Joaquim Villalta: Conferencia “El otro legado de Étienne Morin” (23/01/2020)

Conferencia “El otro legado de Étienne
Morin”

Conferencia impartida por el Prof. Joaquim Villalta Mata el 23 de enero de 2020 en la Biblioteca Pública Arús de Barcelona y coordinada por el Instituto Masónico de España.

Breve perfil Biográfico del ponente:

Vª Orden, Grado 9 y último del Rito Moderno o Francés
S.·. G.·. I.·. G.·. Grado 33º y último del R.·.E.·.A.·.A.·. 

Profesor Superior de Piano y Jefe del Departamento de Música de Cámara del Conservatorio de Música de Terrassa, Barcelona. Funcionario de Carrera del Cuerpo de Técnicos Superiores Especialistas de Administración Especial. Grupo A1.

Concertista

Maestro Instalado

Venerable de la Respetable Logia “Lux Veritatis” Nº3 de Terrassa (Barcelona)

Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador



Miembro Honorario de la Respetable Logia “Estrela do Norte” del Grande Oriente Lusitano

Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz. Grande Capítulo Geral do Rito Moderno e Francês de Portugal

Miembro Honorario del Gran Oriente Nacional Colombiano


Miembro Honorario del Gran Oriente Tradicional de Bolivia  

Director de la Academia Internacional de la Vª Orden – Unión Masónica Universal del Rito Moderno 

Editor del Blog masónico “Racó de la Llum”

Catecismos del Mason Word y el Arte de Memoria

Prosiguiendo con una modesta pretensión de acercamiento al conocimiento precursor de nuestra actual masonería especulativa, tiramos del hilo bibliográfico y de las investigaciones del muy Querido Hermano y amigo Patrick Négrier, siempre dispuesto a aportar su saber con tal de dar luz a una parte de la historia menos conocida (pero trascendental) por la gran mayoría de miembros de la Orden, y que, desgraciadamente, deja lagunas tremendas en nuestra formación histórica, ritual y conceptual, creando falsos mitos y leyendas grotescas en ocasiones, y a la vez, tan terriblemente alejados de una realidad cabal.
Procuraremos en sucesivas publicaciones aproximar al lector que lo desee una información sólida, veraz masonológicamente, y hermenéuticamente coherente.

Antes de abordar el análisis de los principales catecismos del Mot de Maçon que engloban el periodo 1696-1730, debemos intentar saber sobre qué época y porqué la forma primitiva de la Palabra de masón se desarrolló bajo forma de catecismos, juegos alternados de preguntas y respuestas cuyo primer ejemplo aparece en 1696 por el Edimburgo, primero de los catecismos masónicos del Mot de Maçon (Mason Word), y modelo de una serie de catecismos análogos de los que analizaremos las sucesivas metamorfosis más adelante.

Creado hacia 1628-1637, el rito del Mot de Maçon se reducía en su estado primitivo a la comunicación oral de las palabras Yakin y Boaz de las dos columnas del Templo de Salomón, comunicación hecha mediante un agarre de la mano derecha (denominada garra) dado al recipiendario, es decir, al nuevo aprendiz entrado. Este rito se desarrolló desde 1689-1691 como lo da a entender el hecho que en 1689 el Dr. Stillingfleet denominó el Mot de Maçon “un misterio rabínico” y que en 1691 Robert Kirk comparaba esta Palabra a un “comentario” rabínico sobre Yakin y Boaz. Notemos que denominando la Palabra de masón como un “misterio rabínico”, Edward Stillingfleet, que sabía que este rito era practicado en los Highlands de Escocia, no podía ignorare por consiguiente que este rito del Mot de maçon era practicado por cristianos y no por judíos. Cuando empleaba el nombre “rabínico” quería hacer por tanto referencia ya sea al origen veterotestamentario de las dos palabras Yakin y Boaz, como al carácter exegético (por analogía con el Talmud) que revestía este rito (lo que será efectivamente el caso de los catecismos del Mason Word des de 1696 con el Edimbourg). ¿Cómo Stillingfleet conoció la existencia del Mot de Maçon? Él trabajó personalmente en encontrar un compromiso para reconciliar los no-conformistas (presbiterianos escoceses) con los ortodoxos (anglicanos de Inglaterra), y fue así probablemente trabajando en esta tarea de aproximación inter-confesional que tuvo la ocasión de frecuentar los medios prsbiterianos escoceses y descubrir ahí la práctica del Mason Word.

Robert Kirk, que aparentemente había conocido de Stillingfleet la existencia del Mot de Maçon escocés, y que era pastor protestante (episcopaliano) además de gran erudito, estaba bien ubicado para saber que los presbiterianos tomaban frecuentes préstamos del Antiguo Testamento para utilizarlo en un sentido alegórico. Es por ello que lo reprodujo explicitando el pensamiento de esto último afirmando en su Secret Commonwealth (1691) que el Mot de Maçon era “comparable” (lyke) a una “tradición rabínica” en el sentido muy preciso donde constituía un “comentario” (comment) sobre Yakin y Boaz, aserción que tiende a sugerirnos que en 1691 el Mot de maçon había dejado de reducirse simplemente a la comunicación oral de las palabras, hasta llegar a convertirse en un desarrollo susceptible de hacer de este un verdadero comentario, descripción que corresponde al estado de desarrollo alcanzado por el Mot de Maçon en el primer catecismo simbólico, el Edimbourg de 1696. ¿Qué debe pensarse acerca de los propósitos de Sillingfleet y de Kirk?

El Edimbourg, primer catecismo del Mason Word que inauguró una larga serie de catecismos análogos, se refería del punto de vista tipológico a la logia de Kilwinning: era por una parte el signo del hecho que este ritual era probablemente el de la logia de Canongate que se había afiliado en 1677 a la logia de Kilwinning, la logia madre de las otras logias calvinistas de Escocia; y por otra parte, era una confirmación del hecho de que el Mot de maçon era efectivamente la creación de los masones presbiterianos de Kilwinning. Cuando en 1599 los Status Schaw habían prescrito a la logia de Kilwinnig poracticar un arte de memoria que no estaba precisado, este debía serlo por tanto siguiendo los principios del calvinismo como hemos explicado en otras ocasiones, no pudiendo pues basarse en imágenes plásticas, sino bajo la forma de catecismos cual juegos que alternaban preguntas y respuestas, y que no debían ser escritos para poder ser memorizados y restituidos de memoria a lo largo del rito, respondiendo de este modo a la obligación impuesta por los estatutos Schaw de 1599 a la logia de Kilwinnig, pudiendo así practicar un arte de memoria ciertamente conforme a los principios calvinistas. Esta función de arte de memoria de los rituales del Mot de Maçon se encuentra afirmada de una parte por el ritual Dumfries nº4 de 1710, así como, por otra parte, por la divulgación la Confession d’un maçon de 1755. Así pues, los primeros catecismos del Mot de maçon que desarrollan al menos a partir de 1696 la forma primitiva del rito como arte de memoria conforme a los principios del calvinismo, poseen un doble estatuto y deben ser interpretados a la vez como rito de recepción en logia, así como ya hemos reiterado, un arte de memoria. Sobre este último punto debemos tener muy en cuenta dos aspectos de estos catecismos: por una parte, el juramento de no dibujar en el suelo los símbolos de la recepción ritual en logia (el arte iconográfico repugnaba a los presbiterianos que concentraban su atención sobre las expresiones verbales), y por otro lado el uso de metáforas y alegorías verbales.

En efecto, los artes de memoria utilizados por los católicos se fundamentaban sobre el uso de imágenes plásticas. Así pues, los calvinistas tuvieron la idea de sustituir en las artes de memoria el uso católico de las imágenes plásticas por el uso de imágenes verbales cómo metáforas y alegorías cuyo origen escriturario y su carácter exclusivamente verbal eran conformes a los principios del calvinismo. Cometemos un error cuando pretendemos encontrar en un momento dado en nuestro estudio del Edimbourg las denominaciones de las dos columnas y la de la puerta del Hekal del templo de Salomón por sus ubicaciones simbólicas respectivas, que denotaran la práctica de una exégesis esotérica de la Escritura. No suponía nada de esto en absoluto. Cuando los autores del Edimbourg y de otros catecismos análogos designaban estos elementos del Templo de Salomón por metáforas, no pretendían de ningún modo buscar una interpretación simbólica del Templo ya que para ellos existía una interpretación determinada basada en una cultura de tipo alegórico de la iglesia presbiteriana, exactamente como las dos columnas Yakin y Boaz tipificaban los apóstoles (Gál. 2,9) en efecto los reformadores, y la puerta del Hekal del Templo a Jesús de Nazareth (Jn 10, 7.9).

El esoterismo penetró en la francmasonería más allá del 1696. El hecho que a mediados del siglo XVII unos masones aceptados como Robert Moray y Elias Ashmole se interesaran personalmente en el esoterismo no tuvo ninguna repercusión sensible sobre el estado de la masonería en la que ellos fueron recibidos. Hasta 1730 el registro semántico de los rituales del Mot de Maçon transitó progresivamente del campo de la teología hacia el campo de la filosofía: esto es, se mantuvo en los límites del exoterismo. Resulta complejo decir a partir de qué fecha los masones abandonaron las anteriores alegorías para pasar a interpretar de manera simbólica ciertas figuras de la Escritura y acceder por esta hermenéutica simbólica a dar a luz a puros principios. En 1730 el ritual filosófico de la Gran Logia de Londres nos expone el primer abordaje de naturaleza exotérica en el sentido donde, dejando de lado la práctica de la tipología bíblica, no parece denotar la práctica de una hermenéutica simbólica en el sentido técnico de la palabra, inseparable como tal del recubrimiento metódico de un saber milenario. Si debemos buscar una época donde el esoterismo parece haber coloreado una cierta hermenéutica de los rituales masónicos, es en textos como The Perjured free mason detected (1730) y A Defence of masonry (1730-1731). Ward prefería fechar de finales del XVIII solamente la introducción del simbolismo partiendo del esoterismo en las logias masónicas bajo la influencia de Hutchinson y de Preston. En realidad la cultura del esoterismo se injerta en la cultura masónica (antes de penetrar en la institución masónica en sí misma) hacia 1730, es decir en la época precisa donde el calvinismo desó de ser el fundamento único o principal de la tradición del Mot de Maçon, y donde la hermenéutica filosófica de la Escritura (y partiendo del simbolismo que fue de origen escriturario), emancipando las consciencias de los particularismos confesionales, favoreció el reino de una universalidad propicia al estudio comparado de las tradiciones, y de ahí propicio a la introducción de la hermenéutica simbólica de la Escritura en las logias.


Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Rite de Cerneau et Rite Écosais Ancien et Accepté)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección
Masonólogo

Qué es y qué no es Masonería (lo que no es 3)

Los “Deberes de un francmasón” de 1723

Ciertos historiadores interpretan el parágrafo 1 de los "Deberes de un francmasón" de las Constituciones de 1723 como un texto en el que se prohíbe el acceso a las logias a los libertinos, es decir, a los deístas. Sin embargo, es una interpretación completamente falsa. Dicho error no afecta tan solo a determinados autores masónicos, sino también a algunas Obediencias donde podemos leer con consternación en sus páginas web exposiciones como la siguiente: “En 1723 aparecen las Constituciones de Anderson reconocidas aún hoy en día como la carta fundadora de la francmasonería universal. El artículo primero imponía para siempre la exigencia esencial de la masonería de tradición, a saber, la creencia en Dios.” Quedamos atónitos y sorprendidos ante tal mentira. La falsedad de dicha interpretación es obvia ya que este texto admitía textualmente la eventualidad de que un masón no comprendiera correctamente el arte (es decir, el simbolismo bíblico del rito de la Palabra de Masón), y fuera, consecuentemente, un ateo teórico o un deísta siempre que fuera “un hombre bueno y verdadero, o un hombre de honor y de honestidad”, es decir, siempre que practicara la religión natural evocada por Pablo de Tarso en Romanos 2:14-15, religión natural práctica que no es una doctrina, sino que consiste en conformar su comportamiento a la ley moral natural y universal. Dos historiadores más rigurosos han escapado al contrasentido y han comprendido correctamente el texto de 1723, porque fueron capaces de interpretar un texto conformemente a las reglas de la sintaxis: ellos son Alain Bernheim y el profesor escocés David Stevenson. Observemos que, en sus Constituciones de 1738, J. Anderson proseguirá en la estela de las Constituciones de 1723, ya que tan solo obligará al masón a practicar los tres artículos morales de Noé asegurándole lo que él llamó textualmente la “libertad de consciencia” (liberty of conscience). Recordemos que los tres artículos morales de Noé se encuentran descritos en Génesis 6:2-3 y 9:3-6, donde se prohíben tres cosas: a los hombres virtuosos desposarse con mujeres egóticas, de consumir carne animal con su sangre, y de matar. Finalmente, no olvidemos que si las Constituciones de 1723 y de 1738 no imponen al masón ninguna doctrina religiosa y le dejan libre totalmente de ser un ateo teórico o un deísta, sin embargo estas mismas Constituciones y el propio rito del Mot de Maçon mencionan el “Gran Arquitecto del Universo” (cf. el Dumfries nº 4 de 1710 y La Masoneria Diseccionada de Samuel Prichard, 1730).

Los Antiguos de Dermott y la Gran Logia Unida de Inglaterra

No se puede evocar las Constituciones de 1723 y de 1738 compararlas por una parte con Ahiman Rezon de Laurence Dermott (1756) y por otra parte la posición de la Gran Logia Unida de Inglaterra nacida en 1813. En su texto de 1756, L. Dermott afirma que un “masón está obligado por su compromiso a creer firmemente también en el verdadero culto del Dios eterno que en todos estos archivos sagrados que los dignatarios y Padres de la Iglesia han compilado y publicado para el uso de todos los hombres buenos”. Emerge de este texto que L. Dermott obligaba al masón a creer en el culto del verdadero Dios y en la Biblia, posición que era totalmente contraria tanto a las Constituciones de 1723 como a las de 1738. En cuanto a los Basic Principles de la Gran Logia Unida de Inglaterra, estipulan en 1929 “que la creencia en el Gran Arquitecto del Universo y en su voluntad revelada será una cualificación esencial para convertirse en miembro”.

Dicho de otro modo, la Gran Logia Unida de Inglaterra, obligando al postulante de este modo, y también al masón a creer en el Gran Arquitecto del Universo y en la Biblia, adoptó una posición idéntica a la de L. Dermott y a la de los Antients, oponiéndose por ello radicalmente a las Constituciones de 1723 y de 1738. Precisemos respecto al empleo de las palabras “creer” (believe) y “creencia” (belief) utilizadas por Dermott y por la Gran Logia Unida de Inglaterra: la creencia que consiste en “creer que” es una actitud exotérica totalmente ajena a la Biblia, que no codificaba unas creencias sino el “ver” de los profetas (“ver” por el espíritu de sutileza o por la intuición intelectual no es creer), es de este modo que adoptando como posición la creencia, L. Dermott y la Gran Logia Unida de Inglaterra se ubicaron sobre el terreno del exoterismo, excluyéndose así del campo del esoterismo que era el de las Escrituras.

Hoy la cuestión radica en saber en qué posición se sitúa cada obediencia: si desean apoyarse sobre las Constituciones de 1723 y de 1738 que proclamaban la libertad de consciencia o, por el contrario, prefieren apoyarse sobre el Ahiman Rezon y sobre los Basic Principles de la Gran Logia Unida de Inglaterra, que obligan en creer en el Gran Arquitecto del Universo y en la Biblia.

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
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Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
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Masonólogo

Qué es y qué no es Masonería (lo que no es 2)

El origen de la leyenda de Hiram
Esta leyenda aparece en 1730 en el Rito del “Mot de Maçon” divulgado por Samuel Prichard en su Masonería Diseccionada. Régis Blanchet (1951-2005) pensaba que que la leyenda de Hiram tenía unos orígenes paganos (Los Orígenes paganos del grado de maestro en masonería, Rouvray, Prieuré, 1994). Se equivocaba. La leyenda de Hiram aparece en el rito del Mason Word que, conformemente a su naturaleza de arte de memoria originalmente calvinista, se componía de alegorías exclusivamente extraídas de la Biblia. Este es el caso de la figura de Hiram, asesinado por tres malos compañeros: alegoría de la Pasión, de la muerte y de la resurrección de Jesus de Nazareth, Asesinado por el sumo sacerdote judío Caifás, por el rey Herodes de Galilea y por el gobernador romano de Judea, Poncio Pilato. La leyenda de Hiram era por tanto de origen cristiano y no tenía, consecuentemente, ningún origen pagano, como lo ha confirmado con razón Philippe Langlet en su ora titulada Las Fuentes cristianas de la leyenda de Hiram (París, Dervy, 2009).

Caballería
En sus dos Discursos de 1736-1737, el caballero Ramsay pretendió poder atribuir un origen caballeresco a la masonería. Fundaba su afirmación sobre la Lettre de la grande maîtresse des franc-maçonnes à M. Harding imprimeur de 1724, donde Jonathan Swift evocaba a los caballeros de la logia de San Juan de Jerusalén. Pero Ramsay no comprendía que en este texto datado el 1 de abril era por lo tanto una inocentada (poisson d’avril). Swift lo extrapoló basándose sobre el Contrato de Perth de 1658 que presentaba la logia de Perth como siendo la logia hija de la logia de Kilwinning, la cual se presentaba a sí misma como salida del “templo de los templos” (es decir, del templo de Jerusalén) porque había concebido y elaborado el rito del Mot de Maçon que refería al simbolismo del templo de Jerusalén. Por otro lado, la logia de Kilwinning como el mismo Swift, no olvidaron que el resto de logias de Escocia tenían por costumbre recibir a los nuevos aprendices entrados el día de San Juan Evangelista (27 de diciembre). Así pues, la francmasonería no tiene ningún origen caballeresco.

Alquimia
Aunque en el Siglo XVII el masón E. Ashmole estuvo interesado en la alquimia, esta es ajena al rito de los Antiguos Deberes y al rito del Mason Word. Es solamente en los ritos masónicos tardíos donde aparece la alquimia. En 1766 el barón de Tschoudy publica su Estrella flamígera, tratado de masonería donde introduce la alquimia. Además, en el Siglo XIX, no entendiendo que el azufre y la sal de la cámara de reflexión hacía originalmente referencia a Gén. 19, 24-26, ciertos masones por ignorancia y poco escrupulosos añadieron a la sal y al azufre iniciales el mercurio, así como el acróstico alquímico VITRIOL. Esto conducirá a Oswald Wirth a cometer el error de publicar en 1909-1910 Symbolisme hermétique dans ses rapports avec l’alchimie et la franc-maçonnerie, no teniendo el principio y origen de la francmasonería ninguna relación directa con la alquimia.

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
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Masonólogo

Carta de Porto: Rito Moderno - Rito Francés





 Acto de la firma por parte de algunos miembros (Frigerio, Décanis, C.Sorrento)


Con motivo de la celebración del II Congreso del Rito Moderno, en la ciudad de Oporto (Portugal) en el momento de la clausura,  el día 23 de junio, en cuyo día Porto celebra el dia de San Juan a la noche, el pleno de Caballeros de la Sabiduría, y conservadores del Rito Moderno,  plantean en asamblea y ante el cierre del II Congreso y como corolario a este el editar una nueva versión renovada , tal y como se hizo  durante el 1º Congreso de Barcelona en el 2011, que se entregó la famosa Carta de Barcelona 2011.

Miembros Vª Orden: Sorrento, Villalta, Decanis, Duhal, Vallejo, Frigerio

Pus bien, al cierre y a modo de clausura del correspondiente congreso en Porto, se presentó firmada por todos los miembros de la V ª Orden de Sabiduría presentes, la siguiente Carta Porto del RITO MODERNO 2019.



NOTA: A esta Carta de PORTO 2019 se irían sumando más miembros  poseedores de la Vª Orden de Sabiduría del Rito Moderno y Rito Francés de distintos países y continentes



Qué es y qué no es Masonería (lo que no es 1)

Hace ya bastantes años que venimos humildemente publicando ensayos y trabajos tendentes a una búsqueda en nuestra mejora formativa en los distintos campos que abarca la masonería como Institución social, iniciática y formativa del desarrollo del ser humano, así como su impacto e influencia en diferentes aspectos relacionales y filosóficos. Sus ramificaciones tanto de carácter simbólico, histórico y sociológico, entre otros, han llegado a convertir en algunas ocasiones a nuestra orden en una especie de cajón de sastre donde se ha dado cabida a contenidos y acciones canallas tanto en lo personal como en lo ritual, desviando al buscador y al ya miembro de la verdadera esencia masónica. Lo triste del caso es que esta situación se ha visto dada por una ignorancia interesada o condicionada a aspectos exógenos de distintas naturalezas, generando perversiones cuasi cómicas en lo que deberían ser los fundamentos reales de nuestra fraternal institución.

Sin rendirnos, guste más o guste menos a unos u a otros, proseguiremos con aquello que verdaderamente nos motiva: nuestro propio crecimiento y evolución, aprendiendo de nuestros propios errores y corrigiendo aquello que viciado se nos hubiera colado en nuestro aprendizaje eterno. Este Blog lo creé para mi búsqueda constante en pretender esclarecerme y, si además puede ser de utilidad a terceros, su finalidad se ve recompensada exponencialmente. Pero jamás olvidaré que sin la ayuda de Hermanos y Hermanas que han compartido conmigo su saber y experiencia de manera desinteresada como muestra del amor dado, y recibido a su vez ese mismo salario fraterno de mi parte con suma gratitud, probablemente sería una especie de bufón que creería ser el “Nec plus ultra” de una verdadera nulidad en lo real. Esa dichosa pura apariencia que contagia a diestra y siniestra y que hace creer al asno ser un Einstein masónico cuando esconde en realidad lo fatuo y la ostentación vacía.

Durante esta Maratón sin final, vemos de todo, y también afortunadamente ejemplares estudiosos, masonólogos, filósofos, anónimos masones laboriosos modelos a seguir, mentes preclaras, espíritus nobles. De ellos aprendo y trato de emular lo mejor que puedo sus pasos. Por eso hoy creo que pueda resultar oportuno (para mí lo es sin duda) reubicarnos y reordenar ideas y conceptos fundamentales. He utilizado a tal efecto el genial trabajo de uno de mis referentes masónicos fundamentales (en concreto de su libro L´Essence de la Franc-maçonnerie à travers ses textes fondateurs 1356 – 1751), el prestigioso filósofo e historiador Patrick Négrier, por quien siento un sincero agradecimiento de compartir su fraternal amistad y desinteresada disposición para aclarar mis dudas e inquietudes, siempre mediante su inmenso, paciente y filantrópico saber.

“Lo que no es”

La francmasonería es una sociedad que tiene una historia, y que vehicula y transmite uno o unos ritos, así como unas Constituciones. Pero unos y otros han recibido interpretaciones distorsionadas. Examinemos de cerca estas interpretaciones erróneas.

Compagnonnage
La francmasonería nació en Inglaterra, en Londres, con el “Reglamento para los masones de Londres” de 1356 así como con la tradición ritual inglesa de los Antiguos Deberes que debutó, aparentemente, en York en 1370. Sin embargo, no detectamos en estos textos ningún origen “compañónico” ya sea francés o alemán.

Rosacruz
Ciertamente, hacia 1628-1630, el poeta H. Adamson, autor de “La tercera musa” (incluída en El lamento de las musas) estaba diciendo a los “hermanos de la Rosacruz” que poseían el rito del Mason Word (Palabra del Masón). Pero parece que para comprender este verso es preciso resituarlo en el contexto de este poema que se supone que debe informar de los hechos culturales característicos de la ciudad de Perth que era, entonces, de confesión calvinista presbiteriana desde 1559. Sabemos por el Contrato de Perth de 1658 que la logia de Perth tenía por logia madre la logia calvinista presbiteriana de Kilwinning, que practicaba el rito del Mot de maçon, lo que permite deducir que la logia de Perth practicaba también el rito del Mason Word. El hecho de que el poema de H. Adamson situara a unos practicantes del Mason Word en la ciudad de Perth no tiene nada de sorprendente. Y si H. Adamson atribuyó la posesión de la Palabra del masón a los hermanos de la Rosacruz, haciendo así masones de la logia de Perth a los Rosacruces, es simplemente porque el movimiento Rosacruz era de origen luterano y que, en su calidad de calvinistas presbiterianos, los masones de Perth practicantes del Mason Word eran también cristianos reformados. La francmasonería no tiene por tanto relación directa con los Rosacruces, que parecen haber existido solo literariamente, sobre el papel.

Los Stuarts
Ciertos historiadores, como André Kervella, piensan que la francmasonería denominada de los “Modernos”, como la llamaba Dermott, es de origen “estuardista” (tesis de Kervella que merecería ser comparada con la tesis análoga de Robert Ambelain) y habría nacido en Gran Bretaña durante las guerras civiles de 1642-1651. Sin embargo, esta tesis es errónea porque no tiene suficientemente en cuenta los dos factores siguientes:

1)    En primer lugar, la masonería denominada de los “Modernos” se caracteriza por el hecho de que practicaba el rito del Mot de Maçon. Sin embargo, el hecho de que en el siglo XVIII algunos estuardistas fueran francmasones no significa que estos hubieran sido recibidos en el rito del Mason Word, que era practicado por la masonería de los “Modernos”. Para afirmar que los masones estuardistasd del Siglo XVII practicaban la masonería denominada más tarde de los “Modernos", habría que probar que practicaban el Mot de Maçon, sobre la que la historiografía muestra que consistía en la comunicación de las dos palabras de pase Bo’az y Yakin acompañado del apretón de manos y de un juramento de secreto sobre el contenido de este rito. Sin embargo, en el estado actual de nuestros conocimientos, ningún documento atesta que los masones estuardistas del Siglo XVII practicaran este rito del Mason Word, contrariamente a lo que afirma Louis Trébuchet. Es por ejemplo, el caso de R. Moray y de E. Ashmole que, en el siglo XVII fueron recibidos en el rito de los Antiguos Deberes y no en el rito de la palabra del Masón.

2)    Y en segundo lugar, los cinco primeros testimonios históricos relativos a la Palabra del masón situaban este rito no en un contexto político estuardista, sino en un contexto religioso y, más precisamente, calvinista presbiteriano: se trata por orden cronológico de “La tercera musa” (redactada en 1628-1630) de El lamento de las musas de H. Adamson (publicado en 1638); del Informe sobre los hechos relativos a los asuntos de la Iglesia de Escocia de agosto de 1637 a julio de 1638 de John Leslie, conde de Rothes (1637), del Journal de John Lamont (1649); de los Hechos diversos del presbítero de Kelso (1652); y del Contrato de Perth (1658). La francmasonería denominada “moderna” nació de un proyecto religioso y no de un proyecto político, incluso si fuera estuardista. Patrick Négrier ha demostrado también en sus escritos, que es la logia calvinista presbiteriana de Kilwinning que, rehusando continuar con la práctica del rito anglicano de los Antiguos deberes fue entonces invitada por los Statuts Schaw de 1599 a concebir y elaborar un “arte de memoria” conforme a su confesión, y que este arte de memoria conforme al calvinismo presbiteriano resultó ser el rito del Mot de maçon, que estaba conforme al calvinismo sobre dos puntos: de entrada, conformemente al principio reformado del sola Scriptura, se componía únicamente de materiales extraídos de la Biblia, en este caso I Reyes 7, 21 y Gálatas 2, 9; y, seguidamente, conformemente a la iconoclastia calvinista, estaba compuesto en su origen únicamente de imágenes verbales y no plásticas. La investigación histórica del Rito del Mason Word permite actualmente datarlo un poco antes de 1628, es decir, antes de las guerras civiles de 1642-1651.

Emerge de estos diferentes elementos que la masonería denominada de los “Moderns” no era de origen estuardista. Pero esta afirmación no tiene nada de nuevo: era ya conocida en 1751, cuando Thomas Wolson indicó en su Maçon démasqué que “algunas personas han sospechado que la masonería tendía […] al restablecimiento de la casa de Stuart sobre el trono de Inglaterra; sospecha vana y que no está asentado sobre ningún fundamento razonable”.

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Rite de Cerneau et Rite Écosais Ancien et Accepté)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección
Masonólogo

Excelente 2º Congreso Académico Internacional de Rito Moderno / Rito Francés Porto 2019

Se llevó a cabo en la ciudad portuguesa de Porto el 2º Congreso Académico Internacional de Rito Moderno – Rito Francés los días 21, 22 y 23 de junio de 2019 con la colaboración logística del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal y de la UMURM (Unión Masónica Internacional del Rito Moderno) estando abierto a todas las Potencias Masónicas.

Este evento contó con la calurosa acogida del Anfitrión y Codirector del Congreso el Muy Ilustre Hermano Belmiro de Sousa, Muy Sabio y Perfecto Gran Venerable del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal. Dicho evento contaba como Director del Congreso con el Hermano Joaquim Villalta (Presidente de la Academia Internacional de la Vª Orden) y como Director Académico con el Hermano Víctor Guerra (Presidente del Círculo de Estudios del Rito Moderno y Francés “Roëttiers de Montaleau”), quienes se encargaron de declarar abierto el mismo, celebrándose en la Universidad Losófona de Porto.

El congreso contó con unas ponencias de extraordinaria calidad abarcando campos tan diversos, pero a la vez entrelazados, como el histórico, el simbólico, el sociológico y obviamente el reflexivo sobre la evolución y prospectiva del Rito Moderno – Rito Francés cuyos valores permanecen vigentes en pleno Siglo XXI y que debe estar a la altura de una sociedad libre y tendente a una mejora ética, moral, igualitaria y respetuosa con el devenir de la humanidad toda. Asimismo, tuvimos el gusto de disfrutar de unas interpretaciones artísticas musicales, cual interludios de oro puro, a cargo de unas voces líricas de primer nivel, reflejaron una organización cuidada al detalle.

La presencia de Ilustres Hermanos y Hermanas como Jean-Pierre Duhal, Antonio Fonseca, Fabrizio Frigerio, Eric Decanis, Belmiro de Sousa, Rui Alburqueque, Olga Vallejo o Víctor Guerra, entre otras de las más relevantes personalidades referenciales del Rito Francés / Rito Moderno a nivel mundial hicieron que sus exposiciones de altísimo nivel fueran altamente valoradas por unos asistentes que primaron más la calidad que la cantidad puramente numeral.

La Carta de Porto 2019 firmada como colofón a este Congreso de Rito Moderno – Rito francés por miembros de la Vª Orden de distintos países y Potencias Masónicas a la cual se han adherido otros Muy Ilustres Hermanos cuya presencia física no fue posible por diversas causas ajenas a su voluntad, reúne la esencia y el marco procedimental a seguir. Agradecemos muy especialmente la acogida de los anfitriones, el histórico Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal, de 1804, quien nombró a algunos de nosotros Miembros Honorarios de su Potencia Masónica, lo cual nos provoca una sensación de infinito gozo y sano orgullo, conscientes de que el Rito Moderno – Rito Francés está muy vivo y presente en diversos continentes, comprometido al trabajo para ejercer de Centro de Unión y modelo de Libertad, Igualdad y Fraternidad, puesto que es patrimonio Universal y propiedad de todo el pueblo masónico fiel a los más altos valores de la Orden, por encima de siglas, ucases o burdas actitudes mesiánicas que pretendan autoproclamarse únicas garantes.

Esta rica experiencia masónica y vivencia de crecimiento ético-moral e intelectual, proseguirá en un futuro, generando sinergias imparablemente constructivas, y esperando que llegue ya la fecha de nuestro próximo Congreso Académico Internacional previsto para realizarse lo antes posible muy probablemente en Marsella, Francia.

Puede ampliarse información en:



Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM

Teoría del Conocimiento: recordando al M.·. Il.·. H.·. Antonio Onías Neto

Publicamos nuevamente para nuestros lectores este excelente y pedagógico trabajo del M.·. Il.·. H.·. Antonio Onías Neto, M.·. I.·., Soberano Gran Inspector General de Honor del Supremo Conselho do Rito Moderno - Brasil (ya en el Oriente Eterno) y cuya sabiduría y ejemplo permanece perenne en todos nosotros.

La Filosofía es un propósito del espíritu humano para llegar a una concepción del Universo mediante la auto-reflexión sobre sus funciones valorativas teóricas y prácticas. Es una percepción racional del Universo, es una búsqueda de sus principios y sus causas. Ella visa la moral, el arte, la ciencia, la religión.

Aunque la Religión pretenda el conocimiento total del Universo, su forma de enfoque es bien distinta a la de la Filosofía, aunque la religión pretende este conocimiento por la fe, por la revelación, mientras que la Filosofía lo pretende por la razón.

El estudio filosófico puede ser encarado o dividido por las teorías siguientes:
1) Teoría de la Ciencia - conducta teórica del conocimiento científico.
2) Teoría de los Valores - de la conducta práctica. Los valores éticos, religiosos y estéticos.
3) Teoría de la concepción del Universo.

En lo que nos vamos a interesar es en la Teoría de la Ciencia, que podemos dividir en Formal y Material.

Formal es la Lógica, la corrección formal del pensamiento, la concordancia del consigo mismo, respondería a la pregunta: "¿ES el pensamiento correcto?"
Material es la Teoría del Conocimiento. También llamada Epistemología o Gnoseología. Busca ver la certeza del conocimiento. Responde a la preguntas "¿Existe concordancia del pensamiento con su objeto? ¿Hasta qué punto el Sujeto aprehende el Objeto? ¿ES el pensamiento verdadero?"


La Teoría del Conocimiento sólo aparece de forma autónoma a partir de John Locke, y, podemos decir que llega a su ápice con Kant, con su obra "Crítica de la Razón Pura".

Pero, finalmente, ¿qué es el Conocimiento?

Podemos encararlo por un prisma psicológico, que investiga el proceso psíquico del conocimiento. Si lo observáramos por el método fenomenológico, que estudia el fenómeno del conocimiento, vamos a ver la esencia de ese fenómeno, la relación dual entre el Sujeto cognoscente y el Objeto conocido en sí, y la imagen del Objeto que llega al Sujeto.

Si observáramos el Conocimiento sólo del punto de vista del Sujeto caeremos en el llamado Psicologismo, nos restringimos al fenómeno sólo en cuánto al proceso psicológico.

La imagen del Objeto debe retratar verdaderamente el Objeto. ¿Cual es la concordancia existente entre el Objeto y su imagen? Si nos apegáramos sólo a este prisma tendremos lo que llamaríamos el Logicismo.

Por otro lado se nos restringimos sólo a explicar el fenómeno del conocimiento por el estudio del Objeto, encontrando en él toda la explicación del mismo, caeremos en el Ontologismo, exagerado en la interpretación del ser fuera del Sujeto cognoscente.

Vemos, por lo tanto, que ni la psicología, ni la lógica, ni la ontología explican solos el fenómeno del conocimiento

Éste debe, pues, ser visto por una explicación filosófica; a esta teoría algunos le dieron el nombre de Gnoseología, Epistemología, o aún, Teoría del Conocimiento.

Para hacer su estudio, intentaremos responder a cinco preguntas fundamentales:
1.- ¿Puede el Sujeto aprehender realmente el Objeto? ¿Cual es la posibilidad del Conocimiento?
2.- El hombre siendo un ser intelectual o espiritual y a la vez un ser sensible, de un lado la razón y del otro la experimentación, ¿cual de ellos es la fuente? ¿Cual es el origen del Conocimiento?
3.- Habiendo la relación entre el Sujeto y el Objeto, ¿quien determina la relación, el Sujeto o el Objeto? ¿Cuál es la esencia del conocimiento?
4.- El Sujeto ¿aprehende sólo el Objeto por la razón, por la deducción? ¿La intuición, el conocimiento intuitivo existe? ¿Cuáles son, pues, las formas del Conocimiento?
5.- Y, finalmente, un último problema: ¿hay un Conocimiento verdadero? ¿Como distinguir el Conocimiento falso del verdadero? ¿Cual es el criterio para determinar la separación entre el falso y el verdadero? ¿Cual es el criterio del Conocimiento?

En este trabajo nos restringiremos a discutir la primera pregunta: ¿ES posible el Conocimiento? ¿Existe efectivamente la Posibilidad del Conocimiento? Este tema es importantísimo para las posiciones filosóficas del Rito Moderno, razón por la que nos atendremos a ella.

Varias son las doctrinas existentes.

Veamos primero el DOGMATISMO.

La palabra dogma, en Grecia, comenzó a ser usada como doctrina fijada, como decreto, como opinión acepta.

Actualmente, se emplea el término en el sentido de afirmación sin justificación lógica, fundada en autoridad civil, cultural, científica, militar o religiosa.

El dogmatismo afirma que el Conocimiento es posible, puesto que existe el contacto real entre el Sujeto y el Objeto, y este contacto hace el Conocimiento como exacto, como verdadero. No hay dudas en cuanto la posibilidad del Conocimiento.

La primera posición del hombre, histórica y psicológicamente, es dogmática, es el hombre ingenuo, es el niño. Todo lo que el hombre ve, siente y piensa es verdadero.

El problema estudiado por la Epistemología no existe para el dogmático, y como problema filosófico sólo va a aparecer con los Sofistas.

Como teoría opuesta al dogmatismo tenemos el ESCEPTICISMO, cuando afirma la imposibilidad del Conocimiento, para éste no hay el contacto real entre el Sujeto y el Objeto, el Sujeto no tiene condiciones de aprehender el Objeto.

De este modo, el escéptico defiende que el hombre debe abstenerse de todo el juicio, pues no hay juicio verdadero. Esta posición tiene origen con Pirron de Elis, es el llamado escepticismo radical, general o universal.

Pero el escepticismo absoluto se contradice, pues en el momento en que afirma la imposibilidad del Conocimiento, expresa un juicio, emite un juicio, por tando, dice conocer.

El escepticismo puede ser sin embargo parcial, alcanzando sólo un campo del Conocimiento humano, pudiendo ser ético (cómo el de Montaigne), puede ser teórico, siendo metafísico (como el positivismo de Augusto Comte), religioso (como el agnosticismo de Herbert Spencer), puede ser metódico (como la duda de Descartes).

Es también intitulado de escepticismo académico, la doctrina llamada de probabilismo, predicada por Arcesilao y Carneades, que afirma no ser posible el conocimiento total, verdadero, en cualquier campo del Conocimiento, aunque nunca podemos tener certeza, pero sí que parece ser, que es probable.

Aún, dentro del ámbito del escepticismo, no llegando a sus extremos, están el subjetivismo y el relativismo.

Defiende el subjetivismo, en una posición psicologista, que "el hombre es la medida de todas las cosas". Sólo hay verdades para un sujeto, tanto como individuo como para el sujeto general, el género humano.

Por su parte, afirma el relativismo que nuestro conocimiento sólo es verdadero en relación a nosotros, sólo es posible el Conocimiento dentro de nuestras limitaciones, inclusive las externas, no restringiéndose al psicologismo del subjetivismo. Nuestra posibilidad de conocimiento es relativa a la influencia del medio en que vivimos, del ambiente cultural en que nos encontramos. Un paisaje visto a ojo desnudo o por intermedio de un binóculo son dos verdades diferentes.

El subjetivismo tuvo su primera posición histórica con los Sofistas, y el relativismo como teoría con Pitágoras.

Modernamente vamos a encontrar el relativismo con Osvaldo Spengler.

Una posición moderna de escepticismo la vamos a constatar en el pragmatismo de William James. Para los pragmáticos no es posible haber concordancia entre el sujeto y el objeto, este concepto de verdad es inválido. Sólo es verdadero lo que es útil, lo que es práctico, pues el ser humano es un ser práctico por excelencia, un ser de acción. Sólo es cierto lo que aprovecha a la vida. El pensamiento no existe para conocerse la verdad, y sí para orientar el hombre en su realidad práctica. Efectivamente tal teoría niega la esfera de la lógica, no reconoce la autonomía del pensamiento.

Finalmente, una posición que pretende ser la síntesis entre la tesis dogmática y la antítesis escéptica. Se llama Criticismo.

El Criticismo, de un lado acepta la posibilidad del conocimiento, está convencido de que hay una verdad, por otro lado desconfía de todo conocimiento determinado. Su posición no es dogmática, ni escéptica, pero sí reflexiva y crítica. Estaría entre la temeridad dogmática y la desesperación escéptica.

Esta posición crítica ya la vemos delineada en Platón, en Aristóteles, en los estoicos, más recientemente en Descartes y Leibnitz, más aún en Locke y Hume. Pero aquel que es considerado el verdadero fundador del Criticismo es Emanuel Kant.

El Criticismo es "aquel método de filosofar que consiste en investigar las fuentes de las propias afirmaciones y objeciones, y las razones en que las mismas se basan, método de la esperanza de llegarse la certeza."

Es evidente que cuando se pretende tener una Teoría del Conocimiento, se admite "a priori" la posibilidad de ese conocimiento, por menor que sea. Lo que se pretende cuando se estudia la Teoría del Conocimiento es investigar sus presupuestos, sus condiciones, un examen crítico de los fundamentos del conocimiento humano.

He ahí porqué alcanzando el hombre la edad adulta de la razón no puede aceptar tesis dogmáticas, he ahí porqué el Rito Moderno se afirma como adogmático. Para el Rito Moderno el hombre ya no es el niño de sus inicios históricos, ya no es el hombre primitivo que aceptaba verdades dogmáticas, basadas en el miedo, en la ignorancia, en la autoridad" ex-cathedra".

El hombre es un ser libre para pensar, reflexionar, criticar, como afirma el principio Masónico de la búsqueda incesante de la Verdad.

Artículo publicado en la Edición de marzo/mayo de 1996 , página 9 del Jornal "Egrégora", Año III, nº 12, editado por la ARLS "Miguel Archanjo Tolosa", nº 2131, Grande Oriente do Distrito Federal - GOB


Traducido y revisado por:


Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro de Honor del Grande Oriente Lusitano
Miembro de Honor del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro de Honor del Gran Oriente Tradicional de Bolivia
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau / Thompson-Folger Supreme Council for The United States of America, their Territories and Dependencies)

El primer testimonio histórico sobre el "Mason Word" (1637)


Siempre me resulta altamente gratificante y provechoso aprender de los estudios, investigaciones y reflexiones acerca de los verdaderos orígenes de la francmasonería, alejando la ignorancia generada por la confusión que producen las aseveraciones literales de lo mítico y legendario con la realidad histórica, fenómeno que suele traducirse en una incomprensión de la razón de ser de la hermenéutica y exégesis presente en la literatura y rituales masónicos. Es por ello que acudo con frecuencia a referentes incontestables bajo mi punto de vista, como es el Hermano Patrick Négrier, a quien además de amigo, considero como el Maestro que más me ha marcado positivamente, y al que agradezco infinitamente la Luz que me ha aportado con su sabiduría, así como por su siempre fraternal y ejemplar disposición. Su obra ingente precisa ser leída en sucesivas ocasiones, y así, de ese modo, siempre hallamos nuevas respuestas a las incesantes preguntas que aparecen a quienes buscamos permanentemente (Mateo 7:7-8).


EL PRIMER TESTIMONIO HISTÓRICO 
SOBRE EL « MOT DE MAÇON » (1637) 

por Patrick Négrier 



El primer testimonio histórico sobre la existencia del “Mason Word” aparece en 1637 en el libro de John Leslie, sexto conde de Rothes, titulado: A relation of proceedings concerning the affairs of the Kirk of Scotland, from August 1637 to July 1638 (Informe sobre los debates concernientes a los asuntos de la Iglesia de Escocia desde agosto de 1637 hasta julio de 1638), obra publicada por David Laing en Edimburgo en el club Bannatyne en 1830. El pasaje en cuestión es el siguiente:

“On Monday 13 [October 1637], Rothes came to [the] Thesaurer at night to visit him, who did shew his fears that the frequent meiting of so many wold give his Majestie discontent; and that also he had bein taxed formerlie for keeping correspondance with some of the nobilitie, which he had alwayes done for the good of his Majesteis service, thogh his adversaries interpret the same as unfaithfullnes, and said he had the Masone word among the nobilitie; yitt was he conscious to himself, as he had sought speciallie peace, and had a regaird to the nobilitie, bot his speciall aim was his Majesteis service, and that now he had receaved approbatione of his proceidings; and shew Rothes a letter from his Majestie, at least the end therof, saying, that for the willingnes of these noblemen to his service, he sould think on it, &c. The Thesaurer desyred, that the Counsell being to go to Lithgow and meitt ther the nixt day, he sould returne at night; and requyrit Rothes sould deall with the haill nobilitie and gentrie to be sein als litle in publict as they could, and dispatch themselves out of the toun als speidilie; and said, he knew it was hard to stay them from meitting, bot that they might be soon dispatched; he promised, also, to endeavor to stop the Proclamatione for chargeing them to pairt the toun”.

¿Qué representa exactamente en este texto de 1637 el "Mason Word" que conocemos por la documentación que aparecerá al respecto en los años siguientes que fue (después del rito inglés y católico de los Antiguos deberes aparecidos en la época del Regius en 1390, pero más probablemente en 1370 en York) el segundo rito de la historia de la francmasonería (creado en, o antes de 1637 en Escocia)? Si en la primera frase de este pasaje del Report, releemos correctamente los usos del pronombre personal "él" (he) en su referente exacto (aparentemente el Tesorero del Reino), parece que, según esto, el Tesorero, cuyo nombre era John Stewart, conde de Traquair (alrededor de 1600 - 1659), fue acusado por sus enemigos de haber obtenido la "Palabra de Mason" de la nobleza escocesa que habría frecuentado por infidelidad al rey James I de Inglaterra (VI de Escocia), quien previamente había acusado a Traquair de frecuentar dicha nobleza escocesa, que Traquair siempre había hecho solo por el bien del servicio de la rey.
Sabemos por la historiografía que Traquair intentó ayudar al rey James I a Anglicanicanizar la vida litúrgica de los escoceses y entonces convertidos principalmente al calvinismo y particular a la corriente presbiteriana de este último (que de hecho era la más incompatible con el anglicanismo, que no era el caso del calvinismo arminiano o episcopaliano). Los mayores enemigos de Traquair fueron, por lo tanto, en esa circunstancia los presbiterianos escoceses que se negaron a dejarse anglicanizar por el rey. Si estos presbiterianos escoceses podían evitar que Traquair anglicanizara la vida litúrgica de los escoceses era acusándolo públicamente de haber obtenido de la nobleza escocesa la "Palabra de Mason", dado que el hecho de poseer la "Palabra de Mason" era señal de una infidelidad al anglicanismo suficiente para permitir que el rey retirara su confianza en Traquair (y en el contexto histórico, geopolítico, de estos eventos, es bastante obvio que la infidelidad al anglicanismo se manifestaba principalmente en la forma de adhesión al presbiterianismo, el tema principal de todas las páginas del Informe de John Leslie que preceden al pasaje sobre la "Palabra de Mason"), y en segundo lugar que el "Mason Word", expresión por tanto del presbiterianismo escocés (quizás solo porque el propósito en cuestión era una simple acusación sin prueba) estaba entonces en poder de los nobles escoceses de confesión Presbiteriana. El hecho de que Traquair habló sin explicación de la "Palabra de Mason" a John Leslie, conde de Rothes (1600-1641), quien estaba influenciado por su muy presbiteriana esposa Anne Erskine (+ 1640), muestra además que John Leslie, simpatizante de los escoceses Presbiterianos, conocía la existencia de esta expresión del presbiterianismo escocés que era el "Mot de maçon". Así parece que el primer testimonio histórico sobre la existencia de la "Palabra de Mason" nos muestra que esta era una expresión directa del Presbiterianismo escocés. Y es por no estar lo suficientemente atento al pasaje concerniente de este texto de 1637 que muchos historiadores contemporáneos como André Kervella y otros se han equivocado al tratar de hacer pasar la "Palabra de Mason" por otra cosa de lo que realmente era.

Traducido y revisado por:

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
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Soberano Gran Inspector General y Miembro Numerario del "Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para el Principado de Andorra"
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
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Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau / Thompson-Folger Supreme Council for The United States of America, their Territories and Dependencies)

Cierta bibliografía histórica trascendental alrededor del Rito Antiguo y Aceptado

Para los estudiosos de la historia de la masonería, y muy especialmente para los practicantes del Rito Antiguo y Aceptado seguidores del legado del M. Il. H. Joseph Cerneau, resulta imprescindible la lectura de algunos libros emanados del círculo de influencia del Supremo Consejo para los Estados Unidos de América, sus Territorios y Dependencias que inició su andadura plena con su fundación en New York en 1812.

Entre dicho material bibliográfico, destacaríamos "Senda de las Luces Masónicas" escrito por el propio Hermano Cerneau en lengua española en 1821, "Reply to de War Whoops of Enoch T. Carson" de Robert B. Folger, publicado en 1886, y también "Condensed History of the Ancient and Accepted Sottish Rite Masonry from its introduction into the United States to the present time" de 1903.

En "Senda de las Luces Masónicas" el MIlH Joseph Cerneau nos presenta, a modo de manual, una obra en la que cual abanico, se recorren los principios generales de la Orden según la visión del momento, así como unas secciones que describen las funciones de los oficiales de la Logia así como su método de trabajo. En ella, como no puede ser de otro modo y siguiendo el estilo de este tipo de trabajos, se describe al más puro estilo andersoniano, una historia mítica de la masonería, cargada eso sí, de una fuerte influencia ramsayana, propia de su naturaleza original que dio pie a los Altos Grados nacidos y desarrollados en Francia. No obstante, esta obra se centra en la masonería simbólica y en sus respectivos apartados enfocados a modo de Memento y de instrucciones de Grado, aparece de manera meridianamente clara la naturaleza Modern de los tres primeros grados con una extraordinaria cercanía formal y de contenidos al Régulateur du Maçon, con algunas puntuales diferencias tan sólo, lo cual nos ratifica que de facto, las formulaciones rituales desde la Orden del Real Secreto de Morin hasta su desarrollo y ampliación a 33 Grados, eran sin duda alguna sistemas de Altos Grados que contemplaban su cursus iniciático más allá del Tercer Grado. Solamente razones de índole competencial y obedienciales empujaron a la "invención" de unos rituales simbólicos para el REAA, por citar un ejemplo, debiendo quedar los conceptos Antiguo y Aceptado más bien a modo de seguimiento de una tradición compartida y practicada en diversos Orientes, sobretodo descubierta la falacia prusiana de las Constituciones de 1762 y de 1786, y del oscuro y misterioso nacimiento ocurrido en Charleston.

Desgraciadamente se ha querido silenciar y demonizar la ingente y regular labor de Joseph Cerneau, quien siempre fue respetado y reconocido por el Gran Oriente de Francia, entre otras Potencias Masónicas, siendo ésta especialmente significativa por ser la heredera y tierra de cultivo de la mayor parte de los Sistemas Rituales continentales en Europa.

Así, la obra de Robert B. Folger quiere sacarnos de la ignorancia mediante una narración cronológica y documental que aporta una significativa información de suma importancia.

Entre otras, Folger nos recuerda que el establecimiento del Supremo Consejo de Grasse Tilly en París en 1804, y la disputa que tuvo lugar entre este Supremo Consejo y el Gran Oriente de Francia, terminó con la sumisión de dicho Supremo Consejo mediante el Concordato de 1804 que supuso su integración en el seno del Gran Oriente, habiendo existido tan sólo 44 días desde su inicio, por lo cual el Rito en 33 Grados pasó a ser propiedad del Gran Oriente de Francia. El Gran Oriente no consideró recibir un nuevo Rito, sino que tomo en posesión los grados adicionales al Rito de Perfección preexistente desde hacía ya más de 40 años. El Grado 33 era "nuevo" si éste fuera el término apropiado para aplicárselo, y se convirtió en la clave maestra del sistema conocido como Rito Antiguo y Aceptado. El Gran Oriente al mismo tiempo repudió la fraudulenta Construcción de 1786, y puso dicho sistema en una base puramente Republicana o Representativa.

No debemos olvidar que el Hermano Germain Hacquet, amigo íntimo de Cerneau durante el tiempo de su residencia en las Indias Occidentales, y quienes ambos fueron miembros y oficiales en el Rito de Perfección, retornó a Francia en 1803, trayendo consigo desde ese país el Rito original de Perfección en 25 Grados, el cual presentó al Gran Oriente de Francia — servicio por el cual fue recompensado por el Gran Oriente siendo nombrado Presidente de la Cámara de Ritos — y siendo al mismo tiempo de esta Unión del Supremo Consejo de Francia con el Gran Oriente en 1804, llegando a ser poseedor de todo el sistema, el Rito Antiguo y Aceptado.

Esta afirmación, la cual es, y ha sido durante más de 50 años, un asunto de tipo histórico, nunca ha sido puesta en tela de juicio o negada, siendo del todo cierta. Hubieron otras fuentes que proponían que los grados adicionales y el 33 podrían provenir además de Charleston-Grasse, del mismo Gran Oriente que ya los poseía, siendo el Dueño de éstos, habiendo preservado y administrado el sistema desde el principio.

Germain Hacquet, quien fuera Presidente del Gran Consistorio de Ritos del Gran Oriente de Francia y su primer Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º, confirió a Joseph Cerneau el sistema del Rito Antiguo y Aceptado como muy pronto en 1805 — Cerneau y Hacquet tuvieron ambos el Rito de Perfección en las Indias Occidentales antes de1801, y los grados adicionales fueron conferidos a Cerneau antes de que él partiera hacia New York City.

La prueba de que Cerneau tuvo los grados adicionales junto con el 33 antes de su llegada a New York, está perfectamente claro, como que él los confirió hacia el Honorable John W. Mulligan en 1807 — Jonathan y Jacob Schieffelin, Dr. Charles Guerin, John P. Schisano, Toussaint Midy, J. B. Subrau y John B. Penzol en 1808 y 1809 — Honorable Dewitt Clinton, Honorable Cadwallader, D. Colden, Honorable Martin Hoffman, Elias Hicks, Thomas Lowndes, Joseph Bouchaud, Francis Dubuar y muchos otros desde 1810 a 1812, año en el que el Supremo Consejo estuvo completamente organizado.

El Soberano Gran Consistorio fue totalmente reconocido por el Gran Oriente de Francia en 1811, el Supremo Consejo en 1816, continuando otros reconocimientos a lo largo de su existencia por parte de la mayoría de los Supremos Consejos de todo el mundo.

Dejaremos para otra entrada la anteriormente mencionada tercera propuesta bibliográfica.

Esperemos que con este tipo de trabajos y reflexiones la luz se imponga a una interesada oscuridad de manipulación histórica, restaurando la imagen de Joseph Cerneau y la de su ingente trabajo en pro de los elevados valores de la Orden y del Rito Antiguo y Aceptado en especial.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
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Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro de Honor de la Gran Logia Tradicional del Paraguay
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau / Thompson-Folger Supreme Council for The United States of America, their Territories and Dependencies)