Tradición y Regularidad: puro sentido común

Según nuestros valores y principios fundamentales, la Orden Masónica Universal es Una.
Esta unidad podría llevarse a cabo armoniosamente si las instituciones masónicas de cada nación hicieran el esfuerzo de aliarse ellas mismas en una confederación.
La francmasonería, fragmentada hoy en día en una multitud de asociaciones más atentas a su propio desarrollo que a su propia misión basal que debieran representar, es parecida a un mecanismo que se satisface, incluso se glorifica, de su funcionamiento, sin preocuparse generalmente de producir aquello por lo que fue creada.

Las dos principales corrientes, pretendiendo reivindicar su particular legitimidad masónica, han generado más disensos, atomizaciones que aproximación en un derroche de egos que bien valdría reconsiderar con la simple  aplicación del sentido común y de una verdadera y sentida filantropía.

Su naturaleza, su objeto y acción

Conforme a sus orígenes, su naturaleza ed iniciática y simbólica. En sus Talleres arbitra a todo Ser humano, sin distinción de raza, de condición social, sexo, sistemas políticos o religiosos. En su interior se obra en vista del perfeccionamiento moral y ético de sus miembros, permitiendo un mejor conocimiento de si mismo, de los otros y del universo. En el seno de la humanidad debería representar un ejemplo y un modelo de sabiduría, de fraternidad, de beneficencia, propia a la ley del amor.
Para finalizar esta entrada, donde simplemente se ha pretendido aplicar el más mínimo sentido común, terminaremos citando brevemente unos conceptos trascendentales, pero simples.

Regularidad

Se aplica, sin otra consideración, a la recepción por transmisión ritual de unos contenidos simbólicos en un espacio-tiempo en el cuadro de unos Ritos masónicos codificados e históricamente reconocidos como receptores de un legado positivamente transformador.

Libertad del Francmasón

Esta se circunscribe en el respeto a las obligaciones y compromisos libremente contraídos, que le genera un gustoso deber de amar y respetar las virtudes y combatir los vicios.

Ritos

Todos los trabajos masónicos se efectúan en el cuadro y el respeto de procedimientos ancestrales, en ocasiones. Ninguna eventual adaptación debe alterar la sustancia fundamental del Rito, siendo las instituciones practicantes garantes y curadoras del mismo. Es su responsabilidad.

Joaquim Vilalta, V° Ord.'., Gr.'. 9 y Ultimo del Rito Moderno o Francés
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro del Círculo de Estudios del Rito Moderno y Francés "Roëttiers de Montaleau"
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador, 33°
Supremo Consejo del Rito Antiguo y Aceptado para España


Sobre la iniciación de Robert Moray

Presentamos este interesante apunte del muy querido amigo y Hermano Patrick Négrier, prestigioso historiador de la Francmasonería, siendo uno de los máximos especialistas en la investigación masonológica anterior al 1717 fundacional de la Gran Logia de Londres, así como de su desarrollo y evolución posterior ritual, filosófico y procedimental dentro de la Orden. Estamos convencidos de que este breve trabajo, generará la inquietud de profundizar en la ingente obra de este autor y nos conducirá a aclarar de una vez por todas, determinados aspectos que aparecen mezclados, confusos e inciertos respecto al origen y desarrollo de la francmasonería que ha llegado a nuestros días en sus múltiples y diversas variantes formales, tomando por ciertas algunas falsas informaciones que circulan erróneamente de boca a oído aún a día de hoy, haciendo incluso de las redes sociales una herramienta expansiva a veces poco fiable que precisa de un correcto filtrado en cuanto a la veracidad tanto de fuentes como de contenidos.

El primer rito de la francmasonería fue el rito inglés y católico de los Antiguos Deberes (aparentemente ya en York en 1370; y ciertamente con el Regius de 1390). A partir de la Acta de supremacía de 1534, este rito se transformó en anglicano. En 1599 los segundos Estatutos Schaw demandaron a la logia calvinista presbiteriana de Kilwinning que practicara un arte de memoria ya que ésta no quería ya practicar el rito anglicado de los Antiguos Deberes, por lo que elaboró entre 1628 (fecha probable de la redacción del Lamento de las musas de Henry Adamson donde menciona el Mason Word) y 1637 (fecha del primer testimonio histórico de la aparición del Mason Word) un segundo rito masónico: el rito exclusivamente calvinista presbiteriano denominado rito de la “Palabra de Masón” (Mason Word) que tomará una forma más desarrollada a partir del primer catecismo simbólico: el Edimbourg de 1696, ritual del Mason Word (Mot de Maçon en francés) de la Logia de Canongate, cerca de Edimburgo.

Robert Moray (primer no operativo de quien se tiene constancia documentada de su iniciación, así como primer presidente de la Royal Society) ¿fue recibido en el Rito de los Antiguos Deberes o en el Rito del Mason Word?

El 20 de mayo de 1641 en Newcastle, Inglaterra, la logia masónica escocesa de Edimburgo recibió como masón aceptado a Robert Moray (1). ¿Moray fue recibido en logia masónica en el rito anglicano de los Antiguos Deberes (que era el entonces practicado por ciertas logias escocesas como lo ha demostrado el Profesor David Stevenson) (2) o bien en el rito escocés y calvinista del Mot de Maçon? Dos hechos podrían aparentemente hacernos pensar que Robert Moray fuera recibido en el rito del Mot de Maçon. En primer lugar, él era escocés y colaboró con los escoceses calvinistas presbiterianos (covenantarios); y seguidamente una adición de una tinta diferente en una nota de John Evelyn sobre el Mot de Maçon enuncia que Robert Moray habría hablado del Mot de Maçon a John Evelyn (3). No obstante, tres otros hechos contradictorios con los dos hechos que acabamos de mencionar nos impiden pensar que Robert Moray fuera recibido en logia masónica en el rito del Mot de Maçon. De entrada, en 1641 la logia de Edimburgo no practicaba el rito del Mason Word sino el rito de origen inglés y anglicano de los Antiguos Deberes. En efecto, en 1641, y según la documentación histórica actualmente conocida, solamente dos logias masónicas escocesas practicaban el rito del Mot de Maçon: la logia de Kilwinning y la logia de Perth (4). Por otra parte, la práctica del rito del Mot de Maçon no aparece en la logia de Edimburgo Mary’s Chapel hasta el 1715 (5). Además, Robert Moray presentaba su pentáculo como su “marca de masón”: a casusa de la iconoclastia calvinista los masones calvinistas presbiterianos de Escocia practicantes del rito presbiteriano del Mot de Maçon no poseían marca masónica alguna; a lo sumo podría admitirse que en el siglo XVII solamente los masones escoceses de confesión arminiana o episcopaliana, que practicaban por tanto el rito de los Antiguos Deberes, poseían marcas (6). Finalmente, un último argumento: la marca masónica de Robert Moray representaba un pentáculo, símbolo que en el siglo XVII era totalmente ajeno al rito presbiteriano del Mason Word, el cual en 1641 se ceñía aún, conformemente al principio reformado del “Sola Scriptura”, a unos materiales exclusivamente extraídos de la Biblia y como sucede en Gálatas 2,9 y en I Reyes 7,21: la práctica de la “garra” (agarre de mano) acompañada de la comunicación de las dos palabras de paso B… y J… que eran los nombres de las dos “columnas” del templo de Jerusalén. 
Por estas tres últimas razones de orden histórico y teológico llegamos a la conclusión que Robert Moray no fue recibido en logia en el rito del Mot de Maçon sino en el rito de los Antiguos Deberes como también lo fuera igualmente en el caso de Elias Ashmole en 1646.

Notas
1. David STEVENSON, “Masonry, symbolism and ethics in the life of Sir Robert Moray, FRS” en Proc Soc Antiq Scot, 114, 1984, p. 405-431.
2. En Les Premiers francs-maçons. Les loges écossaises originelles et leurs membres, Editions Ivoire-clair 2000.
3. John EVELYN, British library, Evelyn papers JE C4, p. 24 en Michael HUNTER, The Occult Laboratory: Magic, Science and Second Sight in Late Seventeenth-Century Scotland, 2001, p. 32.
4. Henry ADAMSON, Thrénodie des Muses, 1638 (para la logia de Perth); Contrat de Perth, 1658 (la logia de Perth afirma que había recibido el rito del Mot de maçon de la logia-madre de Kilwinning).
5. Patrick NEGRIER, La Tulip. Histoire du rite du Mot de maçon de 1637 à 1730, Editions Ivoire-clair 2005, p. 64.
6. Hemos demostrado sobre este sujeto en Art royal et régularité dans la tradition de 1723-1730 (Editions Ivoireclair 2009) que lel Libro de las Marcas de la logia de Aberdeen fraudulentamente datado en 1670 era en realidad un fraude enteramente fabricado en todas sus piezas a principios del siglo XVIII por el poco escrupuloso pastor presbiteriano James Anderson; la práctica del rito del Mot de maçon en la logia de Aberdeen solamente está atestiguada a partir de 1699.


Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés
Miembro del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro del Círculo de Estudios del Rito Francés "Roëttiers de Montaleau"
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM

Alguna bibliografía histórica trascendental alrededor del Rito Antiguo y Aceptado

Para los estudiosos de la historia de la masonería, y muy especialmente para los practicantes del Rito Antiguo y Aceptado seguidores del legado del M. Il. H. Joseph Cerneau, resulta imprescindible la lectura de algunos libros emanados del círculo de influencia del Supremo Consejo para los Estados Unidos de América, sus Territorios y Dependencias que inició su andadura plena con su fundación en New York en 1812.

Entre dicho material bibliográfico, destacaríamos "Senda de las Luces Masónicas" escrito por el propio Hermano Cerneau en lengua española en 1821, "Reply to de War Whoops of Enoch T. Carson" de Robert B. Folger, publicado en 1886, y también "Condensed History of the Ancient and Accepted Sottish Rite Masonry from its introduction into the United States to the present time" de 1903.

En "Senda de las Luces Masónicas" el MIlH Joseph Cerneau nos presenta, a modo de manual, una obra en la que cual abanico, se recorren los principios generales de la Orden según la visión del momento, así como unas secciones que describen las funciones de los oficiales de la Logia así como su método de trabajo. En ella, como no puede ser de otro modo y siguiendo el estilo de este tipo de trabajos, se describe al más puro estilo andersoniano, una historia mítica de la masonería, cargada eso sí, de una fuerte influencia ramsayana, propia de su naturaleza original que dio pie a los Altos Grados nacidos y desarrollados en Francia. No obstante, esta obra se centra en la masonería simbólica y en sus respectivos apartados enfocados a modo de Memento y de instrucciones de Grado, aparece de manera meridianamente clara la naturaleza Modern de los tres primeros grados con una extraordinaria cercanía formal y de contenidos al Régulateur du Maçon, con algunas puntuales diferencias tan sólo, lo cual nos ratifica que de facto, las formulaciones rituales desde la Orden del Real Secreto de Morin hasta su desarrollo y ampliación a 33 Grados, eran sin duda alguna sistemas de Altos Grados que contemplaban su cursus iniciático más allá del Tercer Grado. Solamente razones de índole competencial y obedienciales empujaron a la "invención" de unos rituales simbólicos para el REAA, por citar un ejemplo, debiendo quedar los conceptos Antiguo y Aceptado más bien a modo de seguimiento de una tradición compartida y practicada en diversos Orientes, sobretodo descubierta la falacia prusiana de las Constituciones de 1762 y de 1786, y del oscuro y misterioso nacimiento ocurrido en Charleston.

Desgraciadamente se ha querido silenciar y demonizar la ingente y regular labor de Joseph Cerneau, quien siempre fue respetado y reconocido por el Gran Oriente de Francia, entre otras Potencias Masónicas, siendo ésta especialmente significativa por ser la heredera y tierra de cultivo de la mayor parte de los Sistemas Rituales continentales en Europa.

Así, la obra de Robert B. Folger quiere sacarnos de la ignorancia mediante una narración cronológica y documental que aporta una significativa información de suma importancia.

Entre otras, Folguer nos recuerda que el establecimiento del Supremo Consejo de Grasse Tilly en París en 1804, y la disputa que tuvo lugar entre este Supremo Consejo y el Gran Oriente de Francia, terminó con la sumisión de dicho Supremo Consejo mediante el Concordato de 1804 que supuso su integración en el seno del Gran Oriente, habiendo existido tan sólo 44 días desde su inicio, por lo cual el Rito en 33 Grados pasó a ser propiedad del Gran Oriente de Francia. El Gran Oriente no consideró recibir un nuevo Rito, sino que tomo en posesión los grados adicionales al Rito de Perfección preexistente desde hacía ya más de 40 años. El Grado 33 era "nuevo" si éste fuera el término apropiado para aplicárselo, y se convirtió en la clave maestra del sistema conocido como Rito Antiguo y Aceptado. El Gran Oriente al mismo tiempo repudió la fraudulenta Construcción de 1786, y puso dicho sistema en una base puramente Republicana o Representativa.

No debemos olvidar que el Hermano Germain Hacquet, amigo íntimo de Cerneau durante el tiempo de su residencia en las Indias Occidentales, y quienes ambos fueron miembros y oficiales en el Rito de Perfección, retornó a Francia en 1803, trayendo consigo desde ese país el Rito original de Perfección en 25 Grados, el cual presentó al Gran Oriente de Francia — servicio por el cual fue recompensado por el Gran Oriente siendo nombrado Presidente de la Cámara de Ritos — y siendo al mismo tiempo de esta Unión del Supremo Consejo de Francia con el Gran Oriente en 1804, llegando a ser poseedor de todo el sistema, el Rito Antiguo y Aceptado.

Esta afirmación, la cual es, y ha sido durante más de 50 años, un asunto de tipo histórico, nunca ha sido puesta en tela de juicio o negada, siendo del todo cierta. Hubieron otras fuentes que proponían que los grados adicionales y el 33 podrían provenir además de Charleston—Grasse, del mismo Gran Oriente que ya los poseía, siendo el Dueño de éstos, habiendo preservado y administrado el sistema desde el principio.

Germain Hacquet, quien fuera Presidente de la Cámara de Ritos del Gran Oriente de Francia, confirió a Joseph Cerneau el sistema del Rito Antiguo y Aceptado como muy pronto en 1805 — Cerneau y Hacquet tuvieron ambos el Rito de Perfección en las Indias Occidentales antes de1801, y los grados adicionales fueron conferidos a Cerneau antes de que él partiera hacia New York City.

La prueba de que Cerneau tuvo los grados adicionales junto con el 33 antes de su llegada a New York, está perfectamente claro, como que él los confirió hacia el Honorable John W. Mulligan en 1807 — Jonathan y Jacob Schieffelin, Dr. Charles Guerin, John P. Schisano, Toussaint Midy, J. B. Subrau y John B. Penzol en 1808 y 1809 — Honorable Dewitt Clinton, Honorable Cadwallader, D. Colden, Honorable Martin Hoffman, Elias Hicks, Thomas Lowndes, Joseph Bouchaud, Francis Dubuar y muchos otros desde 1810 a 1812, año en el que el Supremo Consejo estuvo completamente organizado.

El Soberano Gran Consistorio fue totalmente reconocido por el Gran Oriente de Francia en 1811, el Supremo Consejo en 1816, continuando otros reconocimientos a lo largo de su existencia por parte de la mayoría de los Supremos Consejos de todo el mundo.

Dejaremos para otra entrada la anteriormente mencionada tercera propuesta bibliográfica.

Esperemos que con este tipo de trabajos y reflexiones la luz se imponga a una interesada oscuridad de manipulación histórica, restaurando la imagen de Joseph Cerneau y la de su ingente trabajo en pro de los elevados valores de la Orden y del Rito Antiguo y Aceptado en especial.

Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés
Miembro del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro del Círculo de Estudios del Rito Francés "Roëttiers de Montaleau"
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