambeau que nous portons maintenant en nous, nous
pourrons entrevoir ce qui n’est pas visible, en regardant au-dedans de
nous, rappelant ainsi, tout comme la Loge qui n’est éclairée par aucune
fenêtre, que l’unité n’est visible que du dedans.
Nous pouvons en déduire que tout au long de notre parcours initiatique,
qui commence à notre re-naissance par notre entrée dans un monde
nouveau, nous serons guidés, éclairés, sur le chemin qui doit nous
conduire vers l’intérieur de ce monde, vers notre centre sacré. Ce chemin
est un chemin de lumière qui va vers l’intérieur, car c’est au plus profond
de notre être, que l’on découvre cette flamme qui brille, cette flamme qui
nous a été transmise à travers la « chaîne des frères et des soeurs».
Suivre ce chemin, c’est aller à la recherche de nous-mêmes, dans notre
rapport avec nos semblables et avec l’Univers, à la recherche d’un idéal. La
lampe, c’est ce qui nous permet de nous rencontrer avec nous même.
Et si cette Lampe est le G.A.D.L.U, je suis persuadé qu’elle brille en nous
depuis bien longtemps, bien avant notre initiation, depuis notre premier
jour, depuis le premier jour du premier homme. A nous d’entretenir sa
flamme.
Mars 2020
Monique DURET M.·.E.·.S.·.
Souverain Chapitre Sirius - ASCRF
Vallée de Marseille
Le Pont
«La vie est un pont, traverse le, mais n’y fixe pas ta demeure»
(Sainte Catherine de Sienne)
«Il y a des hommes n'ayant pour mission parmi les autres que de servir d'intermédiaires ; on les franchit comme des ponts, et l'on va plus loin»
«Il y a des hommes n'ayant pour mission parmi les autres que de servir d'intermédiaires ; on les franchit comme des ponts, et l'on va plus loin»
(Gustave Flaubert)
«Le pont entre la matière et l'esprit : le Verbe»
(Gitta Mallaz)
«Mon Dieu, qu’il y en a des croix sur cette terre, croix de bois, croix de fer, humbles croix familières, de silencieuses croix qui veillent sur le monde …»*, mes SS.·. et mes FF.·. il en va de même des ponts. Certains réunissent, d’autres divisent, il en est des fragiles ou des triomphaux ; des improvisés et des ornementaux ; des archaïques, des pittoresques, des fous ou bien encore mêlant génie et dénuement… Mais pourquoi cette analogie entre le pont et la croix me direz- vous ? Tout simplement parce que dans la croix, se trouve le passage de la terre au ciel, de la même façon que nous le consent le pont entre deux berges.
Le pont est un poème épique, une œuvre individuelle, anonyme et collective, au service de tous et de soi. Le rituel du IIIème Ordre nous parle peu de ce pont. En le synthétisant, voilà ce qu’il nous raconte :
- 1) Nous assistons à la destruction du Temple.
- 2) La libération de Zorobabel intervient.
- 3) La construction, le passage et la bataille du pont.
- 4) Rassemblons ce qui est épars.
- 5) Enfin construisons le temple.
Si nous analysons cette progression, ce cheminement, que voyons nous. La mort, la liberté la renaissance, tout cela sur fond de « luttes intestines » … C’est en fait, ni plus ni moins que notre quête depuis le jour de notre initiation. Pour naître, il faut mourir et pour mourir, il faut d’abord s’éveiller. Cette maxime entêtante, peut paraître saugrenue, elle est pourtant le précis de notre quête.La vie est un perpétuel recommencement. Quand on pense la boucle bouclée, la chose jointée, le pont passé, il faut partir à nouveau, cheminer sans cesse car la spirale est sans fin, pareille à notre faim d’instruction et de transmission.
Le pont est ce lien entre matériel et spirituel. Nous sommes à l’image du Pontife, à la fois pont et constructeur de ce pont. Dans toutes les mythologies, il est présent et c’est certainement dans l’ancienne Iran que sont image était la plus belle. Après sa mort, le défunt devait emprunter un pont qui était d’autant plus large qu’il avait été vertueux… Celui-ci pouvait donc être réduit à un « fil de rasoir » ; Comment cheminer sur un tel pont ? Cette remarque me remémore un jeu, vieux comme le monde, auquel s’adonnaient les « Pharaons Noirs d’Egypte » et que nous connaissons tous : le jeu de l’oie. Il est en ce jeu, une case dite « le pont de l’épée » qui représente une gorge étroite, au fond de laquelle un torrent se fraye avec fureur, un passage entre les rochers et celui-ci est surplombé d’une épée. Un pont qui ne permet ni d’avancer, sans aucun garde-fou le vertige nous presse, la souffrance de la blessure et la mutilation sont évidentes ; ni de reculer, puisque les parois sont abruptes. Le joueur, ne joue plus. Il est là terrassé par le fil de l’épée, vaincu par le vide, battu par le torrent… Il ne peut plus rien faire si ce n’est s’abandonner à Dieu, taire ses passions, devenir humble, originel ; négliger ses envies, omettre ses défenses… Etre Lui et seulement Lui. Face à la dérision de sa propre mort, le seul choix est de l’accepter et c’est là, qu’apparemment vaincu, totalement abandonné à son sort, dépouillé de ses miasmes et de ses certitudes, en proie au doute, qu’il place inconsciemment son destin entre les mains du Maître de la Voie. C’est là son seul tribut, mais quel don de soi, quelle abnégation, quel symbole ? C’est à ce moment là et seulement à cet instant précis, que le jeu peu reprendre ; Regardez le mes SS.·. et mes FF.·., il passe le pont, sans souci du tranchant de la lame, sans attirance aucune pour le vide, sans peur du tumulte des flots ; le Nouvel Homme est déjà sur la rive opposée, il s’est débarrassé de ses breloques et voit celles-ci, sur l’autre rive, gisant aux pieds de sa « vieille dépouille ». C’est la quête de Lancelot du Lac, qui ne voit ses blessures, ne sent pas la douleur, n’entend le fracas de l’eau et ne regarde que la tour et la Reine en son sommet. Nous sommes tous ce joueur que le hasard a placé là, sur cette case du « pont de l’épée », le jour de notre initiation, avec pour seule mission de le passer, de savoir vaincre nos passions, soumettre nos volontés, redevenir pareil à l’origine, au moment du Souffle Divin, beaux et libres, enfants de la lumière, bâtisseurs de Temples en nos cœurs.
Ainsi chacun est Principe, celui là même dont il révèle la Gloire, il est le G.·.A.·.D.·.L'U.·.. C’est quand la lumière éclaire l’image, presque un mirage, à peine une ombre, qu’Il se dévoile, peu à peu à nous et en nous, que l’énigme se fait Verbe et Vérité, qu’éclate alors la transfiguration du Tout dans l’Unité.
* Edith Piaf.
Marc-Antoine Bonnet, Vème Ordre, Gr.·. 9
Suprême Commandeur du Grand Chapitre Général d'Andorre
(Gitta Mallaz)
«Mon Dieu, qu’il y en a des croix sur cette terre, croix de bois, croix de fer, humbles croix familières, de silencieuses croix qui veillent sur le monde …»*, mes SS.·. et mes FF.·. il en va de même des ponts. Certains réunissent, d’autres divisent, il en est des fragiles ou des triomphaux ; des improvisés et des ornementaux ; des archaïques, des pittoresques, des fous ou bien encore mêlant génie et dénuement… Mais pourquoi cette analogie entre le pont et la croix me direz- vous ? Tout simplement parce que dans la croix, se trouve le passage de la terre au ciel, de la même façon que nous le consent le pont entre deux berges.
Le pont est un poème épique, une œuvre individuelle, anonyme et collective, au service de tous et de soi. Le rituel du IIIème Ordre nous parle peu de ce pont. En le synthétisant, voilà ce qu’il nous raconte :
- 1) Nous assistons à la destruction du Temple.
- 2) La libération de Zorobabel intervient.
- 3) La construction, le passage et la bataille du pont.
- 4) Rassemblons ce qui est épars.
- 5) Enfin construisons le temple.
Si nous analysons cette progression, ce cheminement, que voyons nous. La mort, la liberté la renaissance, tout cela sur fond de « luttes intestines » … C’est en fait, ni plus ni moins que notre quête depuis le jour de notre initiation. Pour naître, il faut mourir et pour mourir, il faut d’abord s’éveiller. Cette maxime entêtante, peut paraître saugrenue, elle est pourtant le précis de notre quête.La vie est un perpétuel recommencement. Quand on pense la boucle bouclée, la chose jointée, le pont passé, il faut partir à nouveau, cheminer sans cesse car la spirale est sans fin, pareille à notre faim d’instruction et de transmission.
Le pont est ce lien entre matériel et spirituel. Nous sommes à l’image du Pontife, à la fois pont et constructeur de ce pont. Dans toutes les mythologies, il est présent et c’est certainement dans l’ancienne Iran que sont image était la plus belle. Après sa mort, le défunt devait emprunter un pont qui était d’autant plus large qu’il avait été vertueux… Celui-ci pouvait donc être réduit à un « fil de rasoir » ; Comment cheminer sur un tel pont ? Cette remarque me remémore un jeu, vieux comme le monde, auquel s’adonnaient les « Pharaons Noirs d’Egypte » et que nous connaissons tous : le jeu de l’oie. Il est en ce jeu, une case dite « le pont de l’épée » qui représente une gorge étroite, au fond de laquelle un torrent se fraye avec fureur, un passage entre les rochers et celui-ci est surplombé d’une épée. Un pont qui ne permet ni d’avancer, sans aucun garde-fou le vertige nous presse, la souffrance de la blessure et la mutilation sont évidentes ; ni de reculer, puisque les parois sont abruptes. Le joueur, ne joue plus. Il est là terrassé par le fil de l’épée, vaincu par le vide, battu par le torrent… Il ne peut plus rien faire si ce n’est s’abandonner à Dieu, taire ses passions, devenir humble, originel ; négliger ses envies, omettre ses défenses… Etre Lui et seulement Lui. Face à la dérision de sa propre mort, le seul choix est de l’accepter et c’est là, qu’apparemment vaincu, totalement abandonné à son sort, dépouillé de ses miasmes et de ses certitudes, en proie au doute, qu’il place inconsciemment son destin entre les mains du Maître de la Voie. C’est là son seul tribut, mais quel don de soi, quelle abnégation, quel symbole ? C’est à ce moment là et seulement à cet instant précis, que le jeu peu reprendre ; Regardez le mes SS.·. et mes FF.·., il passe le pont, sans souci du tranchant de la lame, sans attirance aucune pour le vide, sans peur du tumulte des flots ; le Nouvel Homme est déjà sur la rive opposée, il s’est débarrassé de ses breloques et voit celles-ci, sur l’autre rive, gisant aux pieds de sa « vieille dépouille ». C’est la quête de Lancelot du Lac, qui ne voit ses blessures, ne sent pas la douleur, n’entend le fracas de l’eau et ne regarde que la tour et la Reine en son sommet. Nous sommes tous ce joueur que le hasard a placé là, sur cette case du « pont de l’épée », le jour de notre initiation, avec pour seule mission de le passer, de savoir vaincre nos passions, soumettre nos volontés, redevenir pareil à l’origine, au moment du Souffle Divin, beaux et libres, enfants de la lumière, bâtisseurs de Temples en nos cœurs.
Ainsi chacun est Principe, celui là même dont il révèle la Gloire, il est le G.·.A.·.D.·.L'U.·.. C’est quand la lumière éclaire l’image, presque un mirage, à peine une ombre, qu’Il se dévoile, peu à peu à nous et en nous, que l’énigme se fait Verbe et Vérité, qu’éclate alors la transfiguration du Tout dans l’Unité.
* Edith Piaf.
Marc-Antoine Bonnet, Vème Ordre, Gr.·. 9
Suprême Commandeur du Grand Chapitre Général d'Andorre
Suscribirse a:
Entradas (Atom)