Masonería, internet y cambio social
El objetivo de este trabajo es
entender cómo ha influenciado el uso del internet en la Masonería, institución
centenaria, presente en múltiples países del mundo, a la que se le atribuyen
características de movimiento social debido a que miembros ilustres han sido
protagonistas de grandes revoluciones y transformaciones en la sociedad.
Cubierta de un velo de misterio, sus detractores, han implantado en épocas de autoritarismo leyes y políticas para exterminar a sus miembros con el fin de acabar con el peligro que implica la diseminación de sus ideas. Sin embargo, cabe preguntarse si la Institución como tal ha escapado de la influencia que internet ejerce en la humanidad, y si el uso de internet es una herramienta que pueda dotar a esta institución de herramientas para influir en la sociedad de manera que puedan los francmasones y francmasonas convertirse en agentes, sea a través de un cambio “manifiesto desde arriba”, mediante la acción de miembros de la Institución que forman parte de gobiernos, o de cambio intencionado, incidiendo en planes y reformas en sus ámbitos de acción, o bien a través de cambios manifiestos “desde abajo", a través de alguna especie de activismo que lleve al impulso de revoluciones o que empodere a los ciudadanos para obligar a los gobiernos a cambiar sus estructuras.
La Masonería, desde sus inicios, ha sido perseguida por gobiernos autoritarios de derecha, de izquierda y monárquicos, acusándolos de liberales, de comunistas y de capitalistas burgueses, según la conveniencia de los gobernantes de turno; sin embargo, el máximo representante de la antimasonería[1] ha sido la Iglesia Católica, que ha manifestado durante muchos siglos, su repudio hacia una institución que consideran nociva por no coincidir con su “modelo” de religiosidad, prohibiendo y excomulgando de ella, a todo aquel/la que se inscribiera en una de estas “asociaciones”[2]. En el contexto hispanoparlante se ha investigado y especulado, desde fuera de la institución, sobre su carácter irreverente. Así, podemos encontrar la obsesión de estudiosos, como el jesuita José Antonio Ferrer Benimeli[3], quien a través de una prolífica publicación de “investigaciones”, ha pretendido explicar al mundo qué es la Masonería y quienes son los masones, tratado de erigirse en “voz oficial” ante el mundo académico de lo que él presupone debería ser una visión normalizada de una institución que, ni le pide que lo haga, ni tampoco lo necesita. Sus afirmaciones, las realiza en base a crear una cierta polémica, como en el artículo publicado en diario “El País[4]” en marzo de 1985, dando a entender que tal persecución de la Iglesia no existe ya, ni debería existir, y que por tanto debería ser minimizada, afirmación que realiza aún a costa de “meter la pata” a tenor de las pruebas y evidencias.
Esto último se da en los países
de habla hispana, debido a la persecución sostenida del carácter “contra
reformista” de la iglesia católica, en donde la “masonología[5]”
como disciplina no ha podido emerger, a diferencia de lo que ocurre en países
como Alemania, Bélgica, Francia, Reino Unido o Suiza, en los cuales especialistas,
mayoritariamente miembros de la “Orden”, se han implicado en explicar el “hecho
masónico” desde una perspectiva interna.
Parte de la obsesión del
jesuitismo por conocer la Masonería, tiene origen en una leyenda que cuenta que
Ignacio de Loyola fue enviado por el Papa a espiar la Masonería y que le
trajera un informe de todo lo que se hacía ahí dentro, de manera que fue introducido
en la Orden, aprendiendo todos sus “secretos”, y que al volver, el Papa, le
preguntó acerca de las actividades que realizaban al interior los masones, a lo
cual contestó que no podía explicarle, y que quien decida conocerla, deberá
estar dentro. Esto es materialmente imposible, por cuanto Ignacio de Loyola
muere en Roma en 1556, y la Masonería, tal como se conoce hoy en día nace en
Escocia, en 1599, a través del Estatuto Schaw[6],
en las Logias Calvinistas de Kilwinning y Perth. Sin embargo, el origen del
conflicto se debe, por lo visto, a que debido a su carácter contrareformista (y
por tanto contramovimentista), “se trabó la lucha entre las dos Sociedades[7]“
a partir del segundo tercio del siglo XVIII, habiendo sido vencida la Compañía
de Jesús.
Por lo anteriormente expuesto, partiendo
del método de observación participante, y sabiendo que por el carácter
secreto/discreto de la organización, añadido a la proliferación de Talleres y
“Obediencias” experimentada en las últimas décadas, es imposible saber el
número real de masones y masonas que existen en cualquier contexto territorial,
por lo que se ha procedido a realizar una encuesta a través de redes sociales
que obtuvo una respuesta de 234 participaciones, que constituyen la muestra de
este trabajo. Cabe también advertir que por el mismo carácter discreto de la
organización, a la cual está obligado todo miembro, no se divulgarán asuntos no
autorizados, o nombres de miembros, inclusive en el caso de algunas entrevistas
realizadas a miembros de la Institución, con más de 20 años de pertenencia.
Composición sociodemográfica:
La encuesta se realizó únicamente entre masones y masonas, sin importar el país de residencia, a través de grupos en redes sociales, asociaciones propias y mensajería de información masónica, de los cuales 89,3% declararon ser hombres, 9,4% mujeres y 1,3% de otra identidad de género, lo cual refleja la composición por sexo de la membresía de la orden, con edades que van de los 20 a los 89, concentrándose las mayores cantidades de miembros entre las edades de 40 a 49 años (27,8%) y 50 a 59 años (25,7%), seguidos por los de 60 a 69 años (23%), lo cual refleja la composición por edad de sus integrantes.
El 50% de la membresía tiene
entre 1 y 11 años dentro de la institución, independientemente de la edad
cronológica, lo cual refleja que el otro 50% tiene entre 12 y 55 años de
membresía. En el caso de los más experimentados, pese a ser minoría, y por lo
general de edad avanzada, refleja que la integración a la organización se dio a
edad temprana, ya que por regla general, se aceptan desde muy jóvenes a los
hijos de los Maestros Masones, quienes siendo “luvetones[8]”
pueden ingresar poco antes de cumplir la mayoría de edad. El grado institucional,
revela el nivel de formación que tiene el encuestado dentro de la estructura,
dado que años de pertenencia no es sinónimo de mayor formación, pero sí lo es
el grado que posee. Cabe considerar que el 75,6% tienen el tercer grado
simbólico, que es la antesala de los grados colaterales, razón por la cual
muchos de entre ellos pueden disponer de altos grados. Esto último no
condiciona necesariamente el fin de la investigación.
Participaron personas de 21
países, obteniendo un 21,79% de participantes de España, seguido de un 19,23%
de participantes de México. También participaron un 10,58% de Colombia, 7,69%
de Portugal, 7,26% de Argentina, 6,41% de Ecuador, 4,27% de Bolivia, 3,85% de
Chile, 3,42% de Venezuela, 3,42% de Paraguay, 2,56% de Brasil, 2,14% de
Uruguay, 1,71% de Perú, 1,71% de Francia, 1,28% de Estados Unidos, 0,43% de
Panamá, 0,43% de Nicaragua, 0,43% de Doble país de residencia, 0,43% de Cuba,
0,43% de Canadá y 0,43% de Bélgica. Estos datos no sirven para extrapolar la
cantidad de francmasones o francmasonas que hay en un país, sino que reflejan
el nivel de participación en las redes que tienen las personas de estos países,
ya que por ejemplo de entre todos los mencionados, España es quizá uno de los
países que tienen menor membresía, en comparación con países de mayor tradición
masónica como Estados Unidos, México, Francia, e incluso Portugal.
Uso de internet para actividades masónicas:
En la encuesta, el 96,6% de las
personas manifestó que utiliza el internet para realizar actividades de índole
masónico, y entre los programas más utilizados se encuentran los servicios de
mensajería (94%), seguidos por redes sociales (80.3%), otras aplicaciones y
programas (59,4%), y de blogs y páginas web (50,9%).
Blogs/páginas web (blogger, wordpress) |
119 |
50,9% |
Apps/Programas (Youtube, otras) |
139 |
59,4% |
Redes sociales (facebook, twitter,
instagram) |
188 |
80,3% |
Mensajería (whatsapp, telegram) |
220 |
94,0% |
234 |
En cuanto al uso de redes
sociales está relacionada probablemente con la edad de los usuarios. El 89,9%
de usuarios usa Facebook, un 59,1% usa Instagram, el 48,9 usa Twitter. Otras
redes sociales son usadas de manera minoritaria, pero también se entrevé una
confusión entre lo que es una red social, un servicio de mensajería, u otras
plataformas.
El 76% de las personas declara
que las usa una o varias veces al día, y solo un 3,1% no tiene ningún tipo de
red social. En cuanto al contenido que siguen, el 90,89% sigue Grupos de
Masonería (principalmente en Facebook), 62,56% sigue perfiles de personas de referencia
(miembros Ilustres, o masonólogos), y el 44,75% sigue páginas o perfiles
institucionales (es decir de Logias, Grandes Logias, Confederaciones, Alianzas,
etc.). Al contrario de lo que se puede pensar (y de lo que se intenta vender),
solamente un 0,46% sigue también grupos de Rosacrucismo, Teosofía, Martinismo,
Alquimia, Cábala, pues correspondería al perfil de ciertos miembros que se
inclinan por ese tipo de estudios, ajenos a la naturaleza de la Masonería.
Las redes sociales se usan principalmente para:
1. 85,97%
de las veces para acceder a información masónica,
2. 61,4%
para interrelacionarse o desarrollar vínculos de amistad con otros miembros,
3. 56,11%
para obtener documentos de formación,
4. 44,8%
para difundir publicaciones masónicas, ideas o reflexiones de los miembros, o
investigaciones masonológicas,
5.
34,84%
para compartir o intercambiar imágenes, textos, chistes,
6. 30,77%
para debatir o discutir (discusiones de tipo político, social, filosófico,
actualidad, etc).
7. 14,03% para hacer negocios.
El número aproximado de páginas o
grupos que siguen ronda en un 54,09% entre 1 a 10, y un 37,27% siguen entre 11
y 100 perfiles. Son menos los miembros que siguen entre 101 a 500 grupos y
perfiles, o más de 501, lo cual en algunos comentarios generó la reflexión de
la calidad del seguimiento que se hacía de los mismos. En cuanto al número de
perfiles de miembros, el 53,7% sigue entre 11 a 100 miembros. No obstante, y
aunque son minoritarios, también hay quienes siguen más de 1000 o más de 5000
perfiles de miembros. De esto puedo dar fe, en tanto y en cuanto hubo una época
en la que tenía agregados más de 3500 perfiles de miembros de muchas partes del
mundo, con las cuales me comunicaba en otros idiomas (generalmente inglés y
francés), esto debido al cumplimiento de un rol institucional.
Los dos aspectos más positivos de
las redes sociales son el acceso a información, formación, el poder acceder a
conocimientos nuevos de forma permanente (38,9%) y conocer, comunicarse y
compartir con miembros y cultura de otros países (22,6%). Los dos aspectos
menos positivos son el poder hacer activismo o negocios (1,48%) y el fomento de
la tolerancia (0,99%), al margen de aquellos que creen que no hay nada positivo
en el uso de estas. Los dos últimos aspectos menos positivos, desmitifican a la
Masonería como un círculo de cierre de negocios (lo que no quiere decir que no
haya miembros que ingresan a la Institución para ese fin específico), así como
el de la Masonería como “centro de unión” y de “tolerancia entre iguales” (esta
reflexión hecha como autocrítica en clave interna).
El listado de aspectos negativos
es más extenso, pero aun así hay más dispersión en cuanto a estos. Se podría
decir que los que más preocupan, según la proporción de encuestados, son:
1. 14,10%
las noticias falsas y fake news que se difunden sobre la Orden.
2. 13,25%
tienen que ver con las campañas de desinformación, contrainformación,
difamación, rumores y chismes sobre la Ordes y sus miembros.
3. 11,11%
se relaciona con la agresividad, discusiones, peleas estériles y falta de
seriedad de los miembros (relacionada a su vez con la poca importancia que se
da al fomento de la tolerancia en las redes).
4. 8,55%
con los riesgos de privacidad y seguridad en internet, como son la presencia de
trolls, el envío de virus, malware, presencia de hackers y bots.
5. 8,55%
con la distracción y pérdida de tiempo que supone estar pendiente de las redes.
6. 5,98%
se relaciona con la información sesgada, manipulada y falsa sobre la Orden.
7. Otro
5,98% con la indiscreción en la información masónica (relacionada con la
revelación de “secretos”).
8. Y
un 4,97% con los perfiles de personas que no son miembros y que se hace pasar
por masones.
El resto de las cosas negativas,
son minoritarias, pero no dejan de ser algún tipo de variante de las antes
mencionadas, excepto las 3 última, que tienen que ver con formas de
delincuencia que se filtran desde el mundo exterior.
En cuanto al uso de mensajería:
El 95,69% de las personas usan
WhatsApp, y un 43,1% usa Telegram. 4,3% de personas no las usas, y en número
muy minoritario se usan programas como Messenger, correo electrónico, Signal,
Duo, WeChat y Viber. El 66,06% manifiesta tener ente 1 a 10 contactos de
personas, grupos, chats o canales de difusión; y un 23,85% tiene entre 11 a 50
grupos. Hay quienes tienen muchos más grupos, contactos, canales, pero se trata
de porcentajes minoritarios.
La frecuencia en el
uso o dedicación del tiempo en mensajería es “una o varias veces al día”
(79,63%) y un 20,37% de personas le dedican “una o varias veces a la semana”.
Los usos dados a la mensajería, para fines masónicos es:
1. Contacto
con miembros puntuales – 84,23%
2. Grupos
de Logias y/o Grandes Logias – 74,32%
3. Grupos
de difusión masónicos – 68,92%
4. Grupos
de noticias masónicas – 50%
5. Grupos
y redes de contacto internacional – 33,78%
6. Grupos
de Asociaciones y Federaciones – 24,7%
Muchas personas usan la
mensajería, a la vez, para varios de los aspectos expuestos anteriormente.
El aspecto más positivo que tiene la mensajería es la “rapidez, fluidez, facilidad e inmediatez” para establecer contacto y comunicación a nivel individual e intergrupal (41,40%), seguido de manera menos contundente por el intercambio rápido de información, formación documentos y libres que no son fácilmente accesibles y de manera gratuita (8,92%). La proximidad con personas de otras latitudes en contextos más informales, y el intercambio de opiniones de manera inmediata y en diferido también son aspectos remarcables. En cuanto a los aspectos negativos, el 100% respondió que lo es estar en grupos donde se comparten cosas inútiles.
Respecto al uso de blogs y/o páginas web:
61,71% de personas dicen que tiene
o siguen algún tipo de blog o página web masónica, de los cuales, 50,85% no
tiene ni blog, ni web, tan solo sigue. De entre quienes tienen, 22,65% lo usan
con fines de divulgación y publicación de sus investigaciones, un 13,68% tiene
tanto para fines de divulgación, como para contacto o difusión institucional, y
un 12,82% solo para contacto y difusión de actividades institucionales.
De contacto/difusión institucional |
30 |
12,82% |
Ambos tipos (contacto/ difusión
institucional y de divulgación e investigación) |
32 |
13,68% |
De divulgación / investigación |
53 |
22,65% |
No tiene |
119 |
50,85% |
234 |
El 35% de personas no sabe cuántas visitas en promedio recibe por año, y un 26,2% mencionan que reciben entre 1 a 100 visitas promedio por año. Hay algunas páginas y blogs que reciben miles y decenas de miles de visitas al año, pero se trata o bien de páginas institucionales, o de masonólogos de referencia que usan sus páginas que medio de divulgación y publicación de sus investigaciones.
Estas páginas a su vez suelen servir de plataforma para canalizar solicitudes de información y contacto tanto de miembros de la organización, como de personas externas que desean, principalmente, ingresar a una de sus agrupaciones. Un 29,4% recibe entre 1 a 10 peticiones de contacto por año, esto se debe a que tampoco hay mucho interés por parte de personas ajenas a la organización, en ingresar en ella.
Los cinco aspectos más positivos
del uso de blogs y páginas web son:
1. Acceso
a información de diferentes ritos[9],
perspectivas y opiniones tanto a nivel nacional como internacional – 18,9%.
2. Acceso
a “planchas[10]”,
investigaciones e información de calidad – 14,2%.
3. Interrelación,
interacción e intercambio con miembros y Talleres a nivel nacional e
internacional – 14,2%.
4. Desmitificar
la organización, difundir sus principios y la veracidad de su historia como una
estrategia de proyección externa – 12,11%%.
5. Acceso
a reflexiones y formación masónica – 11%.
Y los cinco aspectos más
negativos son los siguientes:
1. Páginas
que difaman a la masonería, 19,6%
2. Falta
de rigor en contenidos, información repetitiva y plagios de trabajos, 15,7%.
3. Acceso
demasiado fácil a información tanto para no miembros, así como la falta de
discreción de temas para los miembros de menor grado, 12,7%.
4. La
inversión de tiempo en mantenimiento y la consecuente falta de actualización de
contenidos, 6,9%.
5. Proliferación
de páginas de perfiles falsos y/o suplantación de organizaciones masónicos con
fines de estafa, 5,9%.
En cuanto al uso de Apps y otros programas:
62,4% de los encuestados usan Youtube,
seguido por un 12,8% que no usa. 9,2% usa apps propias (aulas virtuales,
plataformas de videoconferencias, etc), 7,3% usa podcasts, 5% usa foros, y 3,2%
usa Tiktok, los cuales son usados para consultar información general y variada
(36,1%), ver contenido no masónico (música, historia, filosofía, documentales,
películas, audiolibros, conferencias, noticias) – 16,9%, y para aprendizaje
“masónico” (historia, masonería, ocultismo[11],
simbolismo, espiritualidad), 11,5%. Las horas por semana dedicadas al uso de
este tipo de programas, es principalmente de 1 a 20 horas por semana (86,7%).
Los principales aspectos
positivos de estas apps y programas son:
1. Acceso
a información audiovisual a través de vídeos, podcasts y videoconferencias,
21,4%.
2. Aprendizaje
colaborativo, formación y conocimiento de temas masónicos diversos (es decir
dentro de cada uno de sus ejes de trabajo), 18,6%.
3. Acceso
fácil, gratuito y abundante a información para miembros y no miembros, 17,9%.
4. Divulgación
de los ideales, principios, textos, vídeos, historia o conferencia acerca de la
“Orden”, 11%.
Entre los principales aspectos
negativos de su uso, destacan:
1. La
difusión de información falsa, superficial o errónea acerca de la “Orden”,
38,9%
2. Revelación
de “secretos”, 12,2%.
3. Intrusismo
en la Orden que da una imagen errada, principalmente por parte de pseudo
masones, pseudo illuminatis[12] y
youtubers que van de pseudo investigadores de la masonería.
Como conclusión de este apartado
podemos concluir que el uso de redes sociales, está extensamente difundida
entre los masones, y que por una parte las redes más cerradas, o privadas se
utilizan con fines de comunicación, reconocimiento, amistad, formación, intercambio
y difusión sobre la masonería, pero a medida que los programas son más abiertos
al público, el centro de atención se centra más en la falsa propaganda en
relación con la orden, el intrusismo, la difamación, la revelación de secretos
a gente externa, y la proliferación de perfiles falsos, lo cual se explica por
cuanto todos quienes pertenecen a la Institución se comprometen a no revelar
nada relacionado con todo aquello que se realiza en su seno, dado que la
divulgación solo se puede hacer a través de medios oficiales.
Una cosa negativa que también se
manifiesta es el malestar que causan las discusiones estériles y los debates
sin sentido, y la falta de tolerancia que debería ser uno de los ejes
principales a nivel institucional.
Mucho más recurrentes aún son el
tema de la formación, dado que la falta de formación ha sido la causa
primordial para que en el siglo XIX y el siglo XX, la Masonería se haya
convertido en algo distinto a lo que preconizaba en su etapa inicial. Por
ejemplo, existen Actas de mayo de 1871, del Gran Oriente de España, que
manifiestan que durante el Sexenio Democrático, en este país, se permitió la
libertad de la práctica masónica…
“que pudo
desarrollarse sin cortapisas legales, aunque siempre existiera un evidente odio
hacia la misma desde posturas ideológicas y religiosas muy conservadores,
cuando no reaccionarias, así como incomprensión de una parte de la izquierda,
aunque sin desarrollar nunca la hostilidad del otro universo ideológico”[13].
Sin embargo, el resurgimiento de la práctica masónica en esta época vino acompañada de “divisiones y conflictos internos, tanto derivados de cuestiones propias, como de las políticas, precisamente en un momento de intensos debates políticos sobre la realidad y el futuro de España”, detectándose “una clara falta de formación masónica por parte de los masones, que se manifestaba tanto en ostentaciones de signos masónicos en distintos ámbitos sociales, como dentro de los templos y talleres procediendo de forma indebida según los rituales[14]”.
Y es en esta época en la cual se
introducen, o mejor dicho, se deforman los ideales de la Institución, y
aparecen personajes que se sirvieron de ella para introducir, o extraer ciertas
costumbres y adaptarlas a sus intereses particulares. Es por ello que se le da
un halo de misterio, de ocultismo y esoterismo por una parte, pero por otra
parte, se le vincula con movimientos de obreros y anarquistas, debido a esa
falta de formación que ha estado presente a lo largo de los siglos, en todas
las latitudes, tal como deja constancia el texto de Albert Mackey en octubre de
1924:
“Creo que
hay muchos masones que son desconocedores de los principios de la Masonería,
así como hay hombres de todas las clases que están sujetos a la ignorancia de
su propia profesión. No existe un relojero que no sepa sobre los elementos de
relojería, ni un herrero que no esté totalmente familiarizado con las
propiedades del hierro en brasa.[15]”
Es decir, que la internet, y el
uso de redes sociales, está permitiendo que los masones y masonas, accedan a
material formativo de mayor calidad, pues como dice V.G. Maestro Masón y
Masonólogo español, con 26 años de pertenencia a la Orden, lo que había antes era…
“mucha
precariedad en los temas de formación sobre aspectos rituales, sobre todo en
cuanto a materiales, pues los que había en aquellos momentos eran muy flojos,
con traducciones muy mal hechas, sin conocimiento de los contextos,
traducciones muy literales del francés. Los maestros apenas si tenían
conocimiento, ni de la historia propia de la orden en España, ni de cuestiones
rituales… un ejemplo de ello puede ser el diccionario de Juan Carlos Daza de Masonería,
que es un mix que nos tragamos todos, como que todo eso era parte de REAA[16],
y ahí pues hay mezcladas muchísimas escuelas y corrientes de pensamiento que
nosotros dábamos por general, como si fuera parte del Corpus masónico.”
Es así como el uso de internet facilita
por un lado, conocer su morfogénesis institucional, a la vez que extiende un
proceso de noesis, mediante la reconstrucción de la identidad y del discurso
colectivos, desde la interacción, reflexión y comunicación ágil, en tiempo real,
o en diferido, con miembros de otros países del mundo, a través del internet, estableciendo
nuevas formas de reconocimiento, que no reemplazan del todo a aquellas formas tradicionales,
pero que tal y como concuerdan las opiniones de las personas entrevistadas, en
la actualidad, ya no se hace uso de los antiguos métodos para presentarse ante
otros iguales, y que tenían un sentido cuando los viajes se realizaban con los
distintos medios de transporte que han existido en distintas épocas. No
obstante, este intercambio virtual, no reemplaza el intercambio presencial que
es en donde se realiza la práctica de su método tradicional, que maximiza los
resultados de la realización de sus verdaderos fines, tal como lo dejan claro
las entrevistas realizadas a C.T.V. Maestro Masón brasileño con 42 años de
pertenencia, y a J.P.D. Maestro Masón francés, con 45 años de pertenencia.
La Masonería: ¿Un movimiento social? Recapitulando
y analizando:
Pregunté a J.P.D., acerca de si
él consideraba a la Masonería como un “movimiento social” capaz de cambiar la
realidad actual y si considera a internet como una herramienta para promover
ese cambio:
« Je ne pense pas car la maçonnerie
se décline de nombreuses façons pas toujours homogènes et quelque fois peu
conciliables pour être un modèle de proposition : voir simplement la question
de la mixité[17]
ou celle du GADLU[18]
par exemples. »
Con respecto a la misma pregunta,
B.W.H., Maestro Masón venezolano, residente en Barcelona y con 29 años de
pertenencia, manifiesta:
“personalmente,
no creo que la francmasonería sea un movimiento social. Digamos que el impacto
y el alcance que tiene en cualquier sociedad es muy limitado. En algunos países,
sobre todo de anglosajones, Estados Unidos y en Reino Unido, donde llevan a
cabo tareas benéficas importantes, muy, muy sólidas, puede que hasta cierto
punto. Sé que en Estados Unidos hay una Cadena de Hospitales donde operan
malformaciones en la cara, del labio leporino, y son hospitales fundados y
mantenidos por masones, pero decir que son movimientos sociales es un poco
difícil porque, yo identificó movimientos sociales, más bien a otros agentes
distintos.
Nosotros
somos más subrepticios, más discretos creo que el internet sí ha servido para
diseminar un poco la información y darnos a conocer, pero dadas las diferencias
que hay, y las diferentes opiniones, digamos que el problema es que no existe
un camino único, creo. El impacto que pueda tener la francmasonería en la
sociedad es mínimo.
Por
desgracia, esta sociedad que tenemos hoy día es muy hedonista, muy de pantalla
táctil, muy de muchas otras cosas. No le interesa ya el espíritu, el cultivar
el alma, y no le interesa… quiere recibir, nada más, y recibir, y recibir. Estamos
en una sociedad que está cambiando. No sabemos a dónde va exactamente, pero me
temo que vamos a atravesar tiempos peores todavía para la Orden”
Sobre el mismo tema, J.V. Maestro
Masón y Masonólogo español, con 20 años en la Orden, manifiesta:
“Deberíamos
considerar que hay muchas masonerías, y muchas comprensiones de lo que es el
hecho masónico, el fenómeno masónico, y por lo tanto hay unas masonerías más
tendentes a lo político, otras más tendentes a los esotérico, otras a lo
eclesiológico incluso, pero creo que todas deben converger en un punto: qué es
la masonería en cuanto a la capacidad de transformación ética y moral del
individuo. Dicho esto, el individuo como un sumatorio, si vamos sumando estas
individualidades, tenemos una capacidad de interacción y de incisión en nuestra
sociedad en la cual vivimos. Efectivamente, hay sociedades en las cuales la
masonería ejerce funciones de protección social, que en otras sociedades, en
otros países, los lleva a cabo los mismos gobiernos, es decir cuestiones de
beneficencia, de apoyo, de protección, de filantropía, que lleva a cabo la
orden masónica dentro de sus ámbitos: hospitales, escuelas, universidades
inclusive.
En otros
países, esto queda al margen, pero como te decía, es que sí tenemos que dar una
visión universal de la Orden, a pesar de los diversos grupos, y de versiones
distintas. Para mí, el punto de encuentro sería ético y moral, de valores
individuales. Es desde ahí que, estemos donde estemos, en la Obediencia[19]
en la que estemos, y en el país en el que nos movamos, donde sí que tenemos una
responsabilidad de transmitir, y de compartir, y de interactuar, esa mejora de
valores éticos y morales con nuestro entorno. Por lo tanto, yo sí creo que,
utilizando las nuevas tecnologías, y si fuera de una manera apropiada, podríamos
hacer esa transmisión de dichos valores universales.
No estoy
inventando nada de nuevo, es decir, sería una de las lecturas, tal vez en la
primera lectura que nos aparece en las constituciones de 1723, como cuál es el
objeto mismo, la razón de ser de la orden francmasónica. Si miramos los
rituales continentales europeos, podemos encontrar cuál es el fin mismo de la
masonería, y todo va alrededor de ese concepto de perfección individual, de un
intercambio fraterno, y esa extrapolación de esos valores de belleza, de bondad
y de justicia, llevarlos a cabo afuera de la institución. ¿Cómo lo llevamos? Lo
llevamos de formas muy diversas. Entonces la forma como nosotros demos uso, de
esa supuesta aparente mejora de los valores que haremos mediante el método
masónico, a través del internet, vendrá dada por nuestro verdadero cambio,
nuestra verdadera perfección, y luego la de nuestro entorno.
Por lo
tanto, será tanto o más efectivo ese cambio social, que podamos hacer de la
masonería, o utilizando las TIC o tecnologías de comunicación y de información,
del tipo que fueran, en función también, tanto del entorno del país en el que
vivamos, y que creamos nosotros en la masonería. Para finalizar, yo creo que la
gran confusión que hay en la Orden, es que muchos masones no saben exactamente
qué es la masonería, y ese qué es, no es hacer una definición en sí misma,
sino, qué supone, o qué nos aporta hacer masonería. Yo creo que habría que
hacer una vuelta, una regresión a los orígenes constitucionales de la
francmasonería especulativa, para saber qué hacemos en masonería, y cuál es esa
finalidad, y de esta manera evitaríamos que se convirtieran en clubs de
influencia, en lobbies de presión político o económico, o en otra cosa que para
nada es la francmasonería. Y yo creo que, dentro de estas masonerías, hay
muchas cosas a las que llamamos masonería, y no lo son para nada. Por lo tanto,
el conocimiento de nuestros orígenes nos dará la respuesta, y en medida de eso,
esa práctica masónica, llevada a cabo mediante las tecnologías digitales que
hoy disponemos, pueden hacer que sí que podamos llevar a cabo una incidencia
social, aunque eso sería una consecuencia de nuestra evolución, no un fin en sí
mismo.”
Por tanto, al hacer un análisis
sociológico de la Masonería, desde una perspectiva interna, se observa que, pese
a no definirse en el imaginario colectivo de sus miembros como un movimiento,
sino como una “asociación de personas libres y de buenas costumbres” que tienen
el potencial de erigirse en motores de su propio cambio, está constituida por
un número no definido de “reuniones de personas con algún grado de
organización” que busca incidir en la sociedad a través del cambio en los
valores, y cuya acción colectiva se organiza en forma de asambleas y confederaciones
de asambleas, de miembros con ideales de base humanista, que se hallan separados
ya sea por la tergiversación de sus principios, por la incidencia de
externalidades, o por haber absorbido en su seno, debido a la diversidad de sus
miembros, asuntos relevantes de acuerdo a las épocas, convirtiéndose en un
crisol donde han convergido grandes personalidades, no solo del devenir
político, sino también del ámbito cultural, social y económico, sin que su fin hayan
sido, por mencionar varios ejemplos, guerras de independencia, creación de
naciones, o la obtención de poder político y económico, sino que su acción
colectiva tiende a fomentar unos valores de carácter universal que conlleven a
una ”mayor elevación cultural y educativa”, mediante una alta carga de sensibilidad
moral.
Cabe recordar que como
institución, la Masonería Especulativa[20],
tiene ya varios siglos de existencia, y que nace en la época del nacimiento y
auge de la Modernidad, nutriéndose de las tres grandes revoluciones, como la
Revolución industrial, técnica y científica (pues se cuentan entre sus
membresías fundacionales a miembros de la Royal Society que le imprimen de una
visión racionalista y científica), la Revolución Norteamericana (es conocida la
pertenencia masónica de George Washington o de Benjamín Franklin a la Masonería),
y de la Revolución Francesa, de las cuales se refuerza en los ideales de
emancipación (libertad) y de dignidad del ser humano (igualdad), para
convertirse en un punto de encuentro de personas de distinto origen y condición
social, siempre y cuando estas cumplan con el requisito de estar en posesión de
una serie de cualidades y virtudes. Formalmente
nace de la mano del calvinismo escocés, con el fin de fomentar la tolerancia en
una Inglaterra que sufría de guerras de persecución por diferencias en la
práctica en la concepción religiosa (confluencia del catolicismo, anglicanismo
y calvinismo), y en ese sentido se nutre de una ética protestante, según la
tipología weberiana, que además, empieza a expandirse rápidamente por el mundo,
precisamente por el universalismo de sus principios y sus ideas, expresadas a
través de un universo simbólico importado de elementos prestados de la
Masonería Operativa de los gremios de constructores medievales de Catedrales.
Esto la convierte en un
movimiento que por una parte se orienta al pasado, al tratar de conservar una
ética de carácter universal, fundamentado en los principios de “geometría”
entendida desde una perspectiva filosófica, y que inmediatamente se orienta
hacia el futuro, al incidir en las formas de vida y creencias de sus miembros,
para la creación de una sociedad mejor y más justa, fomentando cambios
socioculturales dentro de los individuos respetando tanto un sentido sagrado,
como en un aspecto laico, siendo el alcance de sus ideas la razón por la cual,
el cristianismo católico en primera instancia y en lo posterior otros tipos de
cristianismo de matriz protestante[21],
se convierten en poderosos contramovimientos de carácter antimasónico.
Al tenor de las grandes revoluciones, donde muchos masones han estado presentes, inclusive en bandos enfrentados y que le han conferido la “falsa fama de republicana”, es que se ha extrapolado la imagen de que los ideales masónicos de equidad, igualdad, libertad o justicia son un peligro contra la tiranía, encontrando también contramovimientos de tipo antimasónico en gobiernos de izquierda[22], de derecha[23] y monárquicos[24], muy a pesar de que la Masonería Madre, y otras tantas masonerías, conviven perfectamente en medio de monarquías.
También cabe evidenciar que la
Masonería ha permeado en su seno cambios introducidos por el surgimiento de
otros movimientos sociales, como son el movimiento feminista que dio origen a
la inclusión de la mujer[25]
en la masonería, ya que originariamente era una institución masculina, y en la
actualidad, también han permeado las reivindicaciones no solo el movimiento
gay, sino también otros derechos del colectivo LGTB, y particularmente la de los
transexuales y transgénero.
Su acción colectiva, si se puede entender
su quehacer como tal, se da desde abajo, porque una persona que integra la
organización, debería ser un prototipo ideal de buen ciudadano, y aunque ante
los ojos de la sociedad, no existen olas de reclutamiento, ya que por regla
general, las Masonería no hace proselitismo, esta se ha institucionalizado en
las sombras como un movimiento social, al
menos en un sentido sociológico del término, que sigue estando vigente pese a
no tener una acción pública, que tuvo punto de emergencia, pero que no tiene un
culmen dado que su potencial morfogenético lo ejerce sobre sí mismo, al fomentar
la renuncia a unos antivalores, o a la ausencia pasada de estos, para promover
una transformación del individuo más luminosa y esclarecida.
Para concluir, cabe decir que
internet si ha sido un potencial movilizador y herramienta de construcción de
la acción social colectiva interna de sus miembros, aunque no a un 100% debido a actitudes poco “fraternales”
por parte de aquellos miembros que han ingresado en la institución con fines
egoístas, pero sobre todo por la injerencia de la ignorancia, y de la falta de
laboriosidad, en cuanto al rol que cada masón y masona debe desempeñar dentro
de la Orden, para luego extrapolarla al entorno en el que la rodea de una
manera silenciosa.
[1]
Antimasonería, https://es.wikipedia.org/wiki/Antimasoner%C3%ADa, consultado el
11 de mayo de 2022
[2] Declaración
sobre la disciplina canónica que prohíbe, bajo pena de excomunión, que los
católicos se inscriban en la masonería
[3]
José Antonio Ferrer Benimeli, https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Antonio_Ferrer_Benimeli,
consultado el 11 de mayo de 2022. En clave interna este “historiador”, es
criticado por cuanto su obra se reduce a “contar masones y logias”, tal como
ocurrió en la reciente conferencia dictada en Cádiz, en abril de este año https://www.diariodecadiz.es/cadiz/logias-gaditanas_0_1678934282.html,
sin adentrarse en mayor detalle.
[4]
El Vaticano y los masones, José A. Ferrer Benimelli, publicado en Diario El
País, el 10 de marzo de 1985, y consultado en https://elpais.com/diario/1985/03/10/opinion/479257212_850215.html,
el 11 de mayo de 2022.
[5]
Maçonnologie, https://fr.wikipedia.org/wiki/Ma%C3%A7onnologie, consultado el 12
de mayo de 2022.
[6] Villalta Mata, Joaquim, “Palabra de
Masón. El Origen de la Masonería Especulativa”, p.15, ArteReal
Comunicación W&GA, Terrassa, 2020.
[7] Frau
Abrines, Lorenzo y Arús y Arderiu, Rosendo, “Jesuitas”,” Diccionario
Enciclopédico de la Masonería”, Tomo 1, Ed. Valle de México, p. 640,
México, 1976.
[8]
Loweton, https://es.wikipedia.org/wiki/Loweton, consultado el 11 de mayo de
2022.
[9] Se
trata de formas diferentes de entender la masonería, y no tiene nada que ver
con prácticas raras.
[10]
Es una forma de trabajo que se realiza en los Talleres.
[11]
Considerando que el ocultismo no forma parte de las enseñanzas masónicas, sino
que fueron incorporadas en el siglo XIX, y únicamente en pocos ritos
específicos.
[12]
Mejor dicho, neo illuminatis, que no tienen nada que ver con el movimiento de
los Iluminados de Baviera, aparecido en 1776, que fue disuelta años más tarde
(1875), por cuanto proponía entre otras cosas cambios de tipo sociopolítico. A
pesar de que se ha tratado de vincular a estos con los Masones, son
organizaciones distintas, con fines totalmente distintos. Los neo illuminatis
actuales son mayormente pseudo sectas creadas con el fin de estafar a incautos
que buscan alcanzar riqueza de manera fácil. Para una rápida referencia, véase:
https://es.wikipedia.org/wiki/Iluminados_de_Baviera
[13]
Montagut, Eduardo, “La falta de formación de los masones españoles en el
Sexenio Democrático”, consultado en: https://elobrero.es/historalia/84451-la-falta-de-formacion-de-los-masones-espanyoles-en-el-sexenio-democratico.html,
el 12 de mayo de 2022.
[14]
Ibid.
[15]
Mackey, Albert, “Masones que leen y masones que no leen”, Traducción de Vallejo
Rueda, Olga, del original “Reading Masons and Masons who do nor Read”,
publicado en “The Master Mason” en octubre de 1924, https://olgavallejorueda.blogspot.com/2018/04/masones-que-leen-y-masones-que-no-leen.html,
consultado el 12 de mayo de 1922.
[16]
Abreviación de Rito Escocés Antiguo y Aceptado
[17]
Refiere al debate en torno a la existencia de la Masonería Mixta.
[18]
Refiere al debate en torno a la figura del Gran Arquitecto del Universo.
[19]
Entiéndase como Gran Logia, Gran Oriente, o agrupación de Logias. Un forma de
organización administrativo-político de la Masonería.
[20]
Se usa este término para diferenciarla de la Masonería Operativa, es decir, de
la albañilería, en un contexto de cambio de paradigma en la construcción de lo
religioso.
[21]
El evangelismo, por ejemplo, es actualmente también un gran persecutor de la
masonería.
[22]
Stalin promovió el exterminio de masones durante su mandato por considerar a
sus miembros capitalistas burgueses liberales.
[23]
El exterminio de masones fue promovido por los gobiernos de Hitler, Franco y
Mussolini. Muestra de ello es la Ley de Represión de la Masonería y del
Comunismo. Véase: https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/ley-represion-masoneria-comunismo/20170224121643137059.html
[24]
En España, por ejemplo, masones liberales, enfrentaban el absolutismo de
Fernando VI, pese a que se especula (por intercambios epistolares entre él,
José y Napoleón Bonaparte a través de documentos encontrados) de que él también
fue miembro de la organización.
[25]
Vallejo Rueda, Olga, “El rol ritual de la mujer en el rito francés y su
expansión en América” (Partes 1 y 2), consultado en https://olgavallejorueda.blogspot.com/2015/12/el-rol-ritual-de-la-mujer-en-el-rito.html
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