ACADEMIA V IMPÉRIO
9º Ciclo de Estudos do Rito Moderno ou Francês
Las Órdenes de Sabiduría de matriz portuguesa. Porto, 20 de noviembre de 2021
Hablar de Órdenes de Sabiduría de Matriz Portuguesa implica, en primer lugar, afirmar la línea de transmisión de un sistema de altos grados escoceses establecido por el Grand Chapître Général de France en 1784 y cuya base simbólica deriva de la tradición de los Modernos creada por la Premier Grand Lodge of England o Gran Logia de Londres y Westminster de 1717. La constatación de dicha Matriz estructural, que de facto no es otra que la misma configurada en 1784 por el antes mencionado Grand Chapître Général de France, quedará puesta de manifiesto con el simple análisis de la primera Constitución del Grande Oriente Lusitano de 1806, si bien debemos llevar a cabo una mirada hacia atrás, ya no solo para la práctica lusitana de Altos grados anterior a la fecha de la fundación de una Potencia Obediencial Portuguesa que envolverá tanto el simbolismo como el escocismo pluri-diverso, ya sea posteriormente ubicado como adonhiramita o de cualquier otro sistema. Es por ello que nos centraremos en la importancia del concepto Grado como sujeto previo al Rito.
Para hacer este viaje analítico, sobre el sujeto de estudio, vamos a comprobar nuestra hipótesis de trabajo vinculando de manera inconfundible la Nueva Obediencia Portuguesa con la Gran Logia de Londres. Así pues, el reconhecimento da maçonaria portuguesa sob os auspícios da Grande Loja de Inglaterra em 1802 se debe gracias a la labor de Hipólito José da Costa. Nos fundamentaremos em la cópia notarial del processo 17981 do Santo Ofício da Inquisição de Lisboa contra Hipólito José da Costa anteriormente citado. La fuente bibliográfica que refleja esta parte de investigación es obra de Manuel Pinto dos Santos: “Hipólito José da Costa. Uma Vida dedicada à Maçonaria”, Grémio Lusitano, 2014, 68 p.
Seria de esperar que a maçonaria contactada fosse, de acordo com os padrões da la admissão em Filadélfia de HJC, a tradicional e conservadora Grand Lodge of All England, da tendência dos “Antigos”. Mas tal não aconteceu. Hipólito contactou a Grand Lodge of England, dos “Modernos”, não havendo qualquer dúvida, na medida em que o Conde de Moira, e Heseltine pertenciam à maçonaria dos “Modernos”. Se bem que Hipólito fosse da maçonaria “Antiga” da Pensilvânia, a verdade é que o único “canal” de que os maçons portugueses se serviram para aceder à maçonaria inglesa, fosse ela a dos “Antigos” ou a dos “Modernos” foi, indubitavelmente, o Duque de Sussex, que se encontrava em Portugal desde 1801.
¿Será que a incumbência das quatro lojas constitutivas tinha como missão específica o contacto com a corrente dos “Modernos”? É desconhecido o tipo de lojas que eram, ignorando-se se tinham preferência pelas Constituições de Anderson, ou pelo Ahiman Rezon. As lojas que pediram a adesão à Grande Loja de Inglaterra foram a União, a Concórdia, a Razão e a Virtude, constituídas aproximadamente entre 1798 e 1801, sendo certo que estas lojas que Hipólito representaria, integrariam o modelo britânico e jamais o jacobino ou afrancesado.
O que se pode concluir é que o tratado então escrito e aprovado pelo Conde de Moira, em representação do Grão-mestre, pertencia à maçonaria “moderna”, defensora das ideias liberais, de uma abertura da maçonaria a todos os que a ela quisessem aderir sem diferenciação de credo religioso ou político, em oposição do que defendiam os “Antigos”, defensores de um certo cristianismo, redutor da universalidade maçónica.
Apesar do esforço de Hipólito, na prática não foi o modelo maçónico inglês que vingou: em primeiro lugar, nos anos de 1802 e 1803 recrudesceu a perseguição aos maçons portugueses pela inquisição; depois não houve qualquer apoio da Grand Lodge of England. Não restam dúvidas que em 1802 foi estabelecido um acordo regular entre a incipiente obediência portuguesa e a poderosíssima Grand Lodge of England, e que este tratado constituiria o fundamento, as bases, da futura Grande Loja de Portugal. Por otra parte, está debidamente documentado que en 1804 es firmado un tratado de amistad entre el GOL, y el GOdF donde se muestra la importancia y la implementación de los grados escoceses, su equivalencia en ambos orientes, y la trascendencia compartida del Grado de R+.
Volviendo a la naturaleza de los grados, estos existieron en su mayor parte antes y permanecerán para siempre, como patrimonio de la Orden Masónica, así como sus constituyentes simbólicos que pretenden ser universales.
Siguiendo las palabras de Daruty, podemos anunciar que en 1784 el Gran Chapitre Général de France no poseía ninguna patente de grado. Y fue este modelo del Gran Capítulo de 1784 el que se adoptó en Portugal: una matriz francesa que se perpetuará gracias a su consolidación en Portugal y su posterior Reino Unido de Portugal, Brasil e Algarves, generando a su vez un corpus portugués de mayor recorrido y estabilidad que la matriz del sistema de la masonería de los 7 creada por Roëttiers de Montaleau y sus compañeros de viaje.
Además, inducen a la inaceptable idea de una franquicia en la que todo el mundo tendría el uso precario de tal o cual rito, tal o cual grado. ¡La transmisión es un acto indeleble y la misión de todos es ser parte de esta gran cadena de transmisión!
Veamos cómo se construyó esta matriz original: ¿Qué hicieron nuestros predecesores del GCGDF? Con la ciencia, se utilizaron a sí mismos en la vasta reserva de grados existentes del movimiento escocés, sin preocuparse por ninguna patente.
Decíamos que los grados son generalmente preexistentes a los ritos, y a veces presentes en diferentes sistemas: ¿pueden estos últimos reclamar exclusividad? Este enfoque corrobora la definición de la 5ª Orden que es trascender los ritos considerando sólo el conjunto de los grados que los componen.
René Guilly, apasionado de la búsqueda de rituales, escribió: "Debemos buscar otros marcos de clasificación favoreciendo la noción de grado sobre la de rito".
También hay posibilidades todavía muy imprecisas para fecharlos. Algunos grados, además, durante un período limitado, debido a una sobrepuja permanente han jugado un papel de grado terminal diseñando un sistema (aún no un rito) pronto absorbido por otro ...
La Quinta Orden tiene la particularidad de ser una distinción otorgada a los SS. PP. RR. CC. en vista de su celo y dedicación. Al mismo tiempo, Consejo de Sabios y Cámara Masónica, esta Orden no contiene ninguna enseñanza de naturaleza esotérica específica. Sin embargo, si la iniciación de la masonería de los altos grados del Rito Francés se detiene en la Cuarta Orden, la Quinta Orden es, sin embargo, la cumbre del Rito. No sólo contiene todas las enseñanzas, sino que, como miembro de este Consejo de Sabios, coloca a cada uno de sus miembros al más alto nivel en el ejercicio de la responsabilidad y la práctica de las virtudes masónicas. Es el cumplimiento de una revolución completa en la que, de acuerdo con el espíritu del Rito, el fin nos recuerda el principio. Tenga en cuenta que nuestras antiguas regulaciones especifican que la Quinta Orden incluye todos los grados físicos y metafísicos de todos los sistemas y especialmente los adoptados por las asociaciones masónicas en vigor. Esta disposición colocó a la Quinta Orden, en la mente de los redactores del Gran Oriente de Francia en ese momento, como el poseedor y guardián de los ritos a través de sus grados. La Quinta Orden es el punto final del viaje del Maestro Masón del Rito Francés. Corresponde en las funciones y espíritu a los grados últimos de todos los grados físicos y metafísicos vigentes en otros sistemas masónicos. Hoy en día, la evolución de las diversas ramas de la masonería hace que debemos ceñirnos al nivel de las equivalencias simbólicas y reconocimientos mutuos.
En nuestro Rito percibimos que la Palabra no era materialmente desconocida para nosotros, pero nos comprometimos a recuperar su significado.
Hicimos lo más simple ante la necesidad teniendo en cuenta que poseíamos el sombrero del rito con la 4ª Orden, teníamos la calidad.
Al abordar la reactivación francesa en el siglo XX, nos encontramos en la 5ª Orden sin otra codificación del grado o conocimiento que los raros elementos del reglamento general de 1784. Todo esto era insatisfactorio y sobre todo insuficiente para avanzar, pero la necesidad era ley. Esta actitud corresponde a las disposiciones históricas de la 5ª Orden que no incluían la recepción ritual, la decoración específica y ningún precedente según el artículo 32 del RG de la GCGDF de 1784.
El Caballero del Águila y el Pelícano, Soberano Príncipe Rosa Cruz y Perfecto Masón Libre presupone para algunos, por tradición histórica, llegar al final de la progresión iniciática dentro del Rito Francés de los Modernos. Estar en los Campos Elíseos del Nec Plus Ultra...
La vocación de la 4ª Orden de coronar el recorrido “iniciático” de las Órdenes de la Sabiduría como “nec plus ultra”, ciertamente ha favoreció este sentido inacabado atribuyendo a la 5ª orden un papel difuso, tan impreciso como facultativo.
La 5ª Orden corona el edificio reuniendo en este espacio original y en un tiempo abierto, todos los grados físicos y metafísicos de los sistemas masónicos vigentes.
Esta es, en mi opinión, la mayor modernidad de nuestro Rito. Podría ser el espacio de convergencia de hombres y mujeres portadores de los grados cumbre, pero no sólo...
Según Dachez, «... En realidad, resulta, (El Rito) del injerto en tierra francesa de masonería de origen inglés...
... La tradición del Rito Francés es el legado de la primera masonería especulativa franco-inglesa que ya no existe en Inglaterra. Encontró su filiación y refugio en el rito francés... Es muy importante mantener esta idea, porque somos a través del Rito Francés los poseedores de la tradición más antigua de la masonería especulativa.
... Todos aquellos que, a menudo con genialidad, crearon, entre 1725 y 1760, por encima de los de aprendiz y compañero, lo esencial de los grados que conforman nuestro universo masónico, lo hicieron sin autorización ni patente.
Su obra es el patrimonio común y la herencia indivisa de todos los masones de buena voluntad, incluso si algunos consideran útil auto-atribuirse patentes de legitimidad exclusiva».
A esto se suma una tradición muy poco conocida, que debemos dar a conocer de forma clra. Esto estipula que los Soberanos Príncipes Rosa-Cruz del Rito Francés tienen en su tradición transmitir un grado de hombre a hombre, relativizando la noción de patente y jurisdicción.
En los privilegios de los Caballeros Rosa-Cruz de 1760 se indica que un príncipe caballero tiene el crédito de hacer Masones él solo, si no hay ningún masón en la villa, o por una causa extraordinaria, puede conferir Grados hasta el Caballero de Oriente.
Estos usos son hoy muy raramente, o casi nunca, llevados a la práctica.
Yvert-Messeca nos dice contundentemente alrederor del Escocismo : Schématiquement, on peut dire qu’il désigne successivement, alternativement ou concomitamment, d’abord, un des plus anciens grades post-magistraux (Scot Masters, à Bath, en 1735), divers « hauts » grades européens continentaux ou sidde degrees anglo-saxons avec de nombreuses variantes, ensuite, l’ensemble des hauts grades de n’importe quel système et enfin la totalité d’un Rite pratiqué par une Mère Loge Écossaise, comme Saint Jean d’Ecosse, de Marseille.
Así, el 2 de febrero de 1784, siete capítulos de Rosacruz en París, vinculados a logias del Gran Oriente, se reagrupan para formar el Gran Capítulo General de Francia. Estos Capítulos fundadores tienen pos nombres: La Reunión de Amigos Íntimos, Amigos Íntimos, Los Hermanos Unidos de St. Henry, Amistad, Armonía, Salomón y La Trinidad. El Gran Capítulo General se presenta como una federación de Capítulos de altos grados en Francia: "Los siete capítulos soberanos mencionados se han congregado y se congregan solo en el deseo y el plan de formar entre ellos un Gran Capítulo General que reúna a perpetuidad, en Francia, bajo su régimen y bajo su gobierno, todos los Capítulos soberanos que existen ahora y que existirán en el futuro, para reformar la Acefalia que los caracteriza y purgar los abusos”. Este texto ilustra el carácter anárquico del desarrollo de los grados escoceses y la pluralidad de sistemas implementados.
Los 81 miembros fundadores del Gran Capítulo General pertenecen, según el historiador Matthieu Baumier, "a una burguesía de profesiones liberales esencialmente, fisonomía familiar en el París masónico de finales del siglo XVIII donde las profesiones de justicia, finanzas y comercio dominan ampliamente ". Llevan las ideas de la Ilustración y practicantes de una forma de deísmo ilustrado, de religión natural, con reconocimiento de un Gran Arquitecto del Universo que no es un Dios revelado. Un cierto número de ellos son oficiales del Gran Oriente, lo que les niega toda voluntad de independencia en relación con esta Obediencia.
El 8 de abril de 1784, la elección de los quince oficiales que constituían el ejecutivo de la estructura llevó a Alexandre-Louis Roettiers de Montaleau a la función de Presidente, bajo la denominación de Muy Sabio y Gran Mestro. Será reelegido para este puesto el 8 de mayo de 1787. El rol asignado al Gran Capítulo General es el asignado previamente a la Cámara de Grados. Los Estatutos y Reglamentos Generales [4], emitidos el 19 de marzo de 1784, estipulan explícitamente cinco órdenes o grupos de grados:
“El Gran Capítulo general contendrá todo su conocimiento en cinco órdenes.
La 1ª Orden incluirá todos los intermediarios de la maestría al Elegido. El Elegido será el complemento.
La 2ª orden incluirá el escocés, todos los escoceses posibles y lo que le sea relativo
La 3ª orden incluirá al Caballero de Oriente, y lo que se le relaciona.
La 4ª orden incluirá el Rosacruz y lo que le sea relativo
La 5ª orden incluirá todos los grados y sistemas físicos y metafísicos, especialmente los adoptados por las asociaciones masónicas vigentes”.
Las primeras cuatro órdenes se constituyen en "consejos" y están destinadas a llevar a cabo las ceremonias de paso de una orden a otra. Las actas de las reuniones de dichos consejos muestran que no hay presentación de obras simbólicas, excepto los discursos del orador del Consejo. La Vª Orden está compuesta por 27 miembros, que componen la "Oficina de Correspondencia y el Comité del Gran Capítulo General": todos los asuntos relacionados con ésta se envían así a este nivel superior para su preparación y discusión al efecto de dar cuenta de todo ello. Se distinguen dos clases:
"Mientras que el conocimiento proveniente de los diversos sistemas conduce a un trabajo continuo y la iluminación que solo se puede adquirir de forma sucesiva y a fuerza de celo y diligencia, la quinta orden se subdividirá. Su subdivisión será nueve, que será elegida por la asamblea de los miembros que componen dicha 5ª Orden. [...]. Esta subdivisión se referirá esencialmente a la clasificación de cada grado según el orden al que pertenece, así como a todos los conocimientos masónicos de la naturaleza que sean."
El 18 de abril de 1784, los miembros de la Vª Orden fueron elegidos: Roëttiers de Montaleau fue nombrado presidente. Será reelegido para este cargo el 8 de mayo de 1787. La Vª Orden es una forma de academia de grados "escoceses", cuyo objeto consiste en clasificar los grados existentes y reducir en uno solo los grados de una misma familia. La codificación propuesta para las cuatro órdenes, sin embargo, no excluía la práctica de grados intermedios en ciertos Capítulos.
Las actas de las reuniones del 24 de abril de 1784 al 4 de diciembre de 1787 han sido redescubiertas recientemente por el Gran Oriente de Francia, entre los archivos masónicos restituidos por Rusia. Fueron publicados por Pierre Mollier, Director del servicio de Biblioteca, Archivos, Museo del Gran Oriente de Francia, en la revista Renaissance Traditionnelle . Estas confirman el papel de la asamblea de la Vª Orden como lugar de gestión administrativa del Gran Capítulo General: preparación de decisiones sobre candidaturas, afiliaciones, pasajes de un orden a otro, agregación de Capítulos, finanzas y aprobación de los rituales establecidos para las órdenes. Parece, como escribe Pierre Mollier, que el trabajo de la Vª Orden no se realizaban de acuerdo con un ritual o grado particular (trabajo "abierto" y "cerrado de la manera habitual"). De la misma manera, ninguna ceremonia de iniciación acompañó la elección de esta orden. Se puede concluir de este modo que se trataba de un grado administrativo.
Entre 1784 y 1786, el Gran Capítulo General finalizará el establecimiento de un ritual para cada una de las primeras cuatro órdenes, basándose en el trabajo de la Cámara de Grados: Elegido Secreto, Gran Elegido Escocés, Caballero de Oriente y Soberano príncipe Rosacruz. Estos rituales se imprimirán en 1801 en una colección titulada "Régulateur des Chevaliers Maçons".
Las actas de la Quinta Orden sugieren que el propio Roëttiers de Montaleau escribió los rituales de la primera, segunda y cuarta órdenes. El Gran Capítulo General fue solo un paréntesis de la historia: el 17 de febrero de 1786, el Gran Oriente decidió que se le adjuntara a él.
La fuente Matricial: El Gran Capítulo General de Francia de 1784
La reunión (o más exactamente la re-unión) del Gran Capítulo General al Gran Oriente sólo se efectuó el 2 de febrero de 1788. Por tanto, se donó a la potencia masónica entonces dominante de un sistema de altos grados estructurados (cinco órdenes) y decenas de capítulos implantados en Francia y sus colonias. Tan pronto fue instalado el "Capítulo Metropolitano", se le otorgaron cartas capitulares con fines de regularidad.
Esta nueva estructura continúa la obra del Gran Capítulo General con el mismo modo de funcionamiento y los mismos animadores, Roëttiers de Montaleau quedando como Presidente del Capítulo Metropolitano y de la Quinta Orden hasta su muerte el 30 de enero de 1808. Sin embargo, el Capítulo Metropolitano, comúnmente llamado "Soberano Capítulo Metropolitano" no escapará a la agitación revolucionaria: sus trabajos fueron, en efecto interrumpidos en abril de 1792 y no se reanudaron hasta abril de 1797: "diversas propuestas se han hecho para el bien y la regularidad de los trabajos del Capítulo Metropolitano y restaurarles el lustre y la actividad tan esenciales para el bien de la Orden en general. Estas han sido reenviadas a una comisión”.
El Vº Orden cesará de este modo toda actividad en la restauración que tendrá lugar en abril de 1814 con el advenimiento de Luis XVIII, antes de ser despertado a finales del siglo XX, pero eso es otra parte de la historia.
Volviendo nuevamente a Portugal, a constitución de Logias Masónicas en Portugal parece ya remontarse a 1727, ya sea fruto de militares y comerciantes ingleses y escoceses e incluso de franceses dedicados también al comercio en estos lares. La figura de Hipólito Costa en la estructuración y configuración de la masonería portuguesa a principios del XIX es fundamental tras, cómo no, una intensa persecución por la Inquisición tan bien conocida en toda la península. Las peripecias y viajes de este histórico personaje, así como otros detalles de contexto histórico que no abordaremos en este artículo, llevan a presuponer que el Rito Francés, cuyos rituales fueron publicados e impresos en 1801, fuera el rito oficial del primer Gran Oriente Lusitano en su origen.
Como hemos expuesto, La fundación del Gran Oriente Lusitano data de 1802. Dos años más tarde, el 25 de abril de 1804, se firmó un Tratado de Amistad con el Gran Oriente de Francia (donde ya aparece el grado de Caballero Rosa-Cruz entre los masones portugueses firmantes, mostrando su preexistencia a dicha fecha, probablemente desde 1802) y que podemos encontrar en la Biblioteca Nacional Francesa.
A través de este Tratado entre el GOL y el GODF se ha acreditado la existencia y funcionamiento de los Órdenes de Sabiduría del Rito Francés en Portugal, al menos desde 1804, año en el que posiblemente se expidiera una patente de forma oficial (hecho afirmado y firmado por el propio GPDF en el año 2004 y expuesto urbi et orbe en la publicación “Breves aux chapitres” Nº13 de enero de 2008, con todp lujo de detalles descriptivos, enumerativos y fotográficos). Por otra parte, la Constitución del Gran Oriente Lusitano de 1806, se refiere explícitamente a los diferentes órdenes y capítulos de Rito Francés, en su capítulo III y el artículo XIII, que presupone la existencia de un "Soberano Gran Capítulo de Caballeros Rosa Cruz", así como varios capítulos.
Por otra parte, y como prolongación a la propia naturaleza de la práctica ritual portuguesa, y por ende el fruto de su Matriz replicada a la francesa en el Rito Moderno, el Gran Oriente de Brasil se funda el 17 de junio de 1822 bajo los auspicios del Rito Moderno que, con el Adonhiramita, eran los únicos existentes en la época en este país. Así se constata, en el acta de la sesión del 12 de julio (quinta sesión del Gran Oriente de Brasil) donde consta la propuesta de elevación al Grado de Elegido Secreto para varios Hermanos, o sea, 4º Grado, I Orden de Sabiduría, del Rito Moderno.
Además de esto, el acta cita la adopción de la “Masonería de los siete Grados”, o sea, del Rito Moderno, adoptado en el Brasil por ser tanto en el Gran Oriente Lusitano como en el Gran Oriente de Francia el Rito Oficial. Y aquí precisamos detenernos unos breves momentos para una mayor comprensión e interrelación de la filiación iniciática:
En acta del 23 de julio (séptima sesión del Gran Oriente), vuelve a citarse la concesión del Grado de Elegido Secreto para varios hermanos, citándose además en la misma acta, la concesión del “Grado de Rosacruz” al Gran Maestre de la Masonería Brasileña (grado máximo de la masonería en esa época). En acta de sesión del 5 de agosto de 1822, se vuelve a referir a la “Masonería de los Siete Grados”. En esa acta se resuelve dar “carta de delegado” al H.•. Hippólito de Mendonça, en Londres, encargado de que el Gran Oriente Brasílico (su primera denominación hasta 1831) se hiciese reconocer por la Gran Logia de Londres, remitiendo todos los documentos e instrucciones concernientes al “Sistema masónico de los Siete Grados”, es decir, los documentos oficiales ritualísticos del Gran Oriente Brasílico. En acta de Sesión de 28 de septiembre de 1822, se relata que el Gran Maestre recibió el Grado de caballero de oriente (6º Grado) y que deberá recibir el de Rosacruz (7º Grado) en la próxima sesión, lo que muestra sin lugar a dudas, cuál era la secuencia de los Grados practicados en el Gran Oriente de Brasil, o sea, la secuencia del Rito Moderno. La firma masónica de Don Pedro I.·. P.·. M.·. R.·.+, o sea, Hermano Pedro, masón Rosa Cruz, lo que significa que el emperador ostentaba el séptimo grado del Rito Moderno –Caballero Rosacruz- por el hecho de haber sido elevado a la Gran Maestría del Gran Oriente. El primer ritual utilizado por el Gran Oriente del Brasil en el año de su fundación (1822) cuando entonces se denominaba Gran Oriente Brasiliano (primera acta), Gran Oriente Brasileño (segunda acta) y Gran Oriente Brasílico (quinta acta) y que adoptaría su actual nombre de Gran Oriente de Brasil al ser reinstalado en 1831, era del Rito Moderno. Lo cedió la Logia “Comercio y Artes” de Rio de Janeiro, que lo recibiera del Grande Oriente Lusitano. Debido a la inestabilidad política tras la recién adquirida independencia y las rivalidades existentes entre el grupo del Primer Gran Maestro José Bonifacio y de su Primer gran Vigilante, Joaquim Gonçalves, el Emperador Pedro I mandó suspender los Trabajos del Gran Oriente el 25 de octubre de 1822. Tras la abdicación de Don Pedro el 7 de abril de 1831, fue en noviembre de 1831 que los trabajos del Gran Oriente de Brasil retomaron fuerza y vigor reinstalando la Obediencia con su actual nombre, y ya nunca más suspendió sus actividades. El Gran Oriente de Brasil, restaurado, adoptó el Rito Moderno y la constitución del Gran Oriente de Francia de 1826 adaptada por Gonçalves Ledo, y tomando este Rito como Rito Oficial y para el trabajo de sus Altos Cuerpos. El 23 de junio de 1892, imitando la reforma del Gran Oriente de Francia de 1877 y del Gran Oriente de Bélgica de 1872, son suprimidas de los rituales la obligación de las invocaciones al Gran Arquitecto del Universo.
El Rito Moderno, con su vocación para la justicia social proclamó la igualdad de las razas, culminando con la liberación de los esclavos en el Brasil. Fue el Rito Moderno el que luchó y consiguió la supremacía del poder civil sobre el poder religioso y la libertad de religiones. El Rito Moderno no admite la limitación del alcance de la razón, por lo que desaprueba el dogmatismo y las imposiciones ideológicas y por ser racionalista, aunque se mantiene respetuosa con la espiritualidad individual, propugna la búsqueda de la Verdad aun pudiendo ser provisional y en constante mutación. La filosofía del Rito se opone a cualquier tipo de discriminación. La no admisión de mujeres en los Trabajos de determinadas jurisdicciones se debe a la aplicación contradictoria y pseudo bufa de la esencia conceptual en Cuerpos autodenominados “Regulares” de los tratados contraídos y no a la naturaleza del rito. Un estudio sobre el concepto “Regularidad Masónica” bien merecerá otro estudio amplio, preciso y fundamentado.
La estructura del Rito Moderno funcionó en 7 Grados (3 simbólicos más los Cuatro Órdenes de Sabiduría) hasta 1998. En ese año se activa haciendo uso de su incuestionable legitimidad emanada de los RRGG de 1784, el Vº Orden dándole forma con dos nuevos Grados 8 y 9:
5º Orden - 8º Grado – Caballero del Águila Blanca y Negra (inspirado en el grado 70 de la 8ª serie histórica), Caballero Kadosh Filosófico, Inspector del Rito.
5º Orden - 9º Grado - Caballero de la Sabiduría- Gran Inspector del Rito (fundamentado en el grado 79 de la 9ª serie histórica).
Según las investigaciones del amado Hermano Onías Neto, se cree que hubo un tiempo en el que en Portugal, llegó a funcionar dentro del Rito Moderno, con un Grado 8 (Kadosh Perfecto Iniciado) e incluso un Grado 9 (Grande Inspector).
Sea como fuere, la puesta en práctica del V Orden derivada de lo contemplado en los Reglamentos del Grand Chapître Général de France de 1784 respecto al V Orden, es variada según los diversos Cuerpos de Altos grados del Rito Moderno actuales, pero absolutamente legítima de aplicación y uso a pesar de su diversidad formal.
El acta de Constitución del GOB no cita en ningún momento la entrega de patente por parte de Potencia Masónica alguna. El relato del manifiesto dirigido a las demás obediencias del mundo del GOB lanzado al inicio de 1832 cita los reconocimientos posteriores a 1822 de los GG.·. OOr.·. de Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Al respecto de los reconocimientos, el acta de la Sesión del GOB del 5 de agosto de 1822 resuelve dar “carta de delegado” al H.·. Hippólito de Mendonça, en Londres, encargándole hacer que el Grande Oriente do Brasil fuera reconocido por la Gran Logia de Londres y le remita todas las instrucciones y papeles concernientes al Sistema Masónico de los Siete Grados”, o sea, los documentos rituales oficiales del GOB. Por otra parte, el GOB aglutinó el ideario independentista y apareció como reacción de crear una nueva Obediencia desmarcada de Portugal.
El Grande Oriente do Brasil no precisaba Patente del Grande Oriente Lusitano por ser sus Cuerpos Masónicos constitutivos y fundacionales parte integrante de la Obediencia que regía la Regularidad masónica en la totalidad de los territorios del estado, es decir del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarves (1815-1822). Así pues, todas las Patentes en poder del Grande Oriente de Portugal, Brasil y Algarves, son también propiedad por derecho de la Obediencia que se crea como subdivisión de la anterior, fruto de un proceso de desvinculación e independencia territorial.
El Grande Oriente do Brasil adoptó el Rito Moderno, o Masonería de los Siete Grados de la Matriz Portuguesa.
La adopción de la Masonería de los Siete Grados se cita explícitamente en el acta de la Sesión del Grande Oriente de Brasil del 12 de julio de 1822, así como algunas propuestas de elevación al Grado de Elegido Secreto.
En el acta de la sesión del 23 de Julio de 1822 se cita la concesión del Grado de Elegido Secreto para algunos HH.·. así como la concesión del Grado de Rosacruz para el Gran Maestro de la Masonería Brasileña.
En el acta del 5 de agosto de 1822 vuelve a citarse la “Masonería de los Siete”.
En el acta del 28 de septiembre de 1822 se relata que el Gran Maestro recibió el Grado de Caballero de Oriente y que deberá recibir en la próxima sesión el Grado de Rosacruz.
La fundación del Grande Oriente del Brasil se apoyó en su única Logia existente y Regular en Rio de Janeiro, “Comércio e Artes”, para subdividirse en sus logias fundadoras.
La Logia “Comércio e Artes”, fundada en 1815, tuvo que suspender sus actividades y destruir todos sus archivos debido a la Orden del 30 de marzo de 1818 en la que Don Juan VI prohibía todas las actividades de las asociaciones secretas, que, en este caso, se resumían a la Masonería.
Tras superar esta persecución, reanudó sus actividades el 24 de junio de 1821.
El análisis del Acta de “Reinstalación” del 24 de junio de 1821 nos expone que:
1) Esta Logia fue instalada en noviembre de 1815 (sin precisar fecha).
2) La Logia trabajaba bajo los auspicios del Grande Oriente de Portugal, Brasil e Algarves
3) Aparece indicado el compromiso de los iniciados a someterse a las deliberaciones de la Logia y del Grande Oriente de Portugal, Brasil e Algarves reiterando nuevamente que trabaja bajo sus auspicios.
4) Otra referencia a la Obediencia, es el supuesto agrado que supondrá para ésta el fervor de la logia tras proseguir sus trabajos después de este periodo de inactividad.
5) En el acta del 15 de Mayo de 1822, aparece la intención de fundar una nueva obediencia expresando “nombrar una comisión de siete miembros, destinada a redactar una Constitución Brasileña Masónica, para regir el Gr.·. Or.·. y Mas.·. Brasileña”.
6) Esta “Reinstalación” contaba con la presencia de los primeros HH.·. instaladores de 1815.
7) Expresa que fue necesario “quemar” las actas de la Instalación de 1815 por los acontecimientos políticos que sucedieron posteriormente.
La legitimidad de transmisión por Patente de los Altos Grados del Rito Moderno en Brasil, se apoya en la Logia “Comércio e Artes”, la cual estaba bajo los auspicios del Grande Oriente Lusitano.
En el acta del 15 de Mayo de 1822 de la Logia “Comércio e Artes”, aparece descrita la práctica inequívoca de los Altos Grados en su capítulo asociado, expresado textualmente como sigue el siguiente acto de ese día:”Se decoran las CCol.·. con GGr.·. Mayores y se otorgan estos por comunicación”.
Efectivamente, estando bajo los auspicios del Grande Oriente Lusitano, cumplía con lo que expresaba la Constitución de 1806 de la Obediencia portuguesa, concretamente:
Capítulo 13: De la organización de los capítulos, en su
Artículo 1 se dice que “Cada Logia tendrá un Capítulo para que se le confieran los Altos Grados o será agregada a otras Logias capitulares.”
Artículo 2: No podrán unirse bajo un Capítulo más de cuatro logias, y admitiendo en este caso el Grande Oriente Lusitano sólo Cuatro Órdenes de Altos Grados (a saber: 1º Elegidos Secretos, 2º Grado Elegidos Escoceses, 3º Caballeros de Oriente y 4º Rosa-Cruz) cada Venerable presidirá los Trabajos de una Orden, siendo el de la Logia más antigua Presidente de la 4º Orden Rosa-Cruz”.
Asimismo, la posesión del Grado Rosa-Cruz para el Gran Maestro del Grande Oriente do Brasil, estaba de acuerdo en lo expresado en la constitución del Grande Oriente Lusitano en su Capítulo 3º. De las Cualificaciones necesarias para los Oficiales y miembros del Grande Oriente Lusitano, Artículo 1: “Todos los Oficiales i miembros del Grande Oriente Lusitano tendrán el Grado de Rosa-Cruz, para poder asistir a las discusiones y deliberaciones de todos los objetos de la Orden, relativo tanto a los Grados Simbólicos, como a los Grados de Alta Masonería.”
Es esta resiliencia y continuidad la que demuestra la naturaleza de los Órdenes de Sabiduría implantados, desarrollados y expandidos por Portugal.
Una solución Francesa de enorme parecido con el adoptado en Brasil y su heredad Lusitana para la Vª Orden y su Rol materializado
Decíamos que la Vª Orden estructurada por primera vez a fines de 1807, funciona sin Roëttiers de Montaleau, que murió el 31 de enero de 1808. Las actas de las reuniones del 18 de diciembre de 1807 al 1 de junio de 1813 nos cuentan las obras dedicadas a su mayor parte en la recepción de Caballeros Rosacruces en la clase de Prosélitos. La entrada a la clase de los Prosélitos se hace por la recepción en el grado de Caballero del Sol, último grado de la 8ª serie. Pierre Mollier [19] registró 80 cuadernos de este grado copiados en el siglo XVIII y divididos en tres familias. Debido a la multiplicidad de rituales, el autor ve en el Caballero del Sol "un grado con geometría variable: doble enseñanza, permitiendo varios usos del grado de acuerdo con la sensibilidad y el objetivo de quienes lo practican, este grado testifica por su doble contenido, la antigüedad de 2 corrientes marginales del 18 °: FM "filosófica", es decir, deísta y racionalista, y FM hermética, pero que se perpetuará en la FM francesa ". Todavía se mantienen algunos debates "sobre el modo que debe adoptarse para restaurar el “Rit Ancien” el lustre que le pertenece, mediante la compilación de los grados superiores que posee más allá de S.P.CH.R.C. Confirmando la preocupación de posicionamiento sobre el Rito Escocés.
La nomenclatura de 81 grados del Capítulo Metropolitano se fija así: nueve series de nueve grados clasificadas por familia. El quinto orden ejerce finalmente (pero un poco tarde) el rol que se le ha transferido desde 1784. Esto se registra en sus propios estatutos aprobados en diciembre de 1807, bajo los cuales se estructura en dos clases. El primero consiste en un consejo de nueve miembros, "guardián de los cuadernos masónicos, reglamentos y archivos del Capítulo Metropolitano" y "que posee los más altos grados". Debe entenderse que este consejo tenía por vocación reunir a los poseedores de los grados cúlmenes de los diversos sistemas masónicos del Gran Oriente, y para conferir los grados mencionados. Los cuadernos de los 81 grados se colocan en un arca de dos llaves, establecida en el lugar del Consejo de los IX. No está claro si el plan posterior del Hermano Gastebois para convertir a los IX en una clase de "Iniciados en los profundos misterios" podría haberse realizado. Un ritual de este grado (62º de la nomenclatura) parece confirmarlo, ya que una de sus copias incluye la mención "último grado de la Quinta Orden del Soberano Capítulo Metropolitano". Es interesante notar que este grado fue el último del rito en 33 grados del conde de Clermont con fecha de 1768.
El Rito Francés encontró una solución a destiempo por sus dubitativas elucubraciones, dando paso al imparable REAA y al abandono de su propia obediencia, el GODF: En cuanto a las actas de las asambleas de IVª Orden del primer semestre de 1814, que muestran un estancamiento del trabajo del Capítulo Metropolitano y una situación de cuasi colapso de la estructura, las rentas no pagadas que la obligan a devolver el local a su propietario el 1 de enero de 1815, con el archivo de los efectos del V ° Orden. Al mismo tiempo, el Gran Oriente de Francia se hará cargo de la administración de todos los altos grados bajo su manto. Un Gran Consistorio de Ritos serán instalados a finales de 1815, que se convertirá en el Gran Colegio de Ritos en 1826. En 1823, el Capítulo Metropolitano renunciará a su título y optará por denominarse Capítulo de las Galias, acordándole la Patente del grado 30 del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para esa ocasión.
El Vº Orden cesará de este modo toda actividad en la restauración que tendrá lugar en abril de 1814 con el advenimiento de Luis XVIII, antes de ser despertado a finales del siglo XX, pero eso es otra parte de la historia.
Hoy en día, el Subime Consejo Provence Fidelité, ejemplo fiel de la primera Matriz nacida en Francia, se encuestra reagrupado como una entidad de naturaleza diferente en l’Alliance des Souverains Chapîtres de Rite Français, permitiendo el trabajo del RF en la totalidad de sus 9 Grados, y es en esta Asamblea Independiente de la 5ª Orden, que posteriormente adquirió la denominación de Sublime Consejo, donde se gesta la reactivación, codificación y elaboración de la estructura y rituales actuales en el Seno del GOdF siendo el GM Giulliemi el primer miembro recibido en Provence Fidelité, donde el MIH Jean-Pierre Duhal fue el Primer Muy Sabio y Perfecto Gran Venerable de la Nueva Era.
Pero, para terminar, el Gran Capítulo General de Portugal, poseía, y posee esa legitimidad aducida sobre la Vª orden en particular. La respuesta es contundente: un sí rotundo de filiación iniciática, y de procedimiento reglamentario intrínseco a lo que esta Vª Orden significa. Así, los siglos, nos han dado la razón a ambas orillas del Atlántico.
He dicho.
Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33ºM.·. I.·.
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Gran Oriente Tradicional de Bolivia
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)