Algunas consideraciones rituales sobre la Plancha de Trazar


Si deseamos tener siempre una fuente de reflexión simbólica, y por tanto de conocimiento, basta que recurramos al siempre inagotable manantial de nuestros rituales ricos en mensajes capaces de mostrarse con intensos y múltiples matices. Bien es cierto, que dicha propuesta de estudio ritual personalmente la concibo en la línea de aquellos perennes vehículos de vivencia simbólica que nacieron con el génesis de nuestra francmasonería especulativa, y no por una razón de estancamiento de la tradición, lo que supondría una contradicción en sí mismo en el fenómeno de transmisión, dado que ésta es vida y evolución, aunque debe estar al abrigo de mutilaciones o injertos varios fruto en ocasiones de derivas conceptuales ajenas al origen de nuestra Institución, así como también a salvo de prejuicios a la moda de corrientes de pensamiento radicalizadas e incapaces de abstraerse para ver en el símbolo su acepción más amplia.

  Los arriba citados mensajes de cambio interno profundo, de elevación ética y moral, se mantienen expuestos de forma constante en todos los rituales de los Modernos, con independencia de la variopinta exteriorización formal propia de usos locales y de formas culturales al uso. Dicha grandeza referida a la atemporalidad de los rituales ha sido en ocasiones incomprendida por mentes pequeñas, confusas o manipuladas, calificando simpáticamente en ocasiones de “ritualócratas” a aquellos curadores, no de la forma, sino del fondo contenido ritual, aquel que hace posible que se abra la puerta de acceso que permite el tránsito de lo íntimo a lo grupal mediante el intercambio vivencial del conjunto de ideas simbólicas allí expuestas y contenidas. Así pues, cuando la mutación elimina el símbolo y el mensaje de origen, deja entonces de ser lo que fue, y deviene otra cosa, no sé si mejor o peor, pero distinta. Está en aquellos conocedores de dichas evoluciones y cambios, la responsabilidad de opinar y alertar si así se viere preciso, evitando que se dé gato por liebre y el pretender en contrapartida rescatar y recuperar los valores originales del Rito Moderno o Francés que lo fueron de la Orden cuando la Masonería carecía de adjetivos calificativos en sus prácticas rituales. Bien refiere sabiamente el Ritual Luquet de 1745 respecto al uso de la Razón que debemos reivindicar los Maestros, trazando y ejecutando nuestras acciones sin temor alguno a exteriorizarlas públicamente, cualidad extrapolable a la reivindicación que hacemos para el Rito Moderno y su buena práctica en cuanto a sus vehículos rituales.
  A propósito de la riqueza de su contenido, abundemos un poco en este elemento simbólico para hoy propuesto: la Plancha de Trazar.

  El Rito Moderno obvia y oportunamente vincula a la luz como símbolo del conocimiento, y concretamente a sus Tres Grandes Luces en sus distintas acepciones, directa, indirecta o articulada en Logia a través de la figura del Venerable. De modo también exquisito (magistral, diría yo) nos expone el símbolo/concepto de Joyas de la Logia que ya se nos muestra en una divulgación londinense de 1724[1] donde aparece el Diamante con toda su riqueza simbólica derivada que intentaremos analizar en otra ocasión.

  Respecto a las Joyas de la Logia, diríamos que son los emblemas preciosos de gran valor Moral y Ético, el cómo, porqué y para qué de nuestra pertenencia a la Orden y de su finalidad en definitiva. Es este Tesoro el que, por regla general, los catecismos dividen en dos partes denominadas Joyas Móviles y Joyas Inmóviles, las cuales a su vez se nos presentan con una descripción material y, otra, con un significado simbólico y moral que es, en definitiva, su asociado íntimo al abrigo del cual cada masón debe interiorizar sus reflexiones oportunas y propias.

  La descripción y desarrollo de la Joyas se nos aparece extensamente en los Rituales de Segundo Grado a lo largo del Siglo XVIII, un estadio que en sus orígenes fue terminal y culmen de la realización masónica que, posteriormente con la aparición del Grado de Maestro, cedió parte de su protagonismo originario al mismo, si bien mantuvo en los rituales posteriores a 1730[2] una riqueza amplia y un fuerte nivel de ejemplaridad en cuanto a la función misma de "enseñante" por parte del Compañero hacia los Aprendices, aspecto muy relegado en la actualidad y que ha hecho del Segundo Grado una etapa poco comprendida en toda su amplitud vivencial y responsabilidad inherente.

  Así pues, si nos proponemos adentrar en lo que es la Plancha de Trazar, ese instrumento Magisterial solo puede ser comprendido en el conjunto acompañado del resto de Joyas Inmóviles, siendo éstas representación del Estado Humano, desde lo más burdo y grosero, hasta su opuesto, es decir, desde la Piedra Bruta, pasando por la Piedra Cúbica en Punta, hasta la Plancha de Trazar. Las Joyas Móviles, escuadra, nivel y perpendicular, corresponderían a las características de nuestras acciones, interacción y actitud espiritual en aras de transitar por los estados anteriores. No es menester, por tanto, llevar a cabo un gran esfuerzo de comprensión para llegar a entender que el instrumento Magisterial por excelencia representa un Modelo Público ejemplar en cuanto a sus acciones y con un uso pleno de Razón, Sabiduría y Virtud. Pero ¿qué implicación directa supone la anterior afirmación? ¿Dónde radica la pericia que debe tener todo Maestro para el uso preciso de esta Herramienta propia y que le define?
En primer lugar basarse en la realidad vital de un permanente estado de latencia y transición entre el Aprendiz, Compañero y Maestro, contenido en su experiencia y naturaleza humana, cual humilde plano utópico que se construye y destruye permanentemente, sin cesar, como consecuencia de la dualidad inherente a su misma esencia humana, y por consiguiente animal, un ser que aspira cognitiva y espiritualmente a elevarse hasta un modelo perfecto, pero al que solamente se aproxima de manera perfectible, con perseverancia y haciendo uso de otra herramienta esencial de aplicación individual y colectiva: el Amor.
Así, y solamente así, el Maestro se da cuenta que la cumbre del progreso iniciático no es otra cosa que vivir la realidad, una realidad plena y armónica que existe y habita en nuestro propio interior, en lo más profundo de nuestra Piedra: nuestro Diamante por exteriorizar.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Gran Oriente Tradicional de Bolivia
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado





[1] “Le Grand Mystère des Franc-Maçons découvert” (Londres, 1724)
[2] “Masonry Dissected”, Samuel Prichard (Londres, 1730)

Instalación del nuevo Muy Venerable Fernando Merchán Marín de la Respetable Logia Lux Veritatis N°3 al Oriente de Terrassa fundada regularmente el 14 de Diciembre del 2007 E.•. V.•.

Instalación el 20 de Enero de 2023 E.•. V.•. para el período natural 2023 al 2025 del nuevo Muy Venerable Fernando Merchán Marín de la Respetable Logia Lux Veritatis N°3 al Oriente de Terrassa fundada regularmente el 14 de Diciembre del 2007 E.•. V.•.

Este Taller, con una brillante trayectoria de más de 15 años de Trabajos ininterrumpidos, se siente dichoso de contar con la dirección masónica de su nuevo Muy Venerable así como de su Colegio de Oficiales, todos poseedores de una valía ética, humana, filantrópica e intelectual de primer nivel.

¡Vivat ,Vivat, Semper Vivat! 🌸

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9, 33º

M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
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"La Pensée Maçonnique 1370 - 1884": la excelencia de Patrick Négrier. Una lectura imprescindible para 2023

Pocos autores pueden transmitir la excelencia de sus estudios, reflexiones e investigaciones en un campo del saber, arte o conocimiento. Patrick Négrier se supera a sí mismo en esta ingente obra que resulta una continuación lógica de su anterior libro masónico L'Essence de la Franc-maçonnerie à travers ses textes fondateurs 1356-1751.

En el plano personal, este amigo, filósofo y masonólogo referencial, siempre me ha cautivado por su generosidad en la transmisión de sus conocimientos, su accesibilidad y humanismo sin par, en equilibrio justo entre prédica y práctica de su cualidad masónica para conmigo. Colecciono como material de estudio las innumerables consultas epistolares que, cual “Clases Magistrales”, me han dado luces de espléndido fulgor desde la fuente y el origen de la Orden, hasta su desarrollo y objeto de su práctica.

De una manera también generosa, documentada, reflexiva y amplia, Patrick Négrier aborda en su último libro La Pensée Maçonnique 1370 –1884 (Éditions NUMÉRILIVRE) el pensamiento masónico desde los Antiguos Deberes cuya historia podemos iniciarla en la Logia de York de las que conservamos las “Ordenanzas de la catedral de York” que datan de 1370, hasta la masonería moderna aparecida poco antes del 1630 y donde el Mason Word escocés será trascendental a tal efecto, dado que se inserirá con la creación de la Gran Logia de Londres y fluirá evolutivamente, llevándonos Patrick Négrier hasta el paralelismo de la Declaración de Principios del Gran Oriente de Francia de 1884 en una brillante comparativa en defensa de la laicidad y el librepensamiento.

El autor, en este amplio recorrido, disecciona magistralmente aspectos filosóficos, religiosos, rituales, históricos y sociológicos, así como simbólicos, en una catarata de valores pedagógicos que me han dejado ciertamente impresionado. El lector encontrará también una extensa referencia bibliográfica utilizada, entre las que me honra emocionadamente que aparezcan dos de mis obras referenciadas: Palabra de Masón y En Oro y Azur (esta última consagrada al Rito Francés o Moderno).

Es de remarcar los capítulos dedicados al análisis biográfico y la visión teológica de un personaje clave en la francmasonería como es James Anderson que contrariamente a lo que se piensa, no es coincidente con el abordaje latitudinario contenido en las Constituciones de 1723 y 1738 que obedecían a un sentir de los miembros próximos a la filosofía deísta y al uso del método geométrico de la que se sustentaba la religión natural práctica permitiendo una tolerancia en la admisión de su membresía fundamentada en la otro-praxis moral. El otro capítulo ciertamente exquisito es el referido a las “virtudes intelectuales y ejercicios espirituales”, donde estos ejercicios espirituales que contienen una tarea simbólica, ética y metafísica, son de tipo práctico y psíquico para que, mediante los mismos, cada uno adquiera una “iluminación” que dé acceso a la revelación natural, que es lo que en definitiva interesa al masón. Estos ejercicios son accesibles a todos sin excepción y requiere simplemente de su práctica e implicación personal en llevarlos a cabo.

En resumen: un libro denso, pero imprescindible, y que se encuentra entre la mejor bibliografía que he leído hasta el día de hoy.

Muchas gracias por tus luces, Patrick.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Gran Oriente Tradicional de Bolivia
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Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado (Rite de Cerneau)

La date 1783 dans le Rite Français des Modernes (D'après mes conversations avec Jean Pierre-Duhal)

La date 1783 dans le Rite Français des Modernes

Re-bonjour Joaquim

À propos de ta question, voici quelques éléments qui complètent la pseudo discussion si en vogue autour de la date 1783 dans la franc-maçonnerie française et la Régulation sous l’impulsion notamment de Roëttiers de Montaleau.

Les dates sont souvent la meilleure et la pire des choses, comme les statistiques d’ailleurs, au service de la faiblesse de nos connaissances historiques.

Alors 1781, 1783, 1785, 1801 de quoi parle-t-on ?

Au regard des lenteurs et des atermoiements des différentes commissions ou chambres, il semble bien que la rédaction des trois grades fût pratiquement en voie d’achèvement dès avril 1782 et on assiste alors à des transferts ou des relecture sans doute améliorées des rituels.

Mais 1783 semble bien une date charnière qui a connu pas moins de 9 réunions dans lesquelles les trois grades symboliques sont mis en forme :

- La réalisation d’une synthèse du grade d’apprenti entre celui rédigé par les 3 chambres et celui rédigé par le F. Million et Roëttiers de Montaleau est chargé du ce travail

- La présentation du grade de compagnon par Roëttiers de Montaleau

- Et la lecture du grade de Maître interrompue mais rédigée qui se poursuivra en janvier 1784.

Les trois grades seront présentés en février 1784 aux 3 chambres. Ont peut dire que ces 3 grades étaient rédigés dans l’année 1783. Ce qui permet d’écrire que cette rédaction était prête dès 1783. Nous assistons en 1784 à des relectures et des observations sur tous sujets qui avaient déjà été abordés dès 1781. Après amendements et relance les trois rituels sont adoptés par le GO entre juillet et août 1785. Il semble bien que les rituels adoptés le soient pratiquement dans la forme des manuscrits distribués dès 1781 par le GO.

Si on ajoute que la forme imprimée de ces rituels sous le nom de régulateur de 1801 n’a pas été publié à cette date mais probablement une dizaine d’année plus tard, il est difficile d’être péremptoire en matière de chronologie, et cette note comprise évidemment.

De plus on peut considérer qu'une écriture faite n'indique pas une publication réalisée.

Avec un TAF très forte

Jean-Pierre Duhal, 5ème Ordre, Chevalier de la Sagesse, Grade 9 et dernier du Rite Français des Modernes, Souverain Grand Inspecteur Général, 33º du Rite Écossais Ancien et Accepté. Fondateur du Sublime Conseil “Provence et Fidélité”, Membre Fondateur du Ve Ordre et, Passé Très Sage et Parfait Grand Vénérable de la Chambre d’Administration du Grand Chapitre Général du Grand Orient de France. Membre de l’Académie Internationale du Ve Ordre de l’Union Maçonnique Universelle du Rite Moderne.

Un rituel L’« Initié dans les profonds mystères » du 62ème de la nomenclature de l’Arche du Vè Ordre serait le« dernier grade du 5ème Ordre du Souverain Chapitre Métropolitain ? (D'après mes conversations avec Jean Pierre-Duhal)

Mon TIlF Jean-Pierre Duhal :

Selon les brillants travaux de Colette Légier, elle nous dit que  « la nomenclature de 81 grades du Chapitre Métropolitain est ainsi fixée : neuf séries de neuf grades classées par famille (voir dernier chapitre). Le V° ordre exerce enfin (mais un peu tard) le rôle qui lui avait été dévolu dès 1784. Cela est acté par ses propres statuts approuvés en décembre 1807, aux termes desquels il est structuré en deux classes. La première est composée d’un conseil de neuf membres, « gardien des cahiers maçonniques, des règlements et archives du Chapitre Métropolitain » et « possédant les plus hauts grades ». Il faut comprendre que ce conseil avait vocation à réunir les porteurs des grades sommitaux des divers systèmes maçonniques du Grand Orient, et à conférer lesdits grades. Les cahiers des 81 grades sont déposés dans une arche à deux clefs, établie au lieu des séances du Conseil des IX. On ne sait si le projet ultérieur du Frère Gastebois père de faire des IX une classe d’« Initiés dans les profonds mystères » aura pu être concrétisé. Un rituel de ce grade (62ème de la nomenclature) semble le confirmer, puisque l’un de ses exemplaires comporte la mention « dernier grade du 5ème ordre du Souverain Chapitre Métropolitain ». On notera avec intérêt que ce grade était le dernier du Rite en 33 degrés du Comte de Clermont daté de 1768.

Ça semble confirmer que, malgré la pratique initiatique d’un rituel initiatique pour accéder au Conseil des IX ne reste pas confirmé, au moins ils auront un rituel proposé pour qu’il soit possible y accéder à cet 9ème Grade. Je reste à l’attente tes lumières.

Joaquim Villalta


Mon Cher Joaquim :

Merci de m'accorder cette science qui n'est pas aussi étendue que ça.

Tout d'abord rien n'indique dans les textes, que ce grade ait historiquement pratiqué dans le cadre du 5ème Ordre.

Il annonce bien les grades possédés par le postulant mais ici, il ne s'agit pas d'une transmission ou initiation mais plutôt de la prise en considération d'un état. C'est de toute façon un "grade" terminal au regard des grades précédant.

Il est positionné avant l'élu de Londres et le Chevalier du soleil mais la classification ne peut être considérée de manière absolue. D'ailleurs il figure dans la 3ème série sans doute par erreur.

Le rapport effectué par le F.·. Gastebois est un acte tardif avec un 5 ordre moribond  et sans doute fut-il sans application de ses préconisations. En tout cas aucune trace d'usage n'est à ce jour publiée.

A mon sens rien n'indique une valeur symbolique supérieure qui puisse le positionner au-delà  du Chevalier du Soleil ou du Kadosch.

Avec une TAF très forte

Jean-Pierre Duhal, 5ème Ordre, Chevallier de la Sagesse, Grade 9 et dernier du Rite Français des Modernes, Souverain Grand Inspecteur Général, 33º du Rite Écossais Ancien et Accepté. Fondateur du Sublime Conseil “Provence et Fidélité”, Membre Fondateur du Ve Ordre et, Passé Très Sage et Parfait Grand Vénérable de la Chambre d’Administration du Grand Chapitre Général du Grand Orient de France. Membre de l’Académie Internationale du Ve Ordre de l’Union Maçonnique Universelle du Rite Moderne.


 

Les Pratiques Rituelles du 5ème Ordre


LES PRATIQUES RITUELLES DU 5ème ORDRE

Première partie

Quels que soient vos usages respectifs, nous espérons que vous partagez le sentiment que le 5ème Ordre peut être plus qu’une académie sympathique certes, étudiant des rituels, dont la grande majorité reflète un « exotisme » souvent burlesque, mis en exergue par de nombreux historiens de la Maçonnerie.

Doit-il être au diapason des Ordres précédents ? Le pari n’est pas évident au regard des multiples pratiques existantes. Elles illustrent la difficulté de cet Ordre à représenter une unité dogmatique, qu’historiquement, disons-le, il n’a jamais possédé.

La nature ayant une sainte horreur du vide, les maçons contemporains, de toutes origines, pratiquant le Rite Français ont fait le reste, sans aucun complexe, mais avec la volonté d’établir, ce que nos fondateurs n’ont pas pu ou peut-être même, souhaité réaliser.

Ainsi, depuis la fin du XXème siècle les rituels ont proliféré avec une fébrilité traditionnelle, susceptible de rendre jaloux les codificateurs des Ordres de Sagesse, qui pourtant ne se sont pas privés de puiser dans le vivier de l’Écossisme.

A ce jour, plus d’une douzaine de juridictions ou entités autonomes pratique en France et à ma connaissance un 5ème Ordre en une ou plusieurs classes différemment appelées et développées. Ce recensement ne tiens pas compte des 6 juridictions  étrangères qui ont une pratique de cet Ordre.  

Cependant, l’ensemble de ces pratiques rituelles, ne peut revendiquer une quelconque transmission historique.

Le travail effectué de toutes parts sur cet ordre démontre au moins une chose : la nécessité que tous ont éprouvé, de parachever le cheminement du maître maçon de Rite Français. Sinon quelle serait l’utilité de cet Ordre?

Ainsi, nous avons tous fait du 5ème Ordre, un ordre à part entière, ce qui n’était pas annoncé dans les règlements d’origines.

Historiquement, dans les règlements de 1784-86, il se présentait, d’une part, comme une académie de grades au contraire de la construction des autres ordres qui procèdent plus ou moins d’une synthèse et s’inscrivent dans un processus de transmission. D’autre part, il devait jouer le rôle de chambre d’administration du GCGDF ayant le titre de bureau de la correspondance : rôle éphémère qu’il joua, avant que cet acte ne se consacre aux décisions du comité des 9 réduites à l’organisation de cet Ordre.

Les usages contemporains recensés, ne semblent pas apporter dans l’ensemble une homogénéité et une « universalité » qui puissent, non seulement être en équivalence avec d’autres pratiques, mais aussi porter la couronne du Rite Français : ce qui nécessiterait, préalablement l’acceptation de ce rôle par tous les acteurs : c’est pas gagné !...

Cette pluralité et l’absence de fonction définie minorent, à notre avis, l’impact des hauts grades du «Français».  

Il n’est pas question d’avancer la formulation qui serait la meilleure : chacune a une histoire propre et possède légitimité et origine, respectables. Toutefois, en considérant les multiples réponses, il apparait, que le 5ème Ordre ne peut être une simple distinction honorifique.

Il doit permettre un regard sur l’ensemble des sept grades du Rite Français, en valoriser les valeurs essentielles et la cohérence de la pratique. Cet ordre doit être un ordre à part entière, ou ne pas être.

D’ailleurs, sur le tard et malheureusement et sans grande suite, la question de la transmission des grades au delà du Rose-Croix fut posée sans que cela réponde à une spécificité terminale, sinon à considérer le caractère « universel » de ces transmissions.

Ainsi, en 1806, dans un de ses derniers actes,  Roettier de Montaleau proposa « un projet tendant à organiser sur les bases invariables les cinq ordres des plus hautes connaissances maçonniques comprises dans le nombre de 81 grades distribuées par séries et à établir en conséquences des chapitres supérieurs et un directoire du Rit primitif (le rite primitif de France étant le RFM) »

Continuant dans la cinquantième assemblée du SCM : « Le chapitre (Grand) professait des connaissances maçonniques jusqu’à 81 degrés distribuées par séries et enfermées dans cinq ordres et l’invitait (le GO) à organiser des chapitres supérieurs qui ne conférassent les hauts grades au dessus de ceux sous le titre de RC ».

Cette ouverture suggère que cet Ordre peut être porteur d’un contenu initiatique et philosophique à travers une écriture symbolique homogène et là, une difficulté surgit : chacun pensera que son « produit » est porteur de ces atouts.

Il a paru utile et intéressant de tenter une mission impossible : trouver un fil conducteur à partager.

Au préalable, retournons aux sources des « grades à cotés » du Rite Français.

Qu’est-ce qui les a motivé, dans quel esprit ont-ils été construits ?

Dans ce XVIIIe siècle porteur de Lumières, la Maçonnerie Française a développé une multitude de pratiques à coté des trois degrés symboliques.

On peut aussi discerner l’inspiration Anglaise originelle avec les Maîtres Ecossais, très tôt confortée sur le continent par le discours du Chevalier Ramsay.

Ils étaient supposés intervenir après les grades symboliques, très souvent sans être une suite ordonnée et sans idée de perfectionnement au début, mais curieusement de régénération d’une maçonnerie supposée viciée, ou trop proche du bruit du chantier.

Certains pensent à une mode à leur sujet, en considérant leur développement et la surenchère, sans commune mesure avec l’exigence d’exprimer un contenu.

Sentiment entretenu par les multiples écritures souvent très proches, dont ils feront l’objet : distinguées, par un lieu géographique ou le choix d’une appellation différente. Ainsi pour l’exemple, L’Ecossais des 3 J est aussi, L’Ecossais de Paris ou l’Ecossais de Clermont.

Les hauts grades ont dans leur développement participé à la « Maçonnerie de société ». Elle a montré son aptitude à créer des espaces de sociabilité en captant l’héritage des ordres initiatiques chevaleresques, et en manifestant son adhésion au mouvement des Lumières.

Cette maçonnerie s’émancipera du cadre contraignant du temple pour s’épanouir dans les appartements et les hôtels particuliers: un tapis de loge portatif, un rideau tiré et des grades conférés par communication avec des mises en scène de plus en plus élaborées: avec orchestre, décors et reconstitution historique.

N’auront-ils pas eu la secrète ambition de supplanter les grades symboliques ? L’exemple caractéristique est celui du REAA qui a été construit d’abord avec les hauts grades puis en incorporant ultérieurement les 3 grades symboliques.

Nous sommes loin de la frugale mise en œuvre de nos pratiques actuelles et même des tous premiers usages.

Siècle de folie, siècle des Lumières, des illuminés aux allumés, nous sommes dans nos pratiques les descendants de toutes ces aventures dont le temps a fixé le degré de pertinence.

Pierre Chevalier évoque sur le sujet  « le désir de certains maçons de réformer l’ordre vicié par les abus de toutes sortes. Les tenues n’étaient-elles pas accompagnées de banquets où le champagne était de rigueur, de chansons et de musique?

Nous sommes devant l’expression d’une autre maçonnerie affranchie du métier et représentative d’une classe sociale.

Ainsi, vers les années 1750, les Loges dites Ecossaises fleurissent avec des titres éblouissants accompagnants les premiers système de grades : Ecossais Fidèles de la Vieille Bru de Toulouse, Mère Loge Ecossaise de Marseille, Sublime Mère Loge du Grand Globe Français, Cour des Souverains Grands Commandeurs du Temple de Carcassonne, Conseil des Empereurs d’Occident et d’Orient et j’en passe…

Daniel Ligou, annonçait « Il est malaisé de connaître les finalités de l'Ecossisme : désir de sélection sociale, intellectuelle, spirituelle ? Recherche du « secret » qui paraît sans cesse à portée de la main et qui est toujours inaccessible ? Interférence — à peu près certaine — de l'ésotérisme traditionnel ? Désir aussi de compléter le mythe d'Hiram qui n’apportait pas de ponctuation à la disparition violente de l’architecte ? »

Le Grand Orient et avant lui la première Grande Loge dont il est issu, bien que peu favorable aux grades de l’Écossisme ce sera engagé dans cette voie presque à reculons, poussé par son ambition de régir la maçonnerie Française et sans doute pour éviter que les nombreuses loges qui pratiquaient des ensembles de grades hétéroclites ne lui échappe.

Pour conforter son autorité, devant l’incroyable disparités des usages et pour clarifier cette prolifération il s’attachera à la rédaction d’un système ne portant pas encore le titre de Rite Français.

Dès 1783, les grades symboliques furent codifiés, suivit la construction des 4 Ordres de Sagesse achevée en 1786 dans le cadre de l’éphémère GCGDF crée à cet effet, peut-on penser.

Il est important d’appréhender la notion d’ordre utilisée pas les codificateurs des hauts grades du Rite. Elle est en partie la conséquence du grand nombre des grades écossais existants et à la volonté d’apporter une simplification dans les usages. Bien qu’on ne puisse écarter dans cette construction l’idée de suprématie du codificateur, déjà évoquée, sur le monde maçonnique d’alors.

A chaque ordre correspondra un ensemble de grades qui seront plus ou moins synthétisés ou représentatifs d’une classe. Un grade de réception et d’usage, pour chacun des ordres fera l’objet d’une rédaction.

Ainsi suivant la définition historique du GCGDF, que nous rappelons :

Le Premier Ordre comprendra tous les grades intermédiaires de la Maîtrise à l’Élu. L’Elu en sera le complément. Le grade de réception dans cet Ordre est celui d’Élu Secret.

Le Deuxième Ordre comprendra tous les grades d’Écossais, tous Ecossais possibles et ce qui y est relatif. Le grade de réception dans cet Ordre est celui de Grand Élu Ecossais.

Le Troisième Ordre comprendra tous les grades de Chevalerie et ce qui y a rapport. Le grade de réception dans cet Ordre est celui de Chevalier d’Orient.

Le Quatrième Ordre comprendra le Rose Croix et ce qui est relatif. Le grade de réception dans cet Ordre est celui de Souverain Prince Rose-Croix qui en est l’aboutissement.

Ce n’est pas tant un rite qui a été « inventé » mais un référentiel le plus unitaire possible pour les loges, reprenant les grades le plus souvent retrouvés. C’est celle du premier rite officialisé (pas encore sous son nom actuel) par le Grand Orient de France dans la période de 1783-1786, publié dans le régulateur de 1801. C’est dire que l’histoire de ce rite est intiment mêlée à celle de sa juridiction tutélaire.

Il faut dépasser la seule intention de bâtir un système de référence dans lequel on classera dans quatre tiroirs des grades éparpillés.

Cela permettait aux maçons porteurs de ces différents grades de se reconnaître dans une même classe et à travers eux, les loges ou chapitres auxquels ils appartenaient.

Ainsi, la volonté du GO de l’époque était avant tout, un projet fédérateur des Francs-Maçons allant au delà de leurs pratiques respectives et sous-jacente, une volonté de s’imposer dans le monde maçonnique.

Cette dernière considération n’est pas anodine car elle facilitera la compréhension de la désuétude des hauts grades du Rite Français, quelques années plus tard, au profit du Rite Ecossais Ancien et Accepté, porteur d’une « dynamique » correspondant mieux aux attentes des Maçons de l’Empire, que l’on ne pouvait laisser échapper et se poser en rival du GO.

Puis d’accord en désaccord, au fil des ans et des bouleversements politiques, dans le partage le GO se cantonnera, in fine aux grades symboliques, malgré l’intermède du Chevalier Rose Croix, vestige de son système Français.

Il laissera au Suprême Conseil l’administration des autres grades. Cette trace historique se retrouvera jusque dans la seconde moitié du XXe siècle où on accédait au Suprême Conseil en passant directement du 3ème au 18ème grade pour la juridiction mère.

On a le sentiment que cette création n’a jamais répondu a une nécessité de pratique bien qu’étant l’objectif annoncé, mais qu’elle répondait à la volonté de proposer sinon d’imposer, un outil universel pour toute la maçonnerie.

Il faut également relever que de nombreux Chapitres continuèrent à pratiquer certains grades qui n’étaient pas dans la récente nomenclature à coté de cette nouvelle formulation. Vous l’avez deviné, le monde maçonnique est tout de simplicité

Deuxième partie

Cette volonté fédératrice se retrouve dans la définition historique du 5ème Ordre : il comprendra tous les grades physiques et métaphysiques et tous les systèmes, particulièrement ceux adoptés par les associations maçonniques en vigueur.

Cette disposition se traduira dans 9 chemises regroupant 81 grades afférents non seulement aux grades correspondants aux 4 ordres, mais incluant des grades au-delà du Rose Croix.

Cette disposition n’est pas un simple fourretout mais un classement raisonné. D’ailleurs, une 10ème chemise regroupait un certain nombre de grades en attente de classement, outre les grades du REAA non inclus dans l’Arche du Rite.

En effet, l’interrogation subsistera sur les intentions réelles des codificateurs. Pourquoi qualifier cette arche de 5ème Ordre, si son unique fonction devait être réduite à une bibliothèque ? Un élément de réponse se trouve dans sa seconde fonction comme bureau de la correspondance, souvent occulté, car d’existence éphémère et qui disparaitra lors de la fusion du GCGDF avec le GO avec l’apparition du Grand Chapitre Métropolitain.

Cet embryon de Chambre d’Administration a été reconduit par le GCG du GO en 1998 sans toutefois qu’il soit dévolu au 5ème Ordre.

Les aléas de l’histoire et le « tumulte » de la vie maçonnique ont-ils empêché que le 5ème Ordre – annoncé et ébauché dans les premiers règlements de 1784-86, puis balbutiant au temps de l’Empire – n’atteigne sa maturité et trouve une place et une fonction pérenne dans la suite des quatre Ordres de Sagesse ?

Il est également possible que la vocation du 4ème ordre à couronner la démarche « initiatique » des Ordres de Sagesse en qualité de « nec plus ultra », a participé à cet inachèvement et son volet administratif est exercé aujourd’hui par la 4ème Ordre dans plusieurs juridictions.

Le Grand Chapitre Métropolitain successeur de l’éphémère GCG de France, n’aura pas eu le temps d’éprouver son administration du fait de son intégration au sein du Grand Orient, puis de la césure révolutionnaire et enfin de l’arrivée, au 19ème siècle d’un autre rite de hauts grades issus des mêmes sources Écossaises. Cela faisait beaucoup.

Le 5ème Ordre n’a pas été envisagé, à l’origine comme portant un contenu initiatique. Bureau de la correspondance et conservatoire des grades Ecossais, tel il était défini.

Cette absence laisse le Rite Français sans un chapeau historiquement codifié et reconnu comme tel par chacune des structures qui le mettent en œuvre.

Il est établi qu’aucune codification historique d’un usage spécifique, n’a vraiment existé au regard des documents publiés et n’a pu de ce fait, être transmise à contrario des 4 Ordres jusqu’à la disparition du Grand Chapitre Métropolitain.

Il est avéré que les Ordres de Sagesse ont bien été communiqués historiquement à une juridiction Portugaise qui pratique depuis 1804 les 4 Ordres dans une forme équivalente aux textes historiques hexagonaux. Il s’agit du Grand Chapitre Lusitanien.

Cependant, pour ce qui concerne le 5ème ordre, la problématique reste, semble-t-il, entière puisque cet ordre ne pouvait à cette époque être transmis car ne possédant pas, alors, une quelconque codification rituelle.

Le seul rituel historiquement annoncé fut adopté en 1808 précisément – c’est celui du Chevalier du Soleil, 72ème et dernier grade de la 8ème série et 28ème degré du REAA. Sans autre précision sur sa mise en œuvre, sinon qu’il servit à la réception des prosélytes.

Il ne présente pas la synthèse d’un grade de la 8ème série, en cohérence, avec les quatre premiers ordres. Mais serait plutôt en cohérence avec ceux de la 9ème série.

Adopté dans la précipitation plus que par réflexion, devant la pression écossaise, son contenu est certes intéressant, mais il ne règle pas la problématique du chapeau du rite et du positionnement par rapport aux autres pratiques. Un seul des usages actuels recensés y fait référence.

Par la suite et peu de temps avant que le 5ème ordre ne rendît l’âme, le choix s’était-il porté sur celui de Chevalier Kadosch, 30ème du REAA ? Aucune trace de cet usage cependant n’apparaît à ce jour dans les archives publiées.

JM Ragon, de son coté, a publié dans un livret, (et semble-t-il rédigé) une version dite philosophique assez différente et bien tardive (1861).

Notons que ce rituel, fut mal évalué par Ragon, au point qu’il en écarta l’échelle, jugée par lui, comme donnant un spectacle dégradant.

Ce rituel porte le titre audacieux de « nouveau rituel de Kadosch grade philosophique 5ème et dernier degré du Rite Français avec en sous-titre : remplaçant le 30ème degré templier du Rite Ecossais. On connaît la suite quant au remplacement. On notera qu’il ne s’agit plus de 5ème ordre mais de 5èmedegré.

Ce sera le dernier acte de l’histoire en 1821 quand le Grand Chapitre Métropolitain demanda… la patente pour l’exercice du 30ème grade au REAA !!…

Que de mémoire perdue alors que le 5ème Ordre contenait au sein de ses 81 grades une formulation primitive du Kadosch avec le Grand Elu de Londres qui aurait pu servir d’assise à une synthèse avec d’autres écritures du grade. Mais en matière d’écriture, Roettiers de Montaleau père n’était plus là…

En 1823 le Grand Chapitre Métropolitain disparaissait en devenant de façon incompréhensible le Chapitre des Gaulles sous la forme d’un aéropage de Chevaliers Kadosch, sans grande trace de son activité et de son lustre d’origine.

Ainsi, l’histoire se termina et à l’heure actuelle aucun document n’a été exhumé des archives Russes démontrant l’usage du Kadosch et surtout l’inscription de cette pratique dans la continuité des 4 Ordres.

La question de la réactivation du 5ème Ordre s’est posé, dans les années 90. Il convient de souligner que dès 1995 une assemblée indépendante qui ne s’appelait pas encore Provence Fidélité s’appuyant sur la logique des 5 Ordres et sur les règlements de l’époque, s’était penchée sur la nécessité de cette reconstruction et sur le besoin d’une pratique rituelle.

Respecter la Tradition, c'est inventer la nôtre! C'est exactement ce qu'ont fait nos Anciens, je dois compléter que nous avons osé pour ce qui concerne le 5èmeOrdre. Mais il n’y a pas d’inquiétude à avoir : qui peut revendiquer sérieusement une transmission historique de l’une des différentes pratiques de cet Ordre?

Toutes les écritures déambulant dans les allées de la Sagesse sont de facture contemporaine. Elles s’inspirent plus ou moins de grades préexistants : que ce soit la fugace pratique du Chevalier du Soleil, seule désignée dans les minutes du 5ème Ordre.

Ou alors, l’inspiration des Sublimes Philosophes Inconnus - grade de la 9ème série - sans aucune preuve d’usage historique, pour habiller un Chevalier de la Sagesse fraîchement apparu.

Le 5ème Ordre traduit les aléas de son histoire, ainsi on le retrouve aujourd’hui segmenté en une, deux ou trois classes.

Ses rituels sont différents selon les juridictions et d’inspirations variées : ils vont du Chevalier du Soleil, en passant par le Chevalier de l’Aigle blanc et noir suivi du Chevalier de la Sagesse, ou le Chevalier de l’Etoile d’Orient, ou enfin la réception se pratique avec un rituel d'écriture contemporaine - il en existe plusieurs - tel celui employé lors de la réactivation du 5ème Ordre au Grand Orient. (Provenant du Sublime Conseil Provence Fidélité).

Les décors varient également : ils vont du signe distinctif sur le sautoir du 4ème Ordre au seul sautoir blanc en passant par le tenue complète: sautoir tablier et gants. Il en va de même des titres.

Il nous a paru intéressant et sans doute est-ce téméraire, de tenter une synthèse sur laquelle nous pourrions nous arrêter. Mais cela sans aucune illusion de faire changer les « majors » et même tous les autres.

Pour aller modestement dans ce sens, partons de ce que nous connaissons historiquement de cet Ordre.

-La couleur blanche décorant la salle de réunion.

-Rien n’indique que nous soyons dans un temple.

-Le terme d’Arche apparait désignant un coffre contenant les 9 chemises des 81 grades.

-Ce Coffre est disposé au centre du lieu de réunion.

- Etant dans une salle indifférenciée on peut supposer qu’une table est à son centre.

-La marche pour arriver à la salle est circulaire sans que pour autant on décrive une quelconque table ronde, mais rien ne s’y oppose.

-Quant à l’appellation du 5ème Ordre apparaît en 1811 le titre de Suprême Conseil. Le titre de Sublime Conseil n’apparaît pas.

-Le 5ème Ordre est subdivisé en deux classes : le conseil des 9 et la classe des prosélytes.

-Seule distinction, le bijou qui est aujourd’hui décrit sur un ruban blanc moiré simple pour la 1ère classe des prosélytes, on ajoute un liseré d’or pour les membres du conseil des 9. Les décors seront ceux de RC .

-Un « travail» est demandé, appelé proponenda, aux futurs prosélytes. Il se fera sous forme de questions et de réponses écrites du candidat.

-La première annonce tardive d’un rituel de réception et sans doute de tenue sans autre précision sur la pratique lors des réunions de travail. Il s’agit du Chevalier du soleil 28ème degré du REAA alors constitué. Ce grade qui existait depuis plus d’un demi siècle et se trouvait déjà inclus dans le rite de Perfection. Par contre les décors de ce grade ne semblent pas utilisés.

-Aucun rituel n’apparaît pour la seconde classe du Conseil des 9

-Les officiers sont les suivants : un Président généralement le TS des TTSS. Un surveillant pour les deux colonnes placées au milieu face au président. Un expert à la place de l’Orateur. Un Secrétaire et un Maître des Cérémonies. (C’est sur la base des offices du Chevalier su soleil).

-Les prosélytes n’auront pas accès aux rituels de la 9ème série.

-Un modèle de bref est proposé.

-Proposition de constituer une instance qui aux côtés du GCM conférerait et gèrerait les grades au-delà du RC.

Et cela débouche sur une décision importante : « le conseil s’arrête à la proposition de conférer ces grades en 5ème Ordre au FF qu’ils en trouveraient dignes... »

Le 5ème Ordre ne se limitera plus à recevoir les FF Chevaliers du soleil pour étudier les hauts grades, maintenant il les conférera.

Quel pourrait être le profil d’une pratique que nous pourrions aménager sur la base et l’adaptation des éléments historiques ? C’est ce que je vous proposerais prochainement

Troisième partie 

Pour ponctuer la réflexion à partir des deux textes que vous avez reçu, je vous propose en guise de conclusion différents points dont nous pouvons débattre et s’ils obtiennent votre assentiment, éventuellement adopter.

Ces propositions ont pour but de rapprocher au mieux nos usages de ceux décrits dans les minutes relatant les réunions du 5ème Ordre.

Le 5ème Ordre déjà dédoublé en 2 classes prend la dénomination d’Arches et non plus de grades.

Le 5ème Ordre ne rajoute pas de degré au Rite Français qui reste historiquement fixé à 7 degrés, auxquels s’ajoutent les deux Arches du 5ème Ordre.

Identification de 9 officiers généraux représentant le Conseil des 9 inclus dans la seconde Arche.

Le lieu de réunion est une salle sans dénomination, tendue de blanc, sans orientation.

Une table siégeant au milieu supporte un coffre représentant l’Arche du Rite. Cette Arche est censée contenir les manuscrits des 81 grades.

Un travail sera demandé pour la seule admission à la première Arche.

Le 5ème Ordre ne s’inscrivant pas dans la continuité des 4 Ordres propres au Chapitre, il aura vocation à réunir des membres issus de chapitres différents, voire de rites différents à la condition qu’ils soient en correspondance de grade. On peut envisager pour ces membres un statut de membre associé.

La dénomination de Suprême Conseil, la seule à être identifiée dans les minutes du 5ème Ordre pour désigner cette assemblée. Nulle part n’apparaît celle de Sublime Conseil. Toutefois, il faut considérer la connotation Ecossaise de cette appellation qui n’était pas aussi forte à cette époque.

Historiquement, aucune pratique n’apparaît hormis celle du Chevalier du soleil. Une patente avait été demandé du Suprême conseil pour le Kadosch en 1821. Ainsi, ce grade est confirmé dans la pratique actuelle aux côtés de la partie historique de Provence Fidélité constituant les 12 clefs de la première Arche, avec le titre de Chevalier de l’Aigle blanc et noir. Pour la seconde Arche, aucune pratique rituelle n’apparaît et d’ailleurs elle ne semblait pas en avoir. Force est d’écrire un pratique


Le 5ème Ordre laisse un goût d’inachevé et pour son malheur, la porte était grande ouverte à tous pour mettre en scène cet Ordre en suivant plus ou moins les données historiques.

Il serait injuste de porter la seule cause de cette évolution sur les années de trouble révolutionnaire et d’interruption de l’activité maçonnique. La transformation du GCG de France en Chapitre Métropolitain avec son intégration au GO donc sa perte de souveraineté ont joué un rôle non négligeable et cela était prévisible.

Les hauts grades n’ont à mon sens, jamais été une finalité ou n’ont jamais représenté un intérêt majeur pour cette juridiction qui ne recherchait qu’à établir son hégémonie sur le monde maçonnique de l’époque, fut-ce en contrôlant le mouvement Ecossais et en sacrifiant ce qu’elle fit, le rite auquel elle faisait et fait encore référence. Les efforts entrepris vers 1806 sont arrivés trop tard pour redresser la barre.

Le Rite Français est bel et bien et il restera un rite historiquement inachevé.

Avec le Chevalier de la Sagesse, nous avons entamé le développement d’une réflexion afin d’augmenter la consistance et le liant du corpus symbolique des Ordres précédents. Il est heureux que notre Rite se soit retrouvé couronné par la Sagesse à la préférence de la perfection qui reste l’outil de la première.


Jean-Pierre Duhal, 5ème Ordre, Chevallier de la Sagesse, Grade 9 et dernier du Rite Français des Modernes, Souverain Grand Inspecteur Général, 33º du Rite Écossais Ancien et Accepté. Fondateur du Sublime Conseil “Provence et Fidélité”, Membre Fondateur du Ve Ordre et, Passé Très Sage et Parfait grand Vénérable de la Chambre d’Administration du Grand Chapitre Général du Grand Orient de France. Membre de l’Académie Internationale du Ve Ordre de l’Union Maçonnique Universelle du Rite Moderne.

ACADEMIA V IMPÉRIO: 10º Ciclo de Estudios del Rito Moderno o Francés

Se llevó a cabo en la sede del Gremio Lusitano de Porto un nuevo Ciclo de Estudios del Rito Moderno o Francés de la Academia del V Imperio alrededor de los Bicentenarios de la Muerte de Manuel Fernandes Thomaz, de la Constitución de 1822 y de los Derechos del Ciudadano.

Este evento académico fue brillante, tanto por las exposiciones volcadas, como por la calidad de los ponentes ahí congregados y provenientes de distintos países, coordinados a la perfección por su anfitrión el MIlH Belmiro Sousa, Venerable maestro del la R.·. L.·. “Estrela do Norte nº 533” al Or.·. de Porto y aglutinando en la organización a las principales Logias del Rito Moderno o Francés del Grande Oriente Lusitano, tercera potencia Masónica más antigua fundada en el Continente Europeo (1802), y que contó con su Gran Maestro Adjunto el MIlH João Aurélio Marques, así como también con la presencia del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz – Grande Capítulo Géral del Rito Moderno e Francês de Portugal (1804), representado por el MIlH António Fonseca, miembro de su Cámara de Administración, encontrándose a su vez dignidades de Potencias extranjeras como la MIlHna. O. Vallejo Gran Maestra de la Gran Logia Mixta de los Andes Ecuatoriales y Suprema Comendadora del Sublime Consejo del Rito Moderno pasa el Ecuador, actual Presidenta de la Unión Masónica Universal del Rito Moderno.

Este tipo de encuentros, únicos en la masonería europea, ponen de manifiesto la calidad y madurez de la masonería lusitana y de estos Cuerpos Masónicos de los que me siento agradecido por ser Miembro Honorario y de quienes tanto he aprendido intelectual, ética y masónicamente.

En próximas entradas desarrollaremos las ponencias allí dictadas que a buen seguro resultarán del agrado de los lectores. Con esta plenitud masónica, intelectual y espiritual, aguardamos con entusiasmo la fecha del próximo Ciclo que se ha convertido en un referente académico y muy especialmente para los estudiosos, amantes y practicantes del Rito Moderno o Francés.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo Geral do Rito Moderno e Francês de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro de Honor de la Gran Oriente Tradicional de Bolivia
Presidente de la International Confederation of Supreme Councils, AASR